Todas lo niegan, pero la mayoría lo hacen. Y es que, estudios sobre masturbación femenina nos revelan que nueve de cada diez mujeres se masturban. En realidad, la masturbación es un hábito muy sano y que, además, sirve para mejorar la calidad de las relaciones sexuales con nuestra pareja.
Al masturbarnos, estamos conociendo nuestro cuerpo y descubriendo dónde, cómo y a qué ritmo nos gusta ser acariciadas. Así, luego se lo podemos comunicar a nuestra pareja para que lo aplique en las relaciones íntimas. Además, ser capaces de darnos placer a nosotras mismas y hacernos llegar al orgasmo nos ayuda a reducir estrés, a relajarnos, a subir la autoestima y a aumentar nuestra confianza a la hora de mantener relaciones sexuales.
Tanto si eres nueva en esto o ya eres una veterana, te gustará saber que hay muchas y muy variadas técnicas que llevar a cabo a la hora de masturbarse.
Las técnicas más populares
- Estimulación clitoriana directa. Se trata de la estimulación del clítoris al contacto directo con los dedos. Para ello, prueba a humedecer las yemas de los dedos y palpar, pellizcar o acariciar la zona en la que se encuentra el clítoris.
Usa un vibrador para lograr fascinantes orgasmos
- Estimulación clitoriana con penetración vaginal intermitente. Mientras tus dedos juguetean con tu clítoris, introduce los dedos de tu otra mano en la vagina de manera intermitente. Intercala la penetración con caricias en tus muslos, ingles y labios.
- Estimulación clitoriana con penetración constante. En este tipo de masturbación, una mano acaricia el clítoris mientras la otra penetra la vagina. Es una buena técnica para localizar y estimular el Punto G.
Descubre nuevos placeres
Aunque las manos son un elemento clave en la masturbación, no lo son todo. No olvides que frotar la zona vaginal sobre objetos blandos (por ejemplo, un cojín) o duros (por ejemplo, el posabrazos del sofá) también forma parte del juego. Asimismo, puedes servirte de tu imaginación o, por el contrario, leer relatos eróticos o ver películas pornográficas para desarrollar tu creatividad sexual.
Y si crees que ya lo has probado todo y que echas en falta nuevas experiencias en tus masturbaciones, ¿por qué no pruebas con la masturbación anal ? ¿O has hecho mirándote en un espejo ? O para las más atrevidas, ¿habéis probado a masturbaros en un lugar público como unos baños públicos o el vestuario de una tienda?
Así que, ya lo sabes, deja a un lado tus tapujos y dedícate unos minutos de placer. ¡Seguro que repites la experiencia! Y, si conoces otras técnicas, te animamos a que nos dejes un comentario y las compartas con nosotras.