El 'swinging' no es sólo un intercambio de pareja, es un estilo de vida. Se trata además de una práctica más habitual de lo que parece, sobre todo entre parejas de entre 30 y 50 años. Sin embargo, su popularidad no está demasiado extendida porque su práctica no se pregona a los cuatro vientos. Realizar un trío o un intercambio de pareja es una de las fantasías sexuales más comunes. Si deseas convertirte en 'swinger' o simplemente tienes curiosidad por probar pero no sabes cómo introducir a tu pareja en esta temática, te damos algunas de las claves para que su respuesta sea afirmativa.
'Swingers': ¿Por dónde empezar?
Lo primero a tener en cuenta es que la relación con tu pareja debe ser sana y firme, por el contrario, esta práctica podría conllevar problemas que desembocaran en una ruptura. Para los 'swingers' el intercambio se concibe como la oportunidad de compartir una nueva experiencia con tu pareja, no como una relación sexual con una persona ajena a vosotros.
Absténganse los celosos. Desde fuera, se tiende a calificar esta práctica como una infidelidad consentida, mientras que los 'swingers' separan la relación sexual de la emocional. De todos modos, lo recomendable es realizar el intercambio con una pareja con la que no os unan relaciones afectivas, porque esto puede llevar a problemas posteriores.
Podéis empezar por acudir a un club swinger para comprobar 'in situ' en qué consiste esta práctica o bien quedar con una pareja experimentada que maneje la situación con soltura para comenzar a adentraros en este estilo de vida. Es fundamental que antes de iniciar vuestra andadura como 'swingers' dejéis claro hasta dónde estáis dispuestos a llegar en esta aventura.
Elige: 'Soft Swing' o 'Full Swap'
Este estilo de vida tiene muchos elementos 'voyeuristas', ya que incluye el observar a otras personas teniendo relaciones sexuales o ser observados mientras tenéis sexo en pareja. Existen además distintos niveles o actividades en la práctica del 'swinging'.
Si sois novatos o tenéis alguna duda respecto a los intercambios de pareja lo mejor es que empecéis con el 'Soft Swing'. En esta práctica sólo se permiten besos y sexo oral con una tercera o cuarta persona. Empezar con intercambios ligeros os permitirá saber si estáis preparados o no para un 'Full Swap', en el que sí se incluye la penetración.
Los entendidos en la materia recomiendan que las relaciones con terceras y cuartas personas se produzcan en presencia de la pareja y de forma que puedan mantener el contacto físico o al menos visual entre ellos. De esta forma se refuerza la idea de una actividad compartida por ambos.
Fantasías sexuales vs. monotonía
Otro de los grandes argumentos esgrimidos por los defensores del intercambio de parejas es la ruptura de la monotonía. La llama apagada por la rutina puede reavivarse con experiencias nuevas y excitantes como esta. Esto no quiere decir, en cambio, que el 'swinging' pueda salvar relaciones con problemas. Muy al contrario, la fortaleza de la pareja debe ser indispensable para iniciarse en este estilo de vida.
Si en tu caso participar en un intercambio de estas características forma parte de tus deseos sexuales ocultos puedes hacer un trato con tu pareja: os introducís en el mundo swinger para cumplir una de tus fantasías, pero a cambio tú haces realidad una de las suyas. 'Quid pro quo'. Está que bien que cada parte de la pareja dé su brazo a torcer pero hay que tener mucha seguridad en la pareja a la hora de meterse en una relación 'swinger'.
Reglas 'swingers'
Si esta proposición todavía no le resulta lo suficientemente tentadora, no olvides mencionarle el riguroso código por el que se rigen los encuentros de este tipo. No se trata de unas normas fijas e inamovibles pero sí de una serie de reglas comunes a la mayoría de clubs 'swinger' y que siguen las parejas que lo practican:
- Huir de vínculos emocionales.
- Realizar el intercambio sexual.
- A las anteriores se suma la premisa: 'no es no' seguida por la mayoría de clubs en los que se desarrollan estas actividades.
- El anonimato absoluto es otro de los puntos favorables que podrás plantear a tu pareja.
- Las máscaras, así como la práctica de sexo seguro, son una de las señas de identidad de los clubs de intercambio de pareja. Con ellas se preserva la intimidad de los participantes.
Nuestro consejo es que si deseas probar, lo mejor que puedes hacer es planteárselo abiertamente a tu pareja. Podrías llevarte una sorpresa al descubrir que un intercambio también se encuentra entre sus fantasías sexuales. Ahora bien, si la respuesta es negativa, es mejor que no insistas. Olvida la idea por el momento y plantéate abordar de nuevo el tema en el futuro. Como ya hemos dicho con anterioridad, la confianza plena en la pareja es algo fundamental a la hora de plantear un intercambio de pareja, por lo que no dudes en hablar abiertamente sobre el tema y ver qué pasa.