Realizar un trío, ya sea mujer-hombre-mujer o hombre-mujer-hombre, hacer el amor en la playa o en el capó de un coche, ¿qué tal practicar sexo en un ascensor? Todas ellas son fantasías sexuales bastante recurrentes tanto en hombres como en mujeres.
Una fantasía sexual o erótica es un patrón deliberado de ideas, es decir, una representación mental. El objetivo de las fantasías eróticas es crear o mejorar sentimientos sexuales. Estas se basan en imágenes mentales que un individuo considera eróticas. Mientras fantaseamos no existen las consecuencias de esas acciones y por tanto, nos lo podemos permitir todo, sin estar pendientes a ser juzgados. Según estudios científicos el 95% de las personas fantasean con sexo. Lo común es querer llevarlo a la práctica, aunque luego no llegue a suceder, pero esto no debe ser siempre debe ser así.
Aquí vamos a hablar de una de las fantasías sexuales más recurrentes: practicar sexo en el tren. Esta representación erótica aúna varias fantasías sexuales en una; por un lado, se encontraría el factor de mantener relaciones sexuales en público y, por otro, es una fantasía erótica en la que se pueden practicar varias posturas sexuales e irlas intercalando en el acto. Deja volar tu imaginación y disfruta de esta fantasía.
Las fantasías se pueden hacer realidad
En el mundo de las relaciones sexuales, las fantasías eróticas no tienen fin. El poder de la imaginación es tan fuerte que, muchas veces con imaginarlo, se puede llegar a alcanzar un orgasmo muy placentero.
¿Quién no ha tenido alguna vez un pensamiento subido de tono? La gran mayoría de las personas han tenido fantasías eróticas o pensamientos sexuales, pero aún es bastante frecuente sentir vergüenza o culpa por echar a volar nuestra imaginación de la manera más sexual. Tener fantasías eróticas no significa estar insatisfechos con las relaciones sexuales que mantienen, es más, se puede hasta mejorar y tener con más intensidad encuentros tórridos.
Una de esas fantasías eróticas más recurrentes es tener sexo en un transporte público; ya sea un breve encuentro en el autobús, en el servicio del avión o en el tren. Esto no significa que deba llevarse a la práctica, ya que algunas podrían resultar peligrosas o simplemente inconvenientes. Sin embargo las fantasías eróticas están para reavivar la llama de la pasión y dejarse llevar. Si tú también quieres experimentar esa adrenalina de ser descubierto en un escarceo sobre raíles, presta mucha atención.
Formas de llevar a cabo la fantasía
Lo primero que tienes que hacer es informarte acerca de si hacer el amor en lugares públicos está penado en tu país. En algunos lugares del mundo te puede salir bastante caro tener un escarceo en público. En Francia, por ejemplo, el artículo 222-232 del Código Penal condena el exhibicionismo con penas de cárcel y 15.000 € de multa. Por lo tanto, antes de llevar a cabo esta práctica en público, hay que informarse correctamente.
Cuando pensamos en mantener una relación sexual en el tren, se nos viene a la cabeza muchas posibilidades: hacer el amor en el servicio del tren, en el coche cama o unos calentamientos en el asiento. Recordad: No estáis solos.
Si decidís entrar al servicio y tener un breve encuentro amoroso, tenéis que saber que al menos será un lugar íntimo en el que no tendréis mucho problema por dar rienda suelta a vuestra imaginación. Por supuesto, las posturas más cómodas son las que estéis los dos de pie, ¿qué tal el galgo vertical? Se puede leer el kamasutra y ver qué otras posturas se pueden practicar. El problema es la falta de higiene y comodidad del lugar, pero todo es ponerse manos a la obra.
Practicar preliminares en el asiento del tren también conseguirá subir la líbido de cualquiera. Desde luego este es el sitio más público donde se podrá practicar una primera toma de contacto antes de meterse en plena faena, pero también se corre más riesgo de ser descubiertos. Desde luego en el asiento del tren no se puede llevar a cabo todo el acto sexual, pero unos preliminares por debajo de una manta o un abrigo puede valer. Unas caricias, unos roces por debajo de la ropa, unos besos subidos de tono... la intensidad dependerá de cuánta gente vaya en el vagón y de dónde os ubiquéis.
Si se tiene la posibilidad de mantener relaciones sexuales en el coche cama, estáis de suerte, sin duda, es la mejor opción. Además de estar solos, si no escogéis un coche de 4 camas claro, tendréis vuestra propia cama para vosotros solos. Nadie os molestará y aquí sí que podréis dar rienda suelta a vuestra imaginación. Si no se tienen problemas con el traqueteo del tren y los raíles, estaréis como en casa. Probad lo que se os ocurra, si hay que echarle imaginación nada de misioneros. Por ejemplo, ¿qué tal un 69?