El morbo a ser descubierto es un aliciente que forma parte de las relaciones sexuales de muchas personas. Por eso, practicar sexo en lugares públicos es una costumbre cada vez más extendida entre las parejas. Aporta emoción, aventura y hasta en algunos casos extremos resulta indispensable para llegar al clímax. Pero, como todo, tiene sus peligros.
Por eso, y porque en estos tiempos en los que independizarse es tan difícil para los jóvenes resulta casi imposible no mantener relaciones sexuales dentro la casa de la familia, incluso con los padres a unos pocos metros de distancia o al otro lado de la pared. Sin embargo, más allá de satisfacer una necesidad meramente física, muchas parejas encuentran un placer extra en tener sexo cerca de sus familiares.
Y todo ello se deriva del inevitable morbo a ser descubierto. Lo que para muchas personas supone una situación incómoda en la que prevalece el miedo para otros lo hace el placer y este es el que se convierte en el centro de todos sus pensamientos. Si eres de los que pertenecen a este último grupo tenemos varios consejos para ti: qué tipo de relaciones son las menos 'peligrosas', qué hacer si te pillan y cómo disimular lo mejor posible.
Habéis cenado con tus padres y vais a tu cuarto "a ver una peli". Ni tu madre ni tu padre son tan inocentes, saben lo que vais a hacer (seguro que ellos también lo han hecho). Pero hay dos tipos diferentes de padres, los que jamás pasarían por delante de la puerta sin anunciarse antes porque respetan tu intimidad y los que entrarán con cualquier excusa para evitar que lo hagáis.
Con los primeros no hay problema, nunca os van a pillar, así que no tengáis miedo. Pero si sois de los que os va el morbo a ser pillados, con estos los tenéis claro. En cambio, si vuestros padres son un poco entrometidos estáis de suerte porque el riesgo a que os pillen es bastante alto.
Si esto llegara a ocurrir seguro que se enfadarían, consideraran que se trata de una falta de respeto, sobre todo si son algo conservadores. Así que si solo buscas un poco de placer y no pretendes provocar una crisis familiar ni que tus padres odien a tu pareja, toma nota de estos trucos para evitar que te pillen y disimular lo mejor posible si lo hacen.
Cerrar la puerta de la habitación puede no ser una opción viable por ser demasiado evidente. Deja la luz apagada y si os ponéis en la cama, tapaos con una manta y procurad sacar las manos en cuanto se acerque alguien. Otra opción es ponerse en un lugar que no se vea desde a puerta (puede ser cerca de un armario o en algún rincón del cuarto). Pero tenéis que afinar el oído, escuchar pasos o que pongan anuncios en la tele puede daros pistas de si alguien se acerca al cuarto.
Para evitar que te pillen sin perder una pizca de diversión, lo mejor es que optes por el sexo manual o el oral. Piensa que durante la penetración, tendréis que adoptar posturas algo más comprometidas, estaréis mucho más expuestos y tardareis más en colocaros la ropa si alguien se acerca, por no hablar del uso de preservativos.
Masturbarse mutuamente con las manos es muy divertido y satisfactorio y cuenta con la ventaja de que se puede hacer casi sin desvestirse, además de ser una fórmula casi segura para que tu chica tenga un orgasmo, cosa que no ocurre con otro tipo de sexo.
En cualquier caso opta por ropa ancha que te permita meter las manos en ella. Para las chicas lo ideal es una falda, pero sin llevar medias, puede dar mucho juego ya que te da la opción quitarle la ropa interior sin miedo a que se note que no la lleva. Lo mismo puedes hacer con el sujetador. Quítaselo y podrás jugar con sus pechos por dentro de la camiseta. Para ellos un pantalón bajo puede ser una buena idea.
Si os pillan, tienes dos alternativas, ser sincero o hacer como si nada. Eso tendrás que valorarlo tú dependiendo de cómo sean tus padres. Seguro que a ellos también les dará vergüenza pero se sentirán en la obligación de regañarte, sobre todo si sois muy jóvenes. Si se enfadan, lo mejor es asumir la culpa con la mayor dignidad posible y jurar que nunca pasará de nuevo (aunque ambos sabréis que no es verdad).
Al fin y al cabo estáis en su casa y debéis entender que para ellos puede ser desagradable pensar que su hijo mantiene relaciones sexuales a pocos de metros de ellos. Claro que, las tornas pueden cambiar un tanto si les explicas que tú y tu pareja estáis muy enamorados y que vais en serio. Apela a su pasado, pídeles que lo entiendan, que ellos también han sido jóvenes y tenían inquietud por el sexo. Argumenta que es mejor que lo hagáis en casa de la familia que en cualquier otro sitio.
Para muchas personas el miedo a que les pillen practicando sexo aumenta el placer pero esto no quiere decir que quieras que te ocurra, así que toma precauciones. Por ejemplo, si tus padres han salido de casa, echa la llave y déjala puesta para que no puedan entrar. Tendrán que llamar al timbre y os dará tiempo a vestiros antes de que entren. Sospecharán algo pero siempre puedes decir que lo hiciste sin darte cuenta, por la costumbre o que a tu pareja le daba miedo dejarla abierta.
Siempre que lo hagáis con respeto y que seáis conscientes de que puede ocurrir que acaben pillándos en plena faena, lanzaos sin miedo. Sed precavidos pero no dejéis de explorar las distintas facetas de vuestra sexualidad por no tener un lugar propio en el que practicar sexo. Os estaríais perdiendo una parte de vuestra relación muy divertida que os servirá para estrechar lazos. Sin embargo, no dejéis que el morbo se convierta en un obstáculo entre tú y tu familia, eso podría repercutir negativamente en tu relación de pareja.