Una de las grandes cuestiones que se plantean durante el embarazo, sobre todo si se trata de un embarazo primerizo, es si se pueden mantener relaciones sexuales. Esto es de lo más común ya que se está hablando de un período por lo general de 9 meses (habiendo casos de menos o incluso de un poco más), un total de unas 40 semanas, en las que las parejas siguen queriendo disfrutar del sexo. Además hay que tener en cuenta que durante los meses de gestación las mujeres suelen tener etapas de aumento del apetito sexual a causa de las hormonas.
Pues la respuesta ante esta eterna duda es SÍ, si se pueden mantener relaciones sexuales durante los meses de gestación siempre y cuando se trata de un embarazo que se está desarrollando correctamente y no se tenga algún tipo de riesgo como el aborto espontánea o de parto prematuro así como sangrado vaginal, placenta previa o pérdida de líquido amniótico.
De no tener ningún tipo de riesgo, el sexo durante el embarazo está más que permitido. De hecho cuenta con la ventaja de que el cuerpo de la mujer ya no está preparado para la concepción y por lo tanto sus hormonas facilitarán la excitación y el esfuerzo. Eso sí, que no haya riesgo de embarazo no implica que no haya que utilizarse algún tipo de método anticonceptivo ya que el riesgo de transmisión de cualquier tipo tanto de enfermedad como infección tendrían unas consecuencias muchísimo peores pudiendo afectar tanto a la madre como al feto.
El bebé se encuentra protegido por el útero
Respecto a lo que pueda llegar a sentir el feto durante el sexo, los futuros padres no debería de preocuparse por nada siempre y cuando la práctica sexual sea normal y no muy ajetreada en cuanto a movimientos bruscos o posturas sexuales complicadas. El feto está protegido por en el útero por un saco lleno de líquido amniótico. Este fluido lo que hace es amortiguar cualquier tipo de presión y/o golpe externo así como de sonidos del exterior. Por lo tanto no hay que preocuparse que durante la penetración se pueda llegar a causar algún tipo de daño o problema interno.
Además de no correr ningún riesgo, el bebé estará mucho más relajado durante la práctica sexual. La razón es la misma por la que los médico recomiendan a las futuras madres practicar deporte durante los meses de gestación y es que con los movimientos se va relajando y no dará patadas, por ejemplo. Todo lo contrario ocurre cuando la mujer está en reposo, el bebé se empezará a mover y a dar patadas. Otras de las ventajas de practicar sexo durante el embarazo es que se ejercitan los músculos pélvicos y se fortalecen lo cual será beneficioso para la madre en el momento del parto.
No alarmarse por la contracción
Un detalle a tener en cuenta es que cuando la madre llega al orgasmo el útero se contrae, lo que ejercerá cierta presión sobre el útero y, consecuentemente, el bebé. Pero no hay porque alarmarse, no es una sensación molesta para el feto ni llega a causarle ningún daño. Del mismo modo, tampoco va a provocar que se incite el parto con más contracciones a posteriori. Está científicamente demostrado que la frecuencia cardíaca del bebé también aumenta si la madre practica sexo pero que luego vuelve a la normalidad una vez terminado sin provocar tampoco ningún peligro.
Riesgo de un segundo embarazo
Posiblemente también hayas oído o leído en algún artículo recóndito de internet el caso de alguna mujer que, estando embarazada, se quedó de nuevo embarazada. Siendo realistas puede ocurrir pero la posibilidad es una entre un millón. Cuando una mujer se queda embarazada la ovulación se interrumpe así como la menstruación. Lo que tendría que ocurrir es una que de manera excepcional vuelva el período menstrual y con ello se libere un nuevo óvulo. Más casual sería que justo eso ocurra durante los días que se realiza sexo sin ningún tipo de protección. De producirse esto lo que se daría serían raro caso de mellizos de distinta edad gestacional y tampoco sería ningún tipo de peligro para ninguno de ellos. Pero para evitar cualquier tipo de peligro o riesgo, como ya se dijo arriba, lo más recomendable es seguir utilizando protección (en este caso preservativos para el hombre ya que la mujer no podría utilizar ninguna) para así saber que no se está corriendo ningún tipo de riesgo.
De esta forma queda demostrado que no hay de que preocuparse a la hora de mantener relaciones sexuales durante los meses de gestación siempre y cuando se tengan en cuenta ciertas precauciones como no realizar movimientos brusco o algún golpe. Por todo lo demás , los futuros puede seguir disfrutando de esta actividad placentera también durante estos meses hasta que llegue el nuevo miembro de la familia y ahí ya los problemas serán otros.