Desde siempre, en el sexo han existido una infinitud de prácticas para todo tipo de gustos. Siendo algunas de estas más aceptadas que otras, la variedad que existe dentro del ámbito íntimo responde a todas y cada una de las demandas y/o curiosidades que una persona pueda tener con su pareja sexual. Experimentar es la clave para saber qué nos gusta y qué es lo que no.
En temas de alcoba existen diferentes posturas y prácticas que se repiten bastante y son muy comunes entre la gran mayoría de personas sexualmente activas. Atar a la otra persona o taparle los ojos son juegos sexuales bastante normalizados y que muchas parejas llevan a cabo. Sin embargo, existen otras prácticas llamadas parafilias consideradas tabú y ante las que existe cierto pudor a la hora de hablar de ellas o a la hora de proponerlas. La lluvia dorada es un buen ejemplo de ello.
Es bueno experimentar de vez en cuando en la cama y probar cosas nuevas¿Qué es la lluvia dorada?
Este término se utiliza para designar una parafilia sexual que consiste en que una persona encuentra una sensación desorbitada de placer al orinar sobre su pareja sexual o bien cuando se le orinan encima. Esta práctica suele estar relacionada con el sadomasoquismo pues mucha gente que realiza este tipo de juegos y fantasías erótico-sexuales recurren también a la lluvia dorada.
Aunque esta parafilia recuerda al BDSM, lo cierto es que no todas las personas que sienten debilidad por ella juegan a los juegos propios de sumisión y dominación. La urolagnia o urofilia, que así es cómo se le llama a este fetichismo sexual, es una práctica que puede resultar no muy sana cuando se practica puesto que, al fin y al cabo, la orina no deja de ser más que un líquido portador de sustancias tóxicas que nuestro cuerpo expulsa para depurar el organismo.
Tipos de urofilia
Aunque la práctica que todo el mundo conoce es la de encontrar placer al ser orinados o al orinar sobre otra persona, existen también diferentes variaciones con las que alguien puede llegar a sentir verdadera excitación. Una variante es, por ejemplo, que una persona encuentre placer al orinar sobre la ropa de otra persona, bien sobre sus prendas de vestir o bien sobre las sábanas de su cama.
Oler la orina o miccionar en público son otras dos opciones con las que muchas personas encuentran placer sexual. Por último, luego también existe la variante de excitarse viendo cómo otra persona orina. Esta práctica puede realizarse bien con el consentimiento de dicha persona o siendo el que mira un voyeur que observa sin el permiso de quien está orinando.
A algunos hombres les da morbo mear en público¿Riesgos para la salud?
Antes de simplemente determinar si la lluvia dorada es una práctica que resulta dañina para la salud, es importante conocer qué es la orina en sí pues esto nos ayudará a ser conscientes de lo que verdaderamente significaría estar en contacto en este líquido. La orina es un líquido de color amarillento secretado por los riñones y expulsado al exterior del cuerpo humano a través del aparato urinario. Entre las funciones principales que tiene orinar se encuentran la de eliminar las sustancias tóxicas que produce el propio cuerpo o aquellas que se ingieren. En conclusión, l a orina es un deshecho orgánico que contiene elementos no muy sanos.
Sin ir más lejos, la cantidad de bacterias que la orina puede contener es muy elevada. Al mínimo contacto, es posible que se transmitan infecciones bacterianas o enfermedades como la hepatitis A o B. Por otro lado, con el simple contacto con la piel, esta puede reaccionar fatal ante la orina provocando alergias o sarpullidos.
Por otro lado, y a pesar de que solo en la propia orina no existe posibilidad de transmitir enfermedades de transmisión sexual, lo cierto es que el contagio del VIH sí puede hacerse posible si la persona que lo padece posee en su orina una pequeña concentración de sangre.
La lluvia dorada tiene ventajas, si es que a estos hechos se le pueden llamar así. No causa embarazos y tampoco hace factible la transmisión del VIH siempre que las personas estén sanas. Además, si comparamos esta filia con otras que implican otros desechos orgánicos tales como las heces, lo cierto es que incluso la urofilia hasta puede no parecer "para tanto".
Esta práctica puede tener peligros para la salud de quien recibe la orinaPrecauciones a tener en cuenta
La lluvia dorada, a pesar de no resultar tan poco aconsejable como la coprofilia, es una práctica en la que se recomienda llevar a cabo una serie de cuidados y precauciones. Puesto que la orina es un líquido formado por sustancias que el propio cuerpo expulsa para depurarse a sí mismo, lo ideal sería que esta no entrara en contacto con el ano, los órganos sexuales o la boca.
En caso de que una persona se excite cuando otra orina sobre su boca, existen una serie de indicaciones que hay que seguir. Si la toma de orina se lleva a cabo en pequeñas cantidades es posible que no se esté poniendo la salud de la persona en peligro pero, no obstante, si existiría un cierto riesgo si la ingesta es elevada pues la cantidad de sal y minerales presentes en la orina podría hacer que se produjera un caso de ligera deshidratación.
Además de las precauciones que hay que tener en cuenta para llevar a cabo esta práctica sexual, algo muy importante es hablarlo con la pareja sexual de uno. Es esencial que las personas implicadas quieran practicar la urofilia de mutuo acuerdo y que, en ningún momento, se fuerce a nada. Esta permisividad ocurre exactamente igual que en el BDSM aunque luego exista uno que asume el rol de sumiso y otro de dominador.
Otro aspecto importante a tener en cuenta será la higiene con la que se practique esta filia sexual. El lugar idónea para llevarla a cabo podría ser en la ducha ya que ahí cualquier resto de orina que se pueda quedar en la piel es fácil de limpiar y retirar. Resulta esencial mantener limpios los lugares donde se realiza la urofilia pues la unión de orina más una mala higiene de la zona puede llegar a producir resultados verdaderamente desagradables y, sobre todo, perjudiciales para la salud.
