El fisting es una práctica sexual extrema relacionada con el mundo del sadomasoquismo. "Fist" es una palabra inglesa que significa "puño" y esto nos da una idea sobre lo que puede consistir practicar el fisting. Concretamente esta práctica sexual consiste en introducir una mano entera en un orificio del cuerpo, en la vagina o en el ano.
La gente puede sentir aprensión ante la idea de meter cosas grandes en sus vaginas o anos durante las relaciones sexuales, y no es un recelo injustificado, ya que como vamos a ver, hay que tomar ciertas precauciones para evitar problemas. Sabiendo cómo practicarlo de manera segura, el fisting se desharía de ese velo de tabú que parece que lo envuelve.
Si te sientes intrigado o intrigada por esta práctica es hora de perder ese miedo que te impide probarlo e introducirlo en tus próximas relaciones sexuales, sólo necesitas saber qué implica y cómo prepararse para su practica.
¿Por qué la gente practica fisting?
El fisting es una práctica sexual que llama la atención de cada vez más gente en todo el mundo. Cuando se realiza correctamente, el fisting puede proporcionar mucho placer y convertirse en uno de tus momentos favoritos en tus relaciones sexuales . Proporciona una gran sensación de plenitud porque al introducir la mano completamente en el orificio deseado se estimula al mismo tiempo mucho más tejido del interior del receptor. Una vez dentro, la mano puede moverse para estimular más a su pareja, y el receptor también puede contraer sus músculos internos para estimularse a sí mismo o misma.
Para muchos practicantes también es una actividad psicológicamente enriquecedora al ver la experiencia como un momento de gran intimidad en la que están expuestos y abiertos al máximo. Para quien realiza la penetración también es una experiencia satisfactoria ya que esta practica permite el contacto visual completo si se desea y ver y sentir toda la mano dentro de su pareja, sintiendo el calor y la fuerza de su cuerpo es algo que disfrutan plenamente.
¿Cómo introducirse en el fisting?
Practicar el fisting de forma segura se requiere mucha paciencia, práctica, comunicación, y lubricante. No importa el orificio elegido, para comenzar con esta práctica hay que ir muy lentamente. Lo más recomendable es usar mucho lubricante, un lubricante grueso a base de silicona ya que los lubricantes a base de agua pueden ser más pegajosos. El uso de guantes de látex también es recomendable ya que puede facilitar el fisting. Los guantes evitan que el lubricante se adhiera a la piel y ayudan a que ésta se deslice con más suavidad.
Si tu pareja y tú habéis hablado y decidido probar esta práctica, debéis tener claro que hay que empezar muy poco a poco. Intentad comenzar con un dedo e id añadiendo dedos muy poco a poco. La persona que recibe el fisting tiene que respirar profundamente para ayudar a la relajación del cuerpo, pero si en algún momento experimenta algún tipo de incomodidad lo mejor es retroceder y seguir estimulando con menos dedos.
Si la persona que recibe no siente ninguna incomodidad tras haber calentado el orificio con la estimulación de los dedos, se puede pasar al fisting propiamente dicho. El compañero que vaya a introducir el puño, debe poner la mano en forma de pato, es decir, juntando las yemas de los cinco dedos de la mano como si fuera un pico de esta ave. Con esta forma se podrá deslizar la mano en el orificio muy lentamente.
La extracción del puño es la parte más delicada del proceso porque es cuando más probabilidad hay de dañar el orificio. Se recomienda que en vez de respirar profundamente, el compañero que ha recibido la penetración de la mano debe toser para que los músculos ayuden a empujar el puño fuera del cuerpo. Con delicadeza y mucho lubricante no debería existir ningún problema.
La seguridad es importante
En esta práctica sexual no existe un intercambio de fluidos propiamente dicho, pero es importante guardar ciertas precauciones para evitar enfermedades de transmisión sexual. El uso de guantes de látex o condones es un fundamental porque pueden haber rasgaduras en los dedos que tengan algo de sangre o bajo las mismas uñas puede haber bacterias que puedan infectar a la pareja. Las uñas también pueden rasgar los tejidos internos del compañero o compañera. Hay parejas estables que prefieren no usar ninguna protección, por lo que deben guardar una gran higiene de sus manos, limpiando bien las uñas, cortando las uñas tanto como puedan y limándolas para evitar que tengan alguna zona afilada.
Si se realiza el fisting en el ano, quien recibe la mano debe haber cuidado su alimentación desde el día anterior. Es recomendable comer más fibra para haber evacuado antes de la práctica sexual, algo que también se recomienda al realizar sexo anal.
Hay que tener en cuenta que para esta práctica sexual el uso de lubricantes es muy necesario, porque si realizas fisting vas a necesitar mucho más del que te puedas imaginar. Es, quizás, el elemento más importante ya que sin un buen lubricante, y en mucha cantidad, no vas a poder realizar esta práctica.
Los rasguños y fisuras son habituales en esta práctica sexual, por lo que se recomienda detenerla ante la mínima incomodidad o dolor. El objetivo es sentir placer, no dolor, así que si recibes y sientes la necesidad de dar marcha atrás no lo dudes ni un momento. Si por el contrario es tu mano la que está en el interior de tu pareja y observas que aparece sangre, es probable que exista alguna fisura o la rotura de algún capilar. Pregúntale qué siente y si quiere que pares.
Cuando ocurre alguna lesión de este tipo o alguna incomodidad lo mejor es detenerse, descansar y volver a probar en otro momento, cuando el cuerpo del receptor esté recuperado. Como hemos dicho anteriormente, el momento más delicado es el de la extracción de la mano del orificio porque es cuando se producen normalmente más fisuras. No hay que olvidar que esta práctica tiene un ritmo muy lento, tanto para la inserción como la extracción de la mano.
Para ello la comunicación con tu pareja es fundamental, coméntale todo lo que sientas, lo que te gusta y lo que no, o lo que te gustaría que te hiciera. La comunicación durante las relaciones sexuales es importante y durante el fisting se hace necesaria por motivos de seguridad.