El cruising hace referencia a un tipo de práctica sexual que consiste en mantener relaciones sexuales con personas desconocidas en un lugar público o al aire libre. Hay varios términos para referirse a esta manera de buscar una pareja sexual, específicamente el cruising es el utilizado en personas homosexuales, y entre heterosexuales se llama dogging. En España se ha acuñado el término de cancaneo.
Entre personas heterosexuales la intención va más encaminada en juntar varias prácticas como el exhibicionismo y el voyeurismo, ya que se permite que haya otras personas mirando, e incluso a veces se permite que participen. Sin embargo, en los homosexuales, especialmente los hombres, se ha extendido más como una manera de buscar sexo de manera discreta y anónima, en sus inicios se llevaba a cabo en aquellos lugares, por ejemplo bares, donde también había personas heterosexuales.
Desde cuándo se practica el cruising
El cruising y sus demás variantes se empezaron a popularizar en la época de la revolución sexual de los años setenta. Precisamente fue en esa década cuando se le denominó con la palabra cruising, se cree que se debe a un bar gay de Albuquerque (Nuevo México) llamado 'Booze n' Cruise'. Se extendió porque tiene el significado de atravesar caminando, patrullar... y resultaba un término discreto para utilizar entre miembros de la comunidad hay de manera discreta.
Sin embargo, el cruising ya se practicaba siglos atrás, en la Antigua Roma, habiendo registros históricos que narraban que en los baños públicos había hombres que utilizaban códigos gestuales para indicar que estaban dispuestos a tener sexo. También hay escritos del siglo XVIII que hacen referencia a prácticas similares. Como vemos, en el sexo muchas costumbres que se salen de lo convencional ya estaban inventadas siglos atrás.
Cómo se practica el cruising
Clásicamente, el cruising se practicaba de manera fortuita, mediante el uso de una especie de códigos para mostrar a otras personas que querían practicar sexo, y se hacía en lugares como un baño público, áreas de descanso, aparcamientos, etc. También se extendía el conocimiento de que había ciertas zonas donde se juntaba la gente para practicas cruising, y otros hombres acudían a merodear.
Actualmente resulta mucho más sencillo gracias a internet, pues existen numerosas comunidades online y foros donde tanto hombres como mujeres participan para organizar quedadas en lugares donde no ser descubiertos. Suele acudirse a lugares públicos, sobre todo al aire libre, como bosques, playas, parques, etc, siempre lugares apartados donde no haya otras personas. También pueden concertarse encuentros en casas o locales, no siempre al aire libre es la opción deseada.
Es común que el cruising se practique dentro de un coche, dando un plus de comodidad y discreción a la experiencia. Sin embargo, sea donde sea, el cruising tiene unas reglas, para indicar si se permite que otras personas miren o participen en la relación sexual. Así, no tiene por qué limitarse a dos personas, sino que espontáneamente pueden unirse otras y llevar a cabo una orgía, o simplemente lo practican dos personas y otras miran. Tanto en personas homosexuales (cruising) como en heterosexuales (dogging), puede comenzar como una práctica entre parejas formales que quieren vivir juntas una nueva experiencia, y pueden unirse a participar tanto hombres como mujeres.
Beneficios y riesgos del cruising
El cruising no es una práctica sexual mejor o peor que otras. Como todo tipo de experiencias en el sexo, dependen de los gustos y preferencias de los hombres y mujeres que lo practiquen. Los beneficios que aporta a las personas interesadas es que les permite vivir nuevas experiencias, especialmente a aquellos a quienes les resulta placentero el riesgo de ser descubiertos, o simplemente permitir que otros les miren. Además se puede combinar con otras prácticas, como el 'swinging' o intercambio de parejas.
Resulta muy atractivo para sus practicantes porque es una manera rápida y garantizada de tener sexo, y no existe ningún tipo de compromiso entre sus participantes. Lo que siempre hay que tener presente es que hay que respetar al resto de hombres y mujeres que están practicando el cruising y mantener los límites que ellos y ellas pidan. También hay que ser conscientes de que se está en un lugar público y se deben respetar las normas para evitar que personas ajenas al cruising se vean ofendidas o molestadas.
Entre los riesgos que existen al practicar cruising se encuentran los asociados a tener encuentros con personas desconocidas y también a estar en lugares públicos. Por ello se recomienda mantener el anonimato, y en las comunidades de internet donde se realicen las quedadas se utilizará una cuenta de correo exclusiva para ello. También se evitará llevar objetos de valor, porque hay personas que aprovechan los espacios de cruising para robar a las personas que lo están practicando, especialmente si se trata de un lugar al aire libre.
Por último, y más importante, hemos de tomar siempre precauciones contra las Enfermedades de Transmisión Sexual y utilizar preservativo si se va a llegar a la penetración o al sexo oral. Si para practicar sexo con personas que conozcamos siempre debemos utilizar preservativo, hemos de ser especialmente precavidos con las desconocidas, tanto en caso de relaciones homosexuales como heterosexuales, para evitar contraer o transmitir algún tipo de infección.