Todo el mundo sabe que cuando llega la primavera, 'la sangre se altera'. Los días se hacen más largos, los días de mucho frío quedan atrás, de repente las personas empiezan a utilizar menos capas de ropa porque el calor durante el día es bastante habitual... Y las ganas de sexo no pueden faltar en aquellas personas que se consideran sexualmente activas. En primavera, como en todas las demás épocas del año puedes encontrar algunas posturas sexuales muy llamativas.
Cuando estés disfrutando del sexo con tu pareja o con la persona que decidas que sea tu pareja sexual, te darás cuenta que no hace tanto frío y que las buenas temperaturas os incitarán casi sin daros cuenta a que practiquéis otras posturas sexuales. Si quieres descubrir algunas de estas posturas y ponerlas en práctica en los días de buen tiempo, solo sigue leyendo para descubrirlas.
Posturas sexuales para la primavera
La técnica de alineación coital
Una técnica conocida también como TAC es una postura sexual donde el movimiento maximizará el contacto con el clítoris, por lo que el placer estará asegurado tanto para hombres como para mujer. Aunque parece el misionero clásico porque el hombre está arriba y la mujer debajo, existe variaciones en la postura que hará que el clítoris pueda ser estimulado.
La mujer deberá colocar sus piernas alrededor de los muslos del hombre para que ambos puedan moverse hacia delante y hacia atrás mientras se presiona la pelvis masculina contra el clítoris de la mujer. La sensación será muy satisfactoria.
Variaciones de la TAC
Siguiendo la postura anterior existen algunas variaciones que también resultarán muy placenteras y que además, también ayudarán a que exista una postura sexual que maximice el contacto con el clítoris. Por ejemplo, la mujer se puede acostar boca arriba y poner sus rodillas en el pecho del hombre, pero las rodillas deberán estar juntas para que el roce sea máximo. Esta postura obligará a que el hombre empuje a una velocidad más lenta por lo que el disfrute será más largo.
También existe otra variación donde la mujer pone las piernas rodeando el cuello del hombre y éstas le presionarán en el pecho. El chico podrá hacer una penetración más profunda y, además, estará en un ángulo ideal para alcanzar el punto G femenino, ¡merece la pena probar!
Pero si en estas posturas el roce no es suficiente, entonces siempre estará disponible la opción de usar las manos para frotar el clítoris y estimularlo al máximo... ¡o usar un estimulador de clítoris!
La vaquera
Cambiando la posición del misionero y sus variantes, en la vaquera el hombre se acostará boca arriba y será la mujer quien se siente encima del hombre, asegurándose que se sienta introduciéndose bien el pene en la vagina. En esta postura puede estar mirando hacia adelante o de espaldas al rostro de su pareja.
Una idea muy excitante es girar alrededor de ella misma con el pene introducido en la vagina mientras frota su clítoris. Después, tendrá que cabalgar para una excitación mutua máxima. En esta postura se puede alcanzar el punto G y además ambos tendrán las manos libres para estimular el clítoris.
El asiento del amor
Esta postura puede ser realmente excitante tanto para el hombre como para la mujer. El hombre deberá estar sentado en una silla o en la cabecera de la cama, la mujer deberá arrodillarse delante de él pero de espaldas a su rostro, y sentarse en su pene de tal manera que su espalda esté en contacto con el pecho de él.
En esta postura se deberá alternar el movimiento hacia arriba, hacia abajo con el movimiento de balanceo hacia adelante y hacia atrás. De esta manera se podrán maximizar las sensaciones para ambos. Además tanto el hombre como la mujer tienen las manos libres para poder estimular el clítoris y que las sensaciones sean mucho más placenteras.