El sexo es uno de los motores que mueve las relaciones humanas y una parte fundamental en una relación de pareja. Cuando se lleva mucho tiempo con alguien, se puede caer en la monotonía y perder la chispa pasional, motivada por muchísimos factores que van desde el cansancio de una de las partes de la pareja o, simplemente, el hacer siempre lo mismo en la cama.
El sexo y las relaciones sexuales, ante todo, no tienen que ser aburridas y, a través del kamasutra, se puede innovar en cada encuentro sexual. El kamasutra es uno de los libros más antiguos que existen y, en sus 36 capítulos, exponen más de 64 posiciones sexuales para disfrutar al máximo del arte del sexo. Uno de los pilares en los que se basa el kamasutra es el placer, el único fin de una relación sexual. El kamasutra abarca desde el cortejo inicial y los preliminares hasta el orgasmo y, a través de las diferentes posturas, se pueden descubrir cuáles son los puntos más sensibles de la pareja para que sienta más placer en el acto sexual, disfrutando del sexo y de las relaciones sexuales en un nivel mucho más profundo. Hay posturas que están destinadas específicamente para el placer masculino, otras para el femenino y algunas para ambos. El pájaro prisionero va dirigida directamente a la mujer y al orgasmo femenino.
El pájaro prisionero
El pájaro prisionero es una de las posturas sexuales que más estimula el punto G. Además, es una posición muy sencilla de realizar y que aporta muchísimo placer a las dos partes de la pareja, acelerando el orgasmo.
La chica se tiene que tumbar en la cama boca arriba (con una almohada si se quiere estar más cómoda) y tiene que levantar las piernas, encogerlas y llevarlas hacia su pecho. El chico, se tiene que poner de rodillas delante de ella y poner sus pies en el pecho, aguantando las piernas. Una vez que se está en posición, solo queda la penetración.
Es una postura sexual muy recomendable para alcanzar el orgasmo. La clave está en que, al tener la chica inclinada la pelvis por tener las piernas flexionadas, el pene está de una manera concreta colocado, haciendo que la penetración sea muy profunda y rozando el punto G de la pareja. Además, también se puede intensificar el doble el placer del hombre. La mujer, con solo juntar más las rodillas o apretando los muslos, ejerce una mayor presión en el pene que, traducido en términos sexuales, intensifica por dos las sensaciones.
Aunque sea una postura sexual pensada principalmente para una relación sexual heterosexual, también se puede adaptar a una relación lésbica. Lo único que hace falta para practicar esta posición sexual es disponer de un juguete sexual y pueden practicarla las dos, turnándose una detrás de otra, ya que el único fin de esta postura sexual es estimular el punto G femenino.
Es una de las posturas sexuales más cómodas para practicar porque no requiere ningún tipo de equilibro ni de habilidad física excesiva, así que es ideal para los novatos que quieren experimentar en el sexo. Por tanto, se puede estar mucho tiempo realizando esta postura, hasta que alguien se canse o se llegue al orgasmo. Además, es una posición perfecta para mantener el contacto visual con tu pareja, ideal para forjar un vínculo emocional más íntimo y especial, aparte del aumento de excitación de las dos partes.
Punto G
Estimular el punto G es fundamental para que la mujer llegue al orgasmo y, aunque parece sencillo, muchas personas no saben aún encontrarlo. El punto G se encuentra en la pared frontal vaginal y, su estimulación, produce una sensación que se confunde con las ganas de orinar, culminando con la eyaculación y el orgasmo.
Hay otras formas de estimular el punto G, además de a través de posturas sexuales. Con la estimulación del clítoris se facilita su detección y, aumenta notablemente la sensibilidad de la zona solo realizando movimientos lentos y circulares con el dedo o la lengua. Pero, si se quiere innovar y pasar un rato más "divertido", lo ideal es utilizar juguetes sexuales que elevan el placer, como un dildo, para hacer las relaciones sexuales más excitantes y para probar cosas nuevas.
Otras posturas
Además de la postura sexual del del pájaro prisionero, hay muchas más posturas en el kamasutra que estimulan el punto G y que van dirigidas al placer femenino y el orgasmo. Una de ellas es la posición del perrito, que facilita una profunda penetración. Otra postura sexual muy excitante sería la posición de la mariposa, donde la chica se coloca en el borde de la cama y el chico, de pie, le realiza la penetración, igual de profunda que las anteriores.
Ya no hay excusa para disfrutar al máximo del sexo y no caer en la monotonía. A través de las posturas sexuales, la relación de pareja se puede fortalecer y el sexo se puede convertir en vuestro momento favorito del día, donde poder experimentar cosas nuevas y poder descubriros más en profundidad, sacándole el máximo partido a tus relaciones sexuales.