Las relaciones sexuales son una parte fundamental de la pareja y es necesario que cada día esté lleno de pasión, de amor y que ambas se unan para crear un ambiente de buen sexo, de placer y de diversión de la pareja. Al principio de la relación, la pareja se desea apasionadamente y cualquier postura o cualquier tipo de relaciones sexuales pueden llevar al éxtasis pero a medida que va pasando el tiempo hace falta innovar en las posturas sexuales.
Hay una serie de posturas sexuales que son conocidas por la mayor parte de la sociedad o por su totalidad y son las que usan casi todas las parejas pero hay multitud de ellas. El Kamasutra puede ser de gran ayuda para reavivar la llama y no caer en la rutina. Obviamente, es muy importante practicar las posturas sexuales que gusten a ambos miembros de la pareja ya que el objetivo prioritario a la hora de mantener relaciones sexuales es que los dos protagonistas queden completamente satisfechos y disfruten de la experiencia.
Es por ello que en este artículo se van a detallar las claves para poder disfrutar plenamente del abrazo del panda, una de las posturas sexuales más placenteras que ofrece el Kamasutra a las parejas más aventureras en lo que al sexo respecta. El abrazo del panda es una postura en la que disfrutan ambos miembros de la pareja pero que tiene como miembro activo al hombre y como miembro pasivo a la mujer. A continuación, todos los detalles sobre esta alternativa para no caer en la rutina.
¿Qué hay que saber sobre el abrazo del panda?
El abrazo del panda es una postura sencilla aunque antes de practicarla hay que llevar a cabo la estimulación de la vagina para que la zona se lubrique correctamente antes de ponerse en posición para introducir el pene. Antes de llevar a cabo esta postura del Kamasutra es recomendable jugar un poco con la pareja, establecer unos preliminares para que ambos miembros entren en situación y las zonas genitales se pongan a punto para mantener relaciones sexuales.
Para poder realizar el abrazo del panda, el hombre y la mujer deben ponerse frente a frente pero la cabeza del hombre frente a los pies de la mujer y la cabeza de la mujer frente a los pies del hombre. Cuando la zona de la vagina esté lo suficientemente lubricada, la mujer debe plegar las piernas introduciendo una por debajo del cuerpo del hombre y otra por encima para que se pueda llevar a cabo la penetración.
Esta postura del Kamasutra permite al hombre tener unas vistas excepcionales ya que enfrente tendrá las nalgas de la mujer y sus manos quedan libres para poder llevar a cabo multitud de caricias. Si la mujer lo desea, el hombre puede intentar penetrar su ano con el dedo. El realizar una penetración anal con el dedo puede llevar a la mujer a alcanzar el éxtasis ya que las terminaciones nerviosas de la zona del ano y de la vagina están muy relacionadas. Una buena técnica con el pene y los dedos puede ser muy placentera.
El papel de la mujer puede ser la de quedarse quieta disfrutando de las embestidas del hombre y disfrutar del sexo de forma pasiva o, por el contrario, acompañar las penetraciones de la pareja con movimientos de cadera que proporcionen un mayor placer. Además, puede aprovechar para masajear o para jugar con la zona comprendida entre los muslos y los pies. No es la mejor posición para que la mujer pueda aplicar un mayor placer al hombre pero pueden aparecer alternativas.
El abrazo del panda es una de las posiciones que están pensadas para que la mujer sea la que reciba la mayor cantidad de placer. Lo mejor que puede hacer es olvidarse de todo y disfrutar de un sexo de calidad con su pareja.
Es una postura del Kamasutra en la que la penetración es sencilla si la vagina está bien lubricada ya que la posición del cuerpo de la mujer permite que el pene pueda entrar y salir sin ningún tipo de resistencia. Hay que extremar las precauciones a la hora de colocarse ya que, aunque es sencillo llevar a cabo el abrazo del panda, si el hombre y la mujer no se colocan correctamente puede haber algún tipo de lesión muscular por la mala postura.
No hay que estar en la misma posición hasta que ambos terminen. Se puede alternar la postura del abrazo del panda con otras para que la relación sexual no sea tan monótona y sea más activa por parte de ambos.
En esta ocasión, la postura requiere una mayor actividad del hombre por lo que es recomendable combinarla con otra en la que sea la mujer la que lleve el papel dominante y el control de la situación. Si ambos participan y cuentan con ambos papeles (el de actividad y pasividad), el sexo será de mayor duración y más placentero.