Es normal que te sientas un poco nervioso si vas a tener sexo por primera vez. Como no lo habrás hecho antes, probablemente te preguntes si te va a doler, cómo debes comportarte o cuáles serán las posturas con las cuales ambos os sentiréis más cómodos y sentiréis el máximo placer. En el caso de los hombres se llegará a este estado con la eyaculación llegando tanto ellos como ellas en algún momento al orgasmo.
Sin embargo, es importante que tengas en cuenta que es normal que la primera vez que hagas el amor no llegues al orgasmo o a tener este placer que tanto has esperado. En el caso de los hombres también es posible que tengan la eyaculación mucho antes de lo que esperaban, por lo que quizás no será como esperaban.
Una manera para poder evitar en cierta medida que esto suceda será buscando una posición del cuerpo con la cual se sientan cómodos, pero que tampoco no les haga tener una eyaculación antes de lo que esperaban. En el caso de las mujeres también es probable que en ciertas posturas se sientan más cómodas que otras, sobre todo la primera vez que vayan a hacer el amor, puesto que pueden sentir cierto dolor al perder la virginidad, por eso las diferentes maneras de poner las piernas y los brazos les ayudará a sentirse más cómodas tanto a ellas como a ellos.
Descubre cuáles son las posturas con las que puedes sentirte más cómodo la primera vez que vayas a tener sexo y cómo deberás colocar los brazos y las piernas con tal de que podáis obtener el máximo placer posible, incluso hasta pudiendo llegar al orgasmo.
Una de las posturas clásicas: el misionero
Esta es una de las posturas más populares, puesto que es la cual en la que ambos podéis sentiros más cómodos, sobre todo durante la primera vez, ya que puede que la mujer sienta dolor en la vagina al perder la virginidad y el hombre podrá introducir el pene en ella con mayor facilidad, al ser él quien se encuentra encima.
En esta postura para el sexo la mujer está tumbada boca arriba con las piernas abiertas, quedándole los brazos libres. La apertura de las piernas dependerá de cómo se sienta más cómoda ella y también facilitará al hombre poder introducir su pene para hacer el amor. Él se colocará encima mirando hacia a ella. Los brazos los utilizará para apoyarse y hacer más fácil la penetración.
El esfuerzo a la hora de hacer el amor recae en él si se realiza esta postura, por lo que probablemente sea el hombre quien pueda controlar más la intensidad. Debe tener en cuenta que si es la primera vez para ella quizás sienta dolor al introducir su pene en su vagina, por lo que deberá hacerlo con mayor cuidado y mantener un ritmo según el cuál la mujer pueda sentirse cómoda durante todo el rato.
Esta postura del cuerpo suele ser muy placentera para ambos y el hombre tendrá facilidad para poder introducir el pene en la vagina, por lo que es probable que obtenga el placer con rapidez, haciendo que llegue al orgasmo y tenga una eyaculación antes de lo que se esperaba, sobre todo si es la primera vez que hace el amor. Por lo tanto, una de las maneras para que pueda controlarlo será que cambien de postura, encontrando otra con la que ambos se sientan cómodos y puedan obtener el máximo placer durante las relaciones, incluso quizás el orgasmo.
Ella encima para que tenga un mayor control de los movimientos
Como en el caso de las mujeres puede que sea un poco dolorosa la primera vez que tengan sexo, una de las maneras con las cuales puedan controlar la entrada del pene en la vagina es situándose ellas encima. De este modo podrán controlar también el ritmo, la posición de su cuerpo y parar cuando les sea necesario.
Para esta postura él se colocará en la cama con el cuerpo tumbado boca arriba con las piernas ligeramente cerradas. Los brazos le quedarán libres, por lo que podrá utilizarlos para acariciar a su pareja si lo desea. Ellas se sentarán encima con las piernas abiertas y pueden utilizar los brazos para apoyarse en la cama o en su pareja.
No obstante, no existe la postura perfecta para hacer el amor y mucho menos si es la primera vez para uno de los participantes o para ambos. Lo importante es hacerlo con una persona con la que se tenga confianza y siempre con protección. De este modo se podrá realizar la postura con la que ambos se sientan más cómodos y puedan conseguir el máximo placer o orgasmo, teniendo siempre en cuenta que los dos se sientan a gusto y estén disfrutando de la experiencia el máximo posible.