Una buena postura en la cama a la hora de practicar sexo con tu pareja, es la diferencia de disfrutar plenamente del sexo o simplemente estar practicándolo. Existen multitud de posturas en el libro del Kamasutra para poder experimentar el orgasmo siempre que se hace el amor.
La clave: no obsesionarse con el orgasmo
Se ha de conocer un dato muy importante: las mujeres son mayoritariamente clitorianas. Datos concretos dicen que el 75% de las mujeres que llegan al orgasmo es a través de la estimulación del clítoris. Por ello es importante conocer cuáles son las posturas más placenteras para llegar al orgasmo clitoriano.
La diferencia del orgasmo clitoriano y del orgasmo vaginal
Existen dos tipos de orgasmos femeninos, aunque cada mujer puede llegar al orgasmo de distintas formas, dependiendo de la sensibilidad de su cuerpo. En líneas generales existe el orgasmo vaginal y el orgasmo clitoriano. Se diferencian muy fácilmente: durante el acto los orgasmos pueden ser simultáneos pero el placer que proporciona es distinto. El orgasmo clitoriano, que se logra con el roce y estimulación del clítoris, se puede describir como una montaña: el placer es breve pero muy intenso, se llega al punto álgido, que sería la cumbre de la montaña, y cae en pocos segundos.
Por otra parte el orgasmo vaginal se logra con la estimulación del Punto G, que se encuentra a unos 4 ó 5 centímetros de la entrada de la vagina. Se puede experimentar este orgasmo vía penetración, y el placer se puede describir como una meseta: se llega al orgasmo y se disfruta mucho más tiempo que el clitoriano, pudiendo llegar a durar unos minutos, aunque no es tan intenso como el anterior.
Diferencia el orgasmo vaginal del clitoriano
Posturas para la mujer clitoriana
Hay muchas posturas con las que se puede alcanzar el orgasmo clitoriano y en ninguna de ellas interviene el tamaño del pene, ni la penetración, aunque facilita la excitación y se puede llegar a tener un multiorgasmo.
- 'El misionero', para las más clásicas, es una postura muy placentera además de romántica. Tu pareja y tu estaréis frente a frente: la mujer tumbada boca arriba y con las piernas abiertas. Dependiendo del grado de penetración que se desee se puede cerrar más o menos las piernas, y subirlas o bajarlas. Esta postura permite un mayor roce del clítoris, y si no se puede lograr deslizando tú o tu pareja la mano hacia el punto.
Truco: para una penetración más profunda se puede colocar un cojín debajo del culo, así se alza un poco las caderas y se logra una mayor penetración.
- 'La andrómeda': esta es otra de las posturas más conocidas. Es totalmente distinta a la anterior, en este caso la mujer se encuentra encima del hombre con las piernas a cada lado del cuerpo del hombre. La mujer tiene más libertad de movimiento y de penetración, y con esta postura se estimula 100% el clítoris, ya que nosotras controlamos el roce y de esa misma manera el orgasmo. En el caso de no lograrlo, nuestro chico puede estimularlo manualmente.
Truco: dependiendo del ángulo que tome tu cuerpo se puede estimular más o menos el Punto G, por si se quiere experimentar los dos tipos de orgasmos.
El misionero y la andrómeda son posturas clásicas
Truco: el hombre también puede ayudar a la mujer con la fuerza de sus brazos guiando los movimientos de ésta. Así iréis acompasados y podéis lograr un orgasmo conjunto.
- 'El perrito' : en ésta no se logra una estimulación directa del clítoris, pero como el hombre no usará sus manos para nada más, puede estimularlo. También puede acariciar los pechos y la mujer puede experimentar un orgasmo múltiple y variado.
Truco: para que esta postura se disfrute plenamente se puede exagerar todo el acto. Dará mucho placer a ambos saber que sois capaces de excitar tanto a tu pareja.
'El perrito' y 'la doma' no estimula directamente
Truco: la mujer puede realizar movimientos pélvicos. Además, mantener las piernas juntas causa fricción en el clítoris durante el coito hace más sencillo alcanzar el orgasmo.
Éstas son solo algunas de las posturas que ayudan a las mujeres a experimentar en la mayor parte de las ocasiones que realicen el acto sexual el orgasmo.