La educación sexual es un proceso de educación que se aplica a niños y adolescentes durante su paso por la escuela, ya sea primaria o secundaria. Una labor de gran importancia porque su objetivo principal es proporcionarles información y un mayor bagaje de conocimientos sobre un tema al que se tendrán que enfrentar en un futuro. Los aspectos sobre los que trata la educación sexual son variados, no solo hace referencia a los aspectos físicos de la sexualidad, sino también a los psicológicos, sociales y cognitivos.
Según datos oficiales de la UNESCO, a nivel mundial, es escaso el porcentaje de jóvenes y niños que tienen información exacta y realista de la sexualidad. Así, solamente un 34% de los jóvenes pueden hablar del VIH, explicando los métodos de prevención y de transmisión de dicha enfermedad sexual. Un dato escaso para el porcentaje total de jóvenes en el mundo y que debe mejorarse a través de la educación sexual.
Por ello, la educación sexual tiene un papel fundamental en la salud y el bienestar tanto de niños como de jóvenes. Así, es importante la labor que tiene este tipo de educación en escuelas, ya que permite prevenir a los estudiantes de decisiones relacionadas con su sexualidad que pueden acabar siendo negativas para su salud. Además, la adolescencia es un momento clave para informar sobre estos temas, siendo una etapa en la que la sexualidad se redefine y pasa a una nueva fase.
Lo adecuado para una correcta educación sexual es comenzar con temas ligeros y fáciles de entender para los niños. Es esencial empezar con ella en la primera infancia, ya que es el momento en el que los niños comienzan a comprender todo aquello que se les cuenta. Para ello, es importante que sean los padres, dentro de su entorno familiar, los que comiencen a introducir información sobre la educación sexual. Con este pequeño paso se conseguirá que, poco a poco, se puedan ir aumentando las dosis de información y los niños adquieran más conocimientos.
Una vez entrados en la etapa de la niñez y la adolescencia, también es importante que la educación sexual pase a darse en las escuelas e institutos, sin dejar de lado la educación en casa. Además, al complementar los conocimientos adquiridos en casa, siendo fundamental el papel de los padres, con la información de expertos formados en educación sexual, se llegará a cubrir una mayor cantidad de temas y problemáticas, dando lugar a distintos puntos de vista y permitiendo tener respuesta a las preguntas que puedan aparecer.
Temas a tratar con la educación sexual
Así, son muchos los temas que se puedan tratar a la hora de aplicar una educación sexual en colegios e institutos y, además, se deben adaptar las conversaciones y las enseñanzas a cada edad, utilizando las palabras adecuadas y los conocimientos que más efecto pueden tener en los niños y jóvenes. Muchos especialistas en educación sexual establecen que desde la infancia pueden tratarse algunos temas no solo en las escuelas, sino también dentro de sus familias.
Por ello, durante la infancia se puede comenzar a hablar sobre la diferencia de sexos o cómo sucede el embarazo y el posterior nacimiento. Permitiendo introducir, poco a poco y conforme crecen los niños, temas más variados incidiendo en las propias relaciones sexuales: anticonceptivos, el funcionamiento de su propio cuerpo, las relaciones íntimas, las enfermedades de transmisión sexual... Sin embargo, no todo lo relacionado con la educación sexual se refiere a las propias relaciones sexuales y el cuerpo, sino que también se pueden incidir en otros temas :
- Mejorar la autoestima y la valoración personal.
- La importancia de expresar las emociones libremente y mostrar un apego.
- El comportamiento adecuado en las relaciones amorosas.
- La identidad y la orientación sexual.
- La importancia de mantener relaciones en igualdad y respeto.
- El diálogo y la comunicación como una clave para solucionar los problemas.
- La necesidad de tomar decisiones de manera consciente y responsable.
Beneficios de la educación sexual
Una buena educación hará que la vida de los adolescentes se vea mejorada y tendrá efectos positivos en sus relaciones presentes y futuras. Permitirá que dejen de lado las dudas que les puedan aparecer, al conocer las respuestas, y será una técnica que construirá una personalidad adecuada para su futuro en la sociedad. Por ello, la educación sexual:
- Empodera a los niños dotándoles de conocimientos que les serán necesarios para poder desarrollarse hasta pasar a ser adultos.
- Permite que los niños y jóvenes se respeten a sí mismos y respeten a los demás.
- Hace que las relaciones que los adolescentes mantienen sean mucho más sanas y salgan de la toxicidad y el control.
- Les permite conocer distintas situaciones en las que pueden verse vulnerables, como conductas sexuales negativas y que pueden perjudicar a su salud.
- Previene a los adolescentes ante las Enfermedades de Transmisión Sexual, dotándoles de información suficiente para poder tomar las precauciones necesarias.
Además de aportar distintos conocimientos que pueden ser beneficiosos para el propio adolescente y para las relaciones sociales y afectivas que mantienen, la educación sexual también es importante para prevenir situaciones que se dan en todo el mundo, como el matrimonio infantil, que evita que sigan optando a una educación de calidad. Concienciando sobre tomar una serie de medidas necesarias, también puede ayudar a evitar y reducir las posibilidades de un embarazo precoz, una situación que limita el correcto desarrollo de las adolescentes y que puede afectar notablemente a su salud.