La pandemia ha cambiado por completo nuestra forma de vivir. La facilidad de transmisión del virus durante cualquier contacto social, ha hecho que todos nuestros hábitos se hayan visto alterados como consecuencia de la prevención de la Covid: Ir al trabajo, salir a tomar algo con los amigos o tener relaciones sexuales es ahora un concepto diferente al que teníamos a principios de 2020.
Aunque muchas parejas han conseguido reforzar su relación, lo cierto es que la mayoría de parejas se han visto en situaciones muy difíciles, ya sea por la distancia derivada de los confinamientos en las parejas no convivientes, la presencia de los hijos en casa o por los problemas económicos, muchas parejas han sufrido fuertes crisis que han acabado con sus relaciones.
Los efectos del confinamiento fueron diferentes
A pesar de que al inicio de las restricciones se habló de un posible 'baby boom', la inestabilidad laboral y económica derivada de las constantes prórrogas del estado de alarma y los confinamientos han provocado el efecto contrario. En 2020, España registró la cifra de natalidad más baja desde 1941, año en el que se comenzaron los registros en nuestro país.
La revista científica 'International Brazilian Journal of Urology' ha publicado un estudio relacionado con el impacto de la pandemia de Covid-19 en el comportamiento sexual y que analiza los hábitos sexuales de la población española, italiana e iraní tras la llegada de la pandemia teniendo en cuenta las diferencias sociales de cada uno de los países.
La posibilidad de infectarse de Covid al mantener relaciones sexuales es bastante alta debido al contacto de los cuerpos no solo en el acto sexual en sí, sino también en lo que le rodea como besos, caricias, abrazos... por lo que muchas personas decidieron extremar las precauciones a la hora de mantener un encuentro sexual.
Cambian los conceptos
El estudio asegura que la emergencia sanitaria ha cambiado por completo la concepción de la pareja y sus relaciones por diferentes razones, así como un mayor consumo de contenido pornográfico, que vendría a reflejar el nuevo contexto de las relaciones sexuales. La investigación apunta también a un aumento del riesgo de disfunción sexual, aunque podría no estar relacionado con el impacto de la pandemia debido a la complejidad de la sexualidad humana.
La publicación también afirma que es pronto para analizar algunas cuestiones que deberán examinarse a largo plazo, pero vaticinan que en los próximos meses y años se producirán cambios en las relaciones a todos los niveles como consecuencia de la adaptación de nuestras vidas a la Covid y que estos cambios se mantendrán mucho tiempo después de que hayamos vuelto a la normalidad que conocíamos antes de la pandemia.
Otro estudio, publicado por la revista científica Leisure Sciencies en junio de 2020, revela que de los 1559 entrevistados, solo un 43,5% de los participantes en el estudio experimentaron un descenso en la calidad de su vida sexual, mientras que un 42,8% habría mantenido los mismos hábitos y el 13,6% restante habría experimentado una mejor en la calidad de su vida sexual.
La innovación, una de las claves
Esta investigación demuestra que una parte de la población habría incluido nuevas prácticas en sus relaciones sexuales :
- Intentar posturas nuevas
- Cumplir fantasías sexuales
- Masajes eróticos
- BDSM (un conjunto de prácticas sexuales que incluyen la sumisión, la dominación, los castigos para enseñar disciplina...)
La inclusión de estas prácticas habría condicionado la mejora de su vida sexual.
La tecnología ha irrumpido
Otro de los factores determinantes de la pandemia ha sido la intrusión de la tecnología en nuestras vidas, también en el ámbito sexual. Durante el confinamiento se disparó la venta de juguetes sexuales y el consumo de pornografía. Las aplicaciones de encuentros sexuales trataron de adaptarse para ofrecer a los usuarios nuevas formas de interacción, ofreciendo incluso la opción de videollamadas, aunque es cierto que mucha gente no fue tan responsable como debería y continuaron los encuentros sexuales presenciales. En este sentido, el estudio de la International Brazilian Journal of Urology, recomienda mantener relaciones monógamas para evitar exponer a más personas, y que siempre se aseguren de que ninguno de los dos tiene síntomas o tiene una profesión de riesgo que le haga estar más expuesto de lo habitual.
Lo cierto es que aunque tengamos una relación monógama, muchas personas no podrán volver a tener una vida sexual como la que tenían antes de la pandemia, especialmente si han superado la Covid, ya que las secuelas más frecuentes son la fatiga y las dificultades respiratorias, por las que tendrán que mantener un seguimiento médico una de cada veinte personas que hayan sido positivas en Covid.
La falta de información, un obstáculo
La falta de información sobre cómo mantener relaciones sexuales de forma segura ha sido un gran problema durante la pandemia. En este sentido, Rosie, una enfermera de un hospital de Londres, explica que no es un tema del que se hable a menudo puesto que, el sexo en sí, es un tema tabú. Para tratar de paliar esta situación, crearon unos folletos que colocaron por el hospital para que los pacientes pudieran acceder a la información de una forma intima, y la idea fue un éxito.
"Muchas personas llegan al hospital y están sin aliento, fatigadas, incluso meses después de haber tenido síntomas de Covid. Se quedan sin respiración por el esfuerzo y la gente se olvida de que el esfuerzo no es solo salir a caminar o subir escaleras, esto también involucra la vida sexual, ya sea solo o en pareja", asegura Rosie.
Jessica Kirby, miembro de la British Lung Foundation, asegura que en 2020, más de 50000 personas visitaron su página web para buscar información sobre cómo afectan los problemas respiratorios a la salud sexual: "La dificultad en la respiración no tiene por qué ser un obstáculo en el sexo y las relaciones. Si empiezas a sentirte mal durante la relación sexual, intenta reducir el ritmo o descansar ", asegura la experta, que aconseja cambiar de posiciones durante la actividad sexual y evitar aquellas en las que se ejerza presión sobre el pecho.
Sea como sea, lo más importante es ser comunicativos con nuestra pareja y entender que quizá haya que cambiar algunas rutinas en nuestras relaciones para cuidarse y sentirse mejor. Tanto si tu pareja es habitual como si no, procura mantener una buena higiene, tanto antes como después del encuentro sexual, ya que esto será lo que reduzca el riesgo de contagio por Covid y otras enfermedades relacionadas con el ámbito sexual.