La intimidación es un comportamiento agresivo e intencional que implica un desequilibrio del poder y que se repite en el tiempo. La intimidación puede tomar muchas formas como por ejemplo: violencia física como golpes o empujones, intimidación verbal como insultos o burlas, intimidación social o emocional como exclusiones o hacer daño de forma emocional e incluso acoso cibernético como mensajes despectivos a través del correo electrónico o a través del Smartphone.
La intimidación verbal es la forma más frecuente de intimidación que suelen experimentar los niños y las niñas en las escuelas. En muchas ocasiones esta forma de intimidación puede implicar un lenguaje negativo que es de naturaleza sexual. A veces, este lenguaje sexual se refiere a la orientación sexual real o percibida de otra persona.
¿Qué es la homofobia?
La palabra 'homofobia' proviene del griego 'homo' que significa 'mismo' y 'fobia' que significa 'miedo'. Se utiliza para describir un miedo o una actitud negativa hacia las personas homosexuales (LGBT) . Puede tomar muchas formas, como insultos, discriminación o niveles más extremos de violencia e intimidación.
Desgraciadamente en nuestra sociedad aún existen muchos casos de personas que sienten homofobia y por culpa de esto, son muchas las víctimas de acoso escolar o bullying homosexual que intentan suicidarse.
La homofobia también puede ser sutil. Un adolescente que sufre este tipo de intimidación puede sentir que está siendo ignorado o tratado con menos respeto que al resto de sus iguales, aunque la homofobia también puede ser muy evidente.
Es una triste verdad, pero parece que hoy en día aún quedan muchas mentes que necesitan comprender que ser gay no es algo malo y que la homofobia es algo que debería quedar en el pasado. Si alguna vez has sufrido algún tipo de intimidación a causa de tu sexualidad, recuerda que tú no eres el problema, quienes tienen prejuicios son el problema.
Es necesario que sepas que la mayoría de personas homófobas actúan de esta manera debido a la ignorancia y al miedo, y en muchas ocasiones se trata más de una cuestión de inmadurez. Al igual que ocurre con cualquier otro tipo de acoso o bullying no debes callarte ni sufrirlo en silencio, ser gay no es algo malo, tener prejuicios contra las personas, sí lo es.
Si alguna vez has sufrido o estás sufriendo bullying homófobo, busca apoyo en tus personas de confianza y explícales qué está sucediendo. Ellos pueden ayudarte a intervenir en la situación o al menos, te ayudará a sentirte apoyado/a y reconfortado/a. Aunque no siempre es fácil ignorar los insultos verbales, es la mejor forma de proceder. Si actúas con confianza y seguridad en tu orientación sexual, el agresor homófobo se aburrirá y abandonará su conducta agresiva y dejará de molestarte.
Efectos en la salud
Cuando existe este tipo de acoso, no sólo afecta a la autoestima de una persona joven, sino que también afecta a su salud y bienestar emocional. Pero al vivir situaciones negativas, también puede tener un efecto negativo en el rendimiento académico con las consecuencias pertinentes. Este tipo de acoso puede incluir también amenazas para contar la condición sexual aunque no seas gay, lesbiana, transexual o bisexual.
La exposición a este tipo de violencia tiene efectos negativos en la educación y en la salud de los jóvenes. Para los jóvenes LGBT (Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales) pueden sentirse inseguros e incómodos en las escuelas o institutos por su orientación sexual. Esto puede generarles tensiones y que tengan un mayor riesgo de sufrir depresión, abuso de sustancias o conductas sexuales de riesgo.
Consejos para lidiar contra el bullying homófobo
Si estás sufriendo acoso o bullying homófobo lo primero que debes hacer es contarles a tus padres lo que ocurre e informar a la escuela o al instituto. Mantén un diario de todo lo que te ocurre y si te sientes incapaz de contárselo a tus padres o a la escuela o instituto, entonce s habla con un adulto de confianza para que te pueda ofrecer su ayuda. Si tienes buenos amigos, seguro que no te faltarán el apoyo o la ayuda que necesitas para poder salir hacia adelante, no estás solo/a.
Si te sientes capaz de hacerlo, será necesario que ignores la intimidación por parte del agresor, puedes comportarte de forma asertiva y hacerle ver que son ellos los que no entienden la realidad de las cosas. Es necesario que tengas en cuenta que si te comportas de forma agresiva te estarás poniendo en riesgo y tu seguridad es lo más importante todo el tiempo.
Si la persona que te está acosando te realiza amenazas o incluso es violento contigo, entonces deberás acudir a la policía para notificar de las agresiones que estás sufriendo. Hoy en día, en la policía existen unidades especializadas para poder hacer frente a este tipo de incidentes y seguro que podrás encontrar la ayuda que necesita.
Si estás siendo intimidado a través de correos electrónicos o a través de cualquier otro medio digital, es importante que tomes capturas de pantalla y que los guardes como muestras para mostrar a tus padres, a la escuela o incluso a la policía.
Desde la escuela se podría llevar a cabo talleres sobre la educación y orientación sexual y así ayudar a que las personas que atacan por ignorancia aprendan un poco más y se eduquen en valores. Cualquier comentario homófobo es una muestra de la ignorancia o de una mentalidad demasiado cerrada.
Consejos para los padres
Si eres un padre de un chico o chica LGBT debes saber que tus acciones y tu comportamiento ante estas situaciones tendrán un tremendo impacto en la salud mental de tu hijo/a adolescente. Ellos necesitan tu apoyo incondicional y tu cariño todo el tiempo, independientemente de cuál sea su orientación sexual.
Sin embargo, algunos padres reaccionan negativamente y esto sólo ocasionaría más estrés y conflictos en el hogar, algo que hará que los jóvenes LGBT estén en riesgo. Es necesario que los padres apoyen a sus hijos, que puedan hablar abiertamente sobre cualquier problema o preocupación y que exista una vigilancia hacia comportamientos que pueden indicar que tu hijo/a es una víctima de intimidación o violencia. Si sospechas que tu hijo está sufriendo acoso, es necesario tomar medidas inmediatas, en colaboración con el personal de la escuela y otros adultos de la comunidad.