El orgasmo es uno de los fenómenos más misteriosos y fascinantes del ser humano. El placer que provoca hace que la capacidad de tener más de un orgasmo cuando se practica sexo sea un sueño para muchos y muchas. Sin embargo, otros se conforman con la relación sexual convencional, y otros tanto no necesitan llegar a él para sentirse plenos sexualmente.
Cada persona es distinta y todas las formas de vivir el sexo en ese sentido son correctas. Pero si la posibilidad de que una mujer sea multiorgásmica está rozando la mitificación, aunque más mujeres de las que se piensan podrían aprender a tener varios orgasmos, en los hombres es un tema que ni siquiera es tan común. Pero en realidad sí que existen hombres multiorgásmicos: parece ser que el pene y los testículos son más misteriosos de lo que se pensaba.
La causa de que no parezca posible que un hombre sea multiorgásmico se debe a que no se suele hacer distinción entre el orgasmo y la eyaculación, cuando en realidad se trata de procesos distintos. Con paciencia y aprendizaje, el hombre puede ser multiorgásmico, al igual que la mujer y la buena noticia es que no se trata de una cualidad de unos pocos elegidos por la naturaliza, sino que, generalmente, todo hombre puede aprender a tener más de un orgasmo.
El orgasmo seco
El orgasmo es la culminación del pacer sexual después de la estimulación física, generalmente, de los genitales, en el caso del hombre, del pene, y a veces también de los testículos. Se trata de la penúltima fase del ciclo de respuesta sexual (deseo, excitación, meseta, orgasmo y resolución), y es el resultado de la acumulación de tensión sexual, que se descarga mediante la contracción muscular en la zona pélvica y también en otras partes del cuerpo, provocando una gran sensación de placer. Es regulado por el sistema nervioso autónomo, por lo que es una reacción involuntaria y no controlable. La eyaculación, por su parte, es el proceso de descarga del semen. Tiene lugar pocos segundos después del orgasmo, lo cual se debe a su importante función en la reproducción.
¿Qué es el período refractario?
Tras el orgasmo y la eyaculación viene el período refractario, que es un intervalo que varía de un varón a otro y que dura desde la eyaculación hasta que el hombre vuelve a excitarse y puede tener una nueva erección. Este período se hace más largo debido a la descarga de semen de los testículos, aunque depende de cada hombre: unos tardan mucho y otros pueden mantener dos relaciones sexuales seguidas con eyaculación sin problema. Aprender a controlar la eyaculación manteniendo el orgasmo disminuye enormemente ese período refractario y es lo que hace que el varón pueda seguir con la relación sexual, tener varios orgasmos y ser, por tanto, multiorgásmico.
El orgasmo sin eyaculación o descarga de semen se denomina orgasmo seco, y éste es el camino hacia conseguir ser multiorgásmico. Se puede tener un orgasmo sexo si al empezar a notar la presencia de éste se presiona rápidamente, antes de que comience la eyaculación, la zona del perineo, justo entre el pene, los testículos y el ano. Sin embargo, hacer esto puede resultar algo incómodo, además esto provoca la reabsorción del semen en la vegija urinaria, y a largo plazo el presionar la zona del perineo nos puede traer algún problema, por ello existen técnicas para aprender a controlar la expulsión del semen.
Aprender a ser multiorgásmico
Aunque el tantra es famoso por su capacidad de controlar la eyaculación con el fin de preservar la energía sexual, no es necesario seguir esta disciplina de manera férrea para aprender a tener un orgasmo seco, simplemente hay que aprender a conocer las sensaciones y reacciones propias. ¿Cómo? Mediante la autoestimulación del pene, es decir, la masturbación, para ir poco a poco conociéndose y entrenándose en el control del cuerpo.
El placer del orgasmo y de la eyaculación no son iguales, al principio los orgasmos secos no son tan intensos como cuando se tiene uno acompañado de eyaculación, pero con el tiempo esa sensación se irá extendiendo por el cuerpo y será más intensa. Hay hombres que no lo ven placentero, y otros sí, como decíamos al principio, todo depende de cada persona. No todo hombre disfruta siendo multiorgásmico y prefiere seguir practicando sexo de la manera tradicional.
Curiosamente, en una investigación de William Hartman y Marylin Fithian estos autores descubrieron que los gráficos de excitación sexual de hombres y mujeres multiorgásmicos, midiendo sus respuestas fisiológicas, eran similares. Por lo visto, el placer en el sexo es uno de los pocos aspectos en los que hombres y mujeres están de acuerdo. Sin duda todo es cuestión de ir conociéndose más en profundidad y así saber dónde están los puntos de máximo placer del cuerpo.