Hacer el amor por primera vez

La primera vez que se tienen relaciones sexuales es un momento muy importante en la vida, pero que se teme mucho. Y es normal, en realidad no tenemos mucha información sobre lo que va a pasar y lo que no, es algo desconocido, generalmente nos avisan de que va a salir mal o producir dolor, y que los nervios echarán por tierra. Lo que más preocupa a los y las jóvenes es no estar "a la altura", es decir, que todo salga bien, la erección se produzca rápido, se mantenga, la eyaculación a su debido momento, la vagina debe estar bien preparada, y además todo debe parecer una película de la televisión. Si algún miembro de la pareja no se comporta como se espera, se tomará como un auténtico fracaso y humillación, ¿verdad? Pues la verdad es que no, que no puede ser como tenemos pensado en la cabeza, pero que tampoco tiene que ser un desastre.

El principal obstáculo que hay de cara a hacer el amor por primera vez es, simplemente, el miedo por la falta de conocimiento. Por eso, es muy importante que los y las jóvenes reciban una educación sexual adecuada, que pregunten, que no teman, que sepan colocar el preservativo, saber poner límites, que sepan a qué se exponen y a qué no, cómo funciona la eyaculación y el orgasmo, etc.

Debes estar tranquilo y relajado

Tranquiliza mucho hablar y preguntar antes a algún amigo o amiga de confianza que ya haya perdido la virginidad y tenga algo de experiencia en hacer el amor. La pena es que muchas veces nos meten miedo porque nos cuentan su primera vez con cierto tono amargo, así que recordadles que sólo queréis saber la parte buena, para aprender, no para esperar lo peor.

Los momentos previos

Como la primera vez que se tienen relaciones sexuales somos un matojo de nervios, debemos cuidar muy bien los llamados preliminares. Eso significa, simplemente, que tenemos que ir despacio, poco a poco, ganando confianza. Tanto si es un hombre y mujer, o una pareja homosexual, no podemos pretender quitarnos la ropa, tirarnos en la cama e ir a la penetración, porque eso es algo que, por mucha experiencia que tengas en el sexo, no es así. La mayoría de la gente comienza el sexo con besos, caricias, masturbándose, sexo oral, etc. Porque ahí empieza la relación sexual: hacer el amor no consiste en la penetración, pero también entendemos que la primera vez se quiera aprender a tener sexo con penetración.

Es importante que vayas paso a paso

Id paso a paso, y no lleguéis hasta el siguiente hasta que no os sintáis seguros, y si hay que estar más rato, se está. Besarse, tocarse, acariciar todo el cuerpo, conocer la anatomía de la otra persona, mirar, oler, etc., son básicos para llegar a la fase de excitación. Cuando notes que te excitas más, puedes ir continuando quitando más ropa, o tocando los genitales de tu pareja, o dejando que él o ella toque los tuyos. Pero para eso necesitáis haber calmado los nervios y haber estado un rato previo, por ejemplo, besándose y acariciándose.

Poner el preservativo

Para colocar el preservativo es necesario que el hombre tenga el pene erecto. Si no lo está, no es momento de intentar una penetración, así que hay que continuar relajándose. La mejor manera es estimulando la erección masturbándole, puede hacerlo él o pedirle a su pareja, hombre o mujer, que lo haga. Ésta no tiene por qué querer hacerlo, pero si quiere probar, que le pregunte a él sin ninguna vergüenza cómo le gusta. Eso genera, además más confianza, saber que estáis aprendiendo a hacerlo juntos y es tan placentero como la penetración misma.

Después colocaréis el preservativo tal y como dicen las instrucciones, y si necesitáis varios para probar, se hace. Es cuestión de practicar y con el tiempo será más sencillo. Aquí no queremos hacer las cosas rápido, un condón mal colocado puede traer una ETS o un embarazo no deseado.

Con el tiempo poner un preservativo te resultará más sencillo

¿Sólo hay que mansturbar al hombre? No, ambas partes necesita estimulación, puede dársela ella misma o él, masajeando el clítoris, despacio, con el dedo. Despacio y suave, apretar más no causa placer. Si ella se excita, relaja los músculos de la vagina y secreta flujo vaginal, imprescindible para una penetración exitosa. El sexo oral también puede ayudar, pero no todo el mundo sabe realizarlo si no tiene experiencia. Es cuestión de querer probar.

La penetración

Nos centraremos en parejas heterosexuales para explicar esto. La postura básica para la penetración es la del misionero, es decir, la mujer se acuesta en la cama boca arriba con las piernas abiertas, y el hombre se echa encima de ella boca abajo. Para facilitar la penetración, es mejor que las piernas estén ligeramente levantadas y flexionadas, como cuando estás en la consulta del ginecólogo. Así, él verá mejor cuál es la entrada de la vagina, porque el pene no entra solo con colocarse los dos en la postura: hay que buscar la entrada. Es más fácil si ella dirige el pene con su mano hacia la vagina, y cuando lo haya colocado en el lugar exacto, él empuje despacio.

La chicas tienen mucho miedo a la penetración

Parece fácil, pero no lo es. Las chicas, generalmente, tienen mucho miedo al dolor, a un posible sangrado y a la rotura del himen. Pero la realidad es esta: el himen puede que ya este roto, y aunque se rompa ahora, no se nota: es tremendamente fino, no duele. No todas las chicas sangran la primera vez que tienen relaciones sexuales, así que tampoco temas, aunque si quieres colocar una toalla en la cama por si acaso, también está bien. No es una menstruación es poca cantidad. Con respecto al dolor, éste se produce si la vagina está tensa. ¿Y por qué se tensa? Por los nervios, por eso es muy importante estar relajada y haberse mansturbado para facilitarlo. Sin embargo, ese dolor es más como una presión, y aparece poco a poco, así que en cuanto lo notes, puedes mandar que paréis y no te causará mayor trauma.

Tanto en hombres como en mujeres, si tenéis miedo al dolor de la penetración, practicar antes con un juguete sexual ayuda mucho. Te ayuda a conocer cómo funciona tu cuerpo, cómo obtener placer y a sentirte más segura o seguro de cara al "momento de la verdad".

También se puede hacer al revés, echándose el hombre en la cama boca arriba, y la mujer encima de él, con las piernas abiertas, de rodillas y "sentándose" encima de él. Lo que haría ella es dirigir cuándo y a qué ritmo introducir el pene en su vagina. Si le duele o molesta, para, si no, continúa.

Déjate llevar por la intuición

El problema para ambos vendrá en saber cómo actuar una vez esté el pene dentro, ¿es sólo sacar y meter el pene? ¿Hay que moverse de alguna manera? ¿Debo reprimir la eyaculación o dejarme llevar? Haced caso de vuestra intuición, es la primera vez, con hacer el movimiento de meter y sacar, esté el o ella encima, bastará. Al poco rato sabréis si queréis hacerlo más despacio, más rápido, sacando más o menos parte del pene, etc.

El orgasmo y la eyaculación

Una regla básica para no pasarlo mal el día de hacer el amor por primera vez es no esperar controlar el orgasmo. Los chicos pueden tener la eyaculación a los pocos segundos o minutos de empezar, ¿qué problema hay? La otra persona puede intentar tener un orgasmo por medio de la masturbación o el sexo oral. Otros chicos no son capaces de hacerlo, no eyaculan. Pues puede mansturbarse después, o si continúa igual, dejarlo. En las chicas, es normal que no tengan un orgasmo en su primera vez, es lo mismo que los chicos, si son capaces de tener orgasmos con la mansturbación, que recurran a ella. Si no, no pasa nada. Es normal que eso ocurra porque ellas tienen menos información sobre su cuerpo y su sexualidad, pero acabarán conociendo todos los trucos necesarios para tener un orgasmo cuando quieran. Pero la primera vez no podemos tener una relación sexual como las que vemos en la televisión, que son utópicas y falsas.

El sexo no es solo penetración

El sexo no es sólo penetración. Si estáis muy nerviosos, podéis mansturbaros incluso individualmente, pero juntos. Así os conocéis, observáis y aprendéis. Claro, que esto tiene que ser con alguien con quien tengas confianza, sea una pareja en quien confíes. Si es una persona desconocida, no podemos generar ese ambiente seguro, y aunque la otra persona sí sea más experimentada en las relaciones sexuales, puede que nosotros no nos sintamos cómodos. O sí, nunca se sabe.

Después del coito

Debéis entender que, con el tiempo, aprenderéis a tener relaciones sexuales más relajadas, no le daréis tantas vueltas, aprenderéis a hacer nuevas cosas, controlaréis mejor vuestro cuerpo, etc. Cuando termine, podéis hablar sobre cómo os sentís, qué preferís hacer para otra vez, y ante todo, mantener una postura de cariño y empatía con la otra persona. Si te reprocha algo, no es una pareja de confianza, y deberíais cortar la relación sin ningún tipo de remordimiento. El sexo es para disfrutarlo, no para exhibirse ni impresionar a la otra persona. Siempre debe realizarse cuando las dos partes quieren y lo desean, y nos sentamos con seguridad.