Los gustos sexuales que tiene cada persona son muy particulares a la vez que distintos, ya que no suelen ser compartidos. Muchas veces, cuando nos acostamos con alguien, por un lado va la atracción física que esa persona nos pueda provocar y, por otro, el sexo. No siempre ambos términos están relacionados de manera satisfactoria, es decir, una persona te puede atraer mucho en un primer momento pero luego ves que no hay compatibilidad en la cama. ¿Te gustaría poder acertar en un 100%? En unos años será posible. Existen personas que tienen una filia sexual particular: la robofilia o tecnosexualismo.
¿Qué son la robofilia y el tecnosexualismo?
Utilizamos estos términos para referirnos a aquellas personas que reúnen una serie de características comunes relacionadas con su amor por la tecnología. Este amor ha ido más allá, tanto que se ha terminado por convertir en una filia sexual y piensan en cómo utilizar la tecnología para mantener sexo. Habitualmente, se trata de personas sin pareja y poco sociales, ya que su afición les consume la mayor parte de su tiempo. Aun así, es una elección suya y son contentos con el modo de vida que llevan.
Aunque los dos términos están relacionados, sí que se pueden establecer algunas diferencias. En el caso de la robofilia, hablamos de utilizar la tecnología para crear robots visualmente atractivos para quien los crea y que, además, están programados para el sexo. Esta última idea aún no está hecha realidad, pero sí que se está investigando en ella para que, dentro de unos años, aquellas personas que tengan esta filia sexual puedan cumplir su sueño.
En lo que respecta al tecnosexualismo, podemos seguir hablando de la gran atracción que sienten las personas por la tecnología y la relación que establecen con el sexo. Al menos esta idea se ha tenido durante muchos años, es decir, que las personas que tienen como filia sexual el tecnosexualismo sienten atracción sexual por robots o máquinas del futuro. Aun así, el término ha ido evolucionando en cuanto a su significado y hoy en día éste no está tan relacionado con el sexo. Hablamos de una persona tecnosexual cuando ésta busca resultar atractiva para el resto de las personas por disponer de todos los dispositivos tecnológicos más recientes. Muchas veces, llega a convertirse en una obsesión.
Beneficios de la robofilia o tecnosexualismo
Aunque parezca que hay muchas más desventajas que beneficios cuando hablamos de esta filia sexual, deberemos ponernos en el lugar de la persona que la tiene para poder entender el porqué de esa atracción. Son personas que pasan mucho tiempo utilizando aparatos tecnológicos, así que están tan familiarizados con ellos hasta el punto de poder llegar a sentir atracción.
En el caso de que se pueda conseguir que un robot satisfaga sexualmente a una persona, supondrá un gran avance. Como ya hemos dicho antes, a través de la tecnología se podrá diseñar una pareja sexual que sea del agrado de la persona interesada tanto físicamente como en el terreno de la sexualidad. Además del placer que le pueda proporcionar el sexo, si la propia persona se encarga del diseño del robot, se le sumará la satisfacción del trabajo bien hecho.
Por último, también puede ser una ayuda para aquellas personas que, ya sea por su timidez o porque no les guste relacionarse con otras personas, no puedan tener una vida sexual satisfactoria. Aunque sea con un robot, podrán disfrutar de los mismos placeres que el resto de las personas, además, con el aliciente de ser ellos quienes elijan con quién acostarse y cómo sin tener que llegar a un consenso o acuerdo con nadie.
Desventajas de la robofilia o tecnosexualismo
El gran problema de esta filia sexual es el posible aislamiento de la persona que la tiene. Sexualmente puede atraerte lo que quieras, pero no debes descuidar tu vida social ni cerrarte a poder conseguir una persona real por mucho placer que te pueda proporcionar el robot que has diseñado para que sea tu pareja sexual. Te puede gustar, atraer, satisfacer... Eso está claro, pero no debes olvidarte de que eres humano y que, quieras o no, necesitas poder relacionarte con otras personas.
Otro problema, al menos hoy en día, es que muchos supuestos sobre los que se sustenta esta filia sexual aún no se han hecho realidad. Actualmente, es imposible que alguien pueda fabricar su propio robot y programarlo sexualmente para que pueda llevar a cabo todas aquellas acciones que le resulten placenteras. Sí que es posible simular con robots en un ordenador un acto sexual, pero aún no se ha avanzado tanto como para llevarlo a la práctica.
Es por ello que, si se tiene en cuenta tanto el aislamiento que supone como el hecho de que no se haya llegado aún a crear un robot con estas características, tenemos como resultado una filia sexual aún utópica. Las personas no deciden qué es lo que les atrae sexualmente, pero si de verdad se quiere tener una vida sexual activa, habrá que tener en cuenta lo que tenemos a mano, no esperar a que la tecnología avance. Aunque sea tu mayor afición, no debe influir tanto en tu vida.