En los momentos de intimidad en los que practicamos sexo con nuestra pareja, hay que tener en cuenta que nos adentramos en un mundo lleno de complicidad en el que el objetivo es proporcionar y obtener placer de la otra persona. Esta libertad que nos proporciona la complicidad con nuestro compañero nos deja abiertos a la creatividad, y por eso no debería convertirse en una práctica rutinaria y monótona.
Es necesario avisar de que esta postura es tan placentera para el hombre que no está recomendada para aquellos hombres que sufran eyaculación precoz, ya que es posible que lleguen al orgasmo mucho antes que su pareja, y por tanto, que se produzca la eyaculación antes de tiempo.Cuando en sexo hablamos de la técnica del exprimidor, nos referimos a lo que podría considerarse una variante del conocido misionero en la que la mujer se sitúa sobre el hombre, y, como punto diferenciado, la mujer se pone de espaldas al hombre, es decir, viendo los pies de su pareja.
Hacer el amor en esta postura significa que el hombre yace en posición horizontal y la mujer se sienta encima del hombre, sobre la zona del pene y los testículos. Al estar "montada" sobre el hombre y, por tanto, con las piernas abiertas, las caderas de la mujer se abren de tal manera que la introducción del pene resulta sencilla, por lo que se considera una posición fácil que proporciona placer a ambos participantes de las relaciones sexuales.Una vez que el pene está introducido en la vagina, la mujer se inclina ligeramente hacia adelante mientras desliza sus pies hacia la cabeza de su compañero. Esto da a los cuerpos una forma parecida a una X o de un aspa.
En esta posición, el pene se dobla en la dirección opuesta a la natural, por lo que al principio puede resultar una postura incómoda. Pero no hay que preocuparse ya que la eyaculación está asegurada en esta postura.La mejor opción es que la mujer se mueva lentamente, deteniéndose cada pocos centímetros hasta que el hombre se sienta cómodo con la posición. Ve despacio y embelésate con la dureza de su pene y con el roce de sus testículos en tus labios vaginales. Poco a poco os relajaréis y la postura será cada vez más cómoda, por lo que la velocidad cambiará de forma natural hasta alcanzar el ansiado orgasmo.
Hay que ir con calma con esta postura, ya que, si el movimiento de la posición sentada a la posición más reclinada es demasiado rápido, se puede hacer daño al pene y causar dolor en tu compañero. Algunas mujeres no se sienten cómodas con esta posición porque ofrece al hombre una visión completa de su ano, pero esto, de hecho, es lo que más gusta a los hombres. Desde esta posición más pasiva, el hombre puede ver a la perfección como su pene entra y sale de la vagina y esto provoca una gran excitación en muchos hombres, aumentando su placer significativamente y proporcionando un orgasmo asegurado.
Durante la práctica del exprimidor, el hombre puede estimular el ano de la mujer, pero, este es un tema que muchas mujeres consideran tabú, por lo que es aconsejable dejar las condiciones claras antes de comenzar las relaciones, y más aún, antes de practicar sexo con esta postura concretamente, ya que como he comentado antes, la mujer puede sentirse vulnerable en esta postura concretamente.Pero hay que tener en cuenta que, al hacer el amor en esta posición, no se busca únicamente el placer del hombre, sino que es una postura muy placentera también para la mujer. Esto es debido a que el pene frota directamente en la pared vaginal ocasionando una fricción que enloquecerá a tu compañera, provocándole un orgasmo que no podrá olvidar fácilmente.Aparte de esto, ella tendrá acceso fácil y directo al trasero y a los testículos de su acompañante, aumentando las posibilidades de esta postura a la hora de proporcionar placer al hombre durante la sesión de sexo.
No obstante, esta postura se encuentra en el Kamasutra con el nombre de "La reina orgullosa", así que lo mejor es dejar aparte los tabúes y que te sientas así, como una reina orgullosa de tu cuerpo, y con el control sobre el cuerpo de tu hombre. Es cierto que él puede jugar con tu zona anal, pero déjate llevar y disfruta, porque tú también puedes jugar con la suya, además de con su pene y con sus testículos, su zona más preciada como hombre, en definitiva.
¿Cómo empezar?
Si quieres practicar esta postura por primera vez durante tus relaciones, piensa que hacer el amor es sinónimo de fluidez, no hay que forzar ninguna situación. Así que, aprovechando la postura del exprimidor, que es con la que terminaréis con total seguridad, podéis empezar vuestras relaciones practicándoos sexo oral mutuamente. Comenzando con la estimulación oral, ambos estaréis a punto para el exprimidor ya que la postura no cambia mucho. Puedes estimular el pene y los testículos de tu compañero para que alcancen un nivel de sensibilidad adecuado para la posición que podréis en práctica inmediatamente después. Pero recuerda que tu pareja no debe alcanzar la eyaculación durante el sexo, así que antes de llegar a un punto de no retorno, pasa a realizar el exprimidor. Recuerda que eres la "reina", así que al hacer el amor en esta postura tú mandas en todo momento.