El cunnilingus es una práctica que se incluye dentro del apartado del sexo oral. Se practica siempre en pareja y se distingue por ser la estimulación de la mujer a través de sus genitales con la boca. Es una práctica que requiere, en primer lugar, que ambos componentes de la pareja lo aceptéis. Normalmente, si hay confianza puede ser una práctica recurrente y placentera en la que debéis estar ambos de acuerdo.
Por ello, será necesario que la mujer sea higiénica con su vagina, sobre todo por respeto a la pareja. El hecho de que los genitales femeninos desprendan un olor fuerte puede que haga que la otra persona tenga aún más reparo en acercar su boca. También es importante tener en cuenta que el sexo oral puede ser una manera de transmisión de ETS.
Así que si tienes algún tipo de duda o sabes que la otra persona tiene una infección, será necesario que pongas protección. Por ejemplo, sería recomendable el uso del preservativo femenino para que los fluidos no puedan llevar a contagiarte al entrar en contacto con ellos.
Posiciones para el cunnilingus
La posición ha de ser aquella que os resulte más cómoda a los dos. Es fundamental que habléis entre vosotros en el momento en el que se vaya a hacer el cunnilingus para saber que ambos estáis cómodos y vais a disfrutar al máximo de un momento tan íntimo.
- La postura más común es la del misionero. La mujer está sentada con las piernas abiertas y su pareja accede a su vagina tumbado o de rodillas y flexionado.
- Otra opción es que quien va a realizar el cunnilingus esté tumbado y la mujer se siente sobre su boca. De esta manera ambos estáis cómodos y la mujer puede ir controlando su placer estimulándose en la medida que necesite.
- También es posible que una mujer reciba sexo oral estando de pie. De rodillas o sentado, se podrá acceder a su vagina y estimular su clítoris, aunque esta no es una de las posturas más cómodas para el cunnilingus.
- Si la mujer se pone a cuatro patas, recibirá una estimulación de sus labios menores y mayores desde atrás que puede llegar hasta el clítoris.
- Por último, existe la opción de que ambos disfruten del sexo oral con la postura del 69. La pareja se colocará de tal manera que ambos puedan acceder a los genitales del otro cómodamente. Éstas son algunas propuestas, luego entra dentro de la decisión de cada pareja cómo hacerlo, siempre buscando la comodidad de ambos.
La vagina, y concretamente el clítoris, es una zona bastante sensible, por ello has de tener cuidado a la hora de realizar un cunnilingus o decírselo a quien te lo vaya a hacer. La excitación de esta parte del cuerpo deberá ir acorde a la propia excitación de la mujer, de lo contrario puede que le hagas daño o que el placer que le intentas dar no tenga la respuesta que tú buscas. Para ello, deja que ella vaya marcando el ritmo. Irás notando cuando debes dar mayor o menor intensidad cuando notes la lubricación de ella o cuando veas que te está pidiendo que vayas a más.
Cómo hacer un cunnilingus
En primer lugar, has de estar tranquilo y tener paciencia, ya que la estimulación de la mujer puede que sea algo más lenta que la de un hombre, pero eso no implica que no sienta placer o que no acabe sintiéndolo.
Para empezar, poco a poco vete acercándote a su vagina. No es necesario que vayas directamente, es más, no es ni recomendable. Lo mejor es que lo incluyas como un juego más dentro de los preliminares que llevéis a cabo a la hora de tener una relación sexual. Por ello, puedes ir estimulando a la mujer por otras partes del cuerpo para que, cuando llegues a sus genitales, estos estén más receptivos.
Una vez que crees que la mujer ya está preparada para el sexo oral, vete dando pequeño besos tanto en sus labios mayores como menores y dando especial cariño a su clítoris. Para que la excitación sea mayor, puedes ir dando pequeños soplidos entre cada beso para que todo tenga una continuidad. Poco a poco, vete sacando la lengua y lamiendo sin prisa el exterior de la vagina. La velocidad ya irás viendo según la respuesta que vaya dando ella a tus acciones.
Cuando vayas viendo que está más receptiva puedes ir haciendo más intensos tus movimientos incluyendo pequeños mordiscos que acaben en su clítoris. Si quieres, puedes ir ayudándote introduciendo uno o dos dedos en su vagina. Puedes ir cambiando de postura si ves que en la que estáis no es lo suficientemente placentera o crees que ella estará más cómoda de otra manera.
Todo eso entra dentro de las decisiones que se toman en el momento con el único propósito de obtener placer. Alterna besos y caricias con la lengua regulando la presión que ejerces para que la mujer alcance el clímax o llegue al grado de excitación que quieres para poder continuar con vuestra relación sexual. Ante todo ten claro que es una práctica destinada al disfrute, así que ponla a prueba y disfruta haciendo disfrutar.