Hay hombres (o niños) a los que, por salud o por creencias se les circuncida el pene. Es una práctica bastante común y muy habitual en la población masculina. Pero lo que muchos se preguntan cuándo un hombre está circuncidado es si realmente pierde placer en las relaciones sexuales o en la masturbación. ¿Es un mito o una realidad que un hombre circuncidado tenga menos placer sexual por el hecho de haberse sometido a una circuncisión?
La circuncisión
La circuncisión es una intervención quirúrgica que es muy sencilla y rápida pero que no es una tontería para quien debe hacérsela. E n algunas culturas como en el judaísmo es una práctica rutinaria, pero en otras culturas solo se realiza por problemas de salud. Aunque la intervención es sencilla es una herida en el pene y puede ser tremendamente dolorosa la recuperación.
La circuncisión y la vida sexual masculina
La circuncisión no afecta a la vida sexual de un hombre y hay estudios que lo avalan. Un importante estudio realizado por científicos australianos analizó cerca de 40 estudios y concluyó que el procedimiento de la circuncisión no tiene ningún efecto negativo sobre la sensibilidad o la satisfacción en las relaciones sexuales masculinas.
Los estudios más rigurosos científicamente también llegaron a la conclusión de que la circuncisión tenía poco, o ningún efecto en reducir el placer sexual en el hombre. El autor principal del estudio, el profesor Brian Morris de la Universidad de Sydney, dijo que los beneficios de la circuncisión masculina han sido bien documentados, incluyendo sustancialmente menores riesgos de VIH y algunas infecciones de transmisión sexual bacteriana u otra fuente viral. También reduce las tasas de cáncer de pene y posiblemente el cáncer de próstata. Incluso afirma que las mujeres cuyas parejas están circuncidadas tienen menores tasas de cáncer de cuello uterino y menos infecciones como el VPH y la clamidia.
Sin embargo hay personas que están preocupadas por si realmente la circuncisión puede reducir la función sexual y el placer masculino. Pero la realidad es que la circuncisión no tiene ningún efecto adverso sobre la función sexual, la sensibilidad, la sensación sexual o la satisfacción en las relaciones sexuales.
Estas conclusiones se realizaron después de comprobar 36 estudios realizados a 46.473 hombres (la mitad estaban circuncidados y la otra mitad no lo estaban).
El prepucio queda al descubierto
Después de la circuncisión el prepucio del pene queda al descubierto. El prepucio es, en teoría la parte más sensible del pene. Por eso, muchas personas consideran que al hacer esta intervención quirúrgica puede hacer que se pierda la sensibilidad (aunque no el placer en la eyaculación) del pene.
Son muchas las investigaciones que llegan a los mismos resultados y conclusiones: no existen diferencias significativas en la sensibilidad entre los hombres que han sido sometidos a la circuncisión que de aquellos que no han sido sometidos a este procedimiento. Aunque sí se detectó mayor sensibilidad en el prepucio con respecto a otras zonas del pene, pero no es nada que sea demasiado significativo como para alarmarse.
Hay expertos que aseguran que para que un hombre no note las diferencias entre haber sido circuncidado de cuando no lo estaba, lo ideal es hacer la circuncisión antes de empezar en la etapa sexual del hombre, es decir, antes de que comience a masturbarse o a mantener relaciones sexuales con hombres o mujeres.
Si bien es cierto, que los hombres que se realizan la circuncisión por motivos médicos es necesario que lo hagan para poder mantener buenas relaciones sexuales, ya que a veces, tienen el frenillo del pene demasiado corto y la piel no es retráctil por lo que no dejaría al descubierto el prepucio y esto podría causar infecciones y relaciones sexuales muy dolorosas. En estos casos, la circuncisión es necesaria.