El ballbusting es una técnica de dominación que se utiliza, principalmente, en el ámbito del sexo. Se trata de una práctica por la que la mujer ejerce dolor al hombre, al que somete. A ellas les excita el poder que sienten en ese momento y a los hombres el hecho de saberse en manos de ellas. Se puede considerar una forma de sado, aunque con características particulares y en el que las dos partes llegan al orgasmo.
Así, es fundamental el hecho de que es la mujer la dominante, nunca el hombre, que está a merced suya. Puede practicarse en pareja y también en trío, en cuyo caso habrá dos mujeres infringiendo dolor al hombre. Aunque una misma mujer pudiera provocar dolor a varios hombres al mismo tiempo no suele ser habitual esta práctica en el ballbusting.
La presencia del hombre es necesaria porque este tipo de sado consiste, fundamentalmente, en causarle dolor en sus genitales. Su nombre no podía ser más explícito: ball-bola; busting-reventar. No hay que asustarse, que tampoco hay que causarle daños irreparables en el pene y los testículos, únicamente alcanzar una tasa de dolor permitida por él y que proporcione placer a los dos.
La mujer golpea, con distinto grado de intensidad, el pene y los testículos del hombre hasta alcanzar, tanto ella como él, un alto grado de excitación que desemboca en un placentero orgasmo. Lo hace de diferentes formas y puede emplear una amplia variedad de herramientas para conseguirlo, aunque las básicas son sus propias manos o unos zapatos.
Por qué gusta el ballbusting
La psicología que explica que nos guste el ballbusting es la misma que se aplica en las técnicas sado. Una de las partes ejerce una posición de dominación sobre la otra, lo que deriva en un gran placer a la hora de practicar sexo.
En este caso es la mujer, que además tiene entre sus manos el bien más preciado del hombre: su pene y sus testículos, lo que puede proporcionarle un elevado grado de excitación. En el del hombre ocurre lo mismo, pero a la inversa. Se puede llegar a sentir desprotegido y ver que su virilidad está en peligro y este nivel de indefensión le proporciona un gran placer.
Cómo alcanzar la excitación
Uno de los aspectos más destacados del ballbusting es que se llega a alcanzar el orgasmo después de haber ido pasando por distintos niveles de excitación. La mujer domina el sexo desde el principio, pero no por ello debe infringir el mayor de los dolores en el primer momento. Así se lleva a cabo:
- La práctica comenzará con pequeñas palmadas, por parte de ella a los testículos y el pene. Ella misma se ha de encargar de graduar el dolor que está infringiendo e ir ascendiendo.
- Normalmente, además de usar las manos se dan rodillazos y patadas a los genitales masculinos -por este orden-.
- El culmen se alcanza usando zapatos con los que el dolor causado será mayor y también el placer sentido por ambas partes. Pueden ser desde unas deportivas a tacones afilados .
- También se pueden usar otro tipo de herramientas para inmovilizar al hombre, así como sujetar su pene y testículos. La imaginación y el gusto de cada uno determinará si introducir otros juegos sexuales como máscaras, pinchos o látigos.
Diálogo con la pareja
Al igual que otras muchas técnicas sexuales el ballbusting puede generar conflictos e, incluso, ser difícil de entender en algunos momentos. Es por ello que, como ocurre con el sado, lo básico es el diálogo entre quienes van a practicar este tipo de sexo.
Hablad qué le gusta a cada una de las partes y a qué no están dispuestas a llegar. Puede que a los dos os guste practicar este tipo de dominación o puede que alguna de las partes no se sienta cómoda, así que lo mejor es dejar las cosas claras antes de empezar. Te guste o no te guste el ballbusting no debe hacerte sentir raro. Se trata de disfrutar, no de pasar un mal rato.
Para todo hay una primera vez y si has decidido practicar ballbusting con otro novato en estas prácticas es recomendable, además de hablar, informaros. En la literatura erótica existen multitud de relatos en los que se narra este tipo de sado y también hay muchos vídeos para ver cómo otras parejas lo realizan. Os servirá para aclarar cosas, inspiraros y estar más seguros.
Peligros del ballbusting
El mayor peligro que presenta la práctica del ballbusting es no hacerlo de manera adecuad a y acabar causando verdadero dolor al hombre. Pueden provocarse desgarramientos y heridas si no se hace en los tiempos adecuados o si la dominadora no actúa del modo correcto.
La excitación que siente el hombre al sentirse dominado de este modo hace que apenas sienta el dolor. Es por ello que es necesario que esté excitado antes de empezar a infringir golpes severos. De ahí que la mujer comience con palmadas y vaya incrementando poco a poco la intensidad, y según sienta que la excitación del varón aumenta, hasta acabar provocándole el orgasmo.
Si se practica ballbusting de la manera correcta, con personas que lo entiendan y estén dispuestas a formar parte del juego no hay posibilidad de que se ponga en daño la integridad de ninguno de los participantes. Los adeptos a esta técnica aseguran que resulta de lo más placentera y que proporciona un orgasmo de alto nivel.