Mucho se es está hablando en estos días de la violencia de genero en torno a las mujeres, muy específicamente en lo que se refiere al acoso o violación sexual. Las mujeres están saliendo a la calle luchando por una igualdad de derecho que parece no llegar nunca y por sentirse seguras una vez cruzan el umbral de las puertas de sus casas. Una guerra por la que se sigue batallado y en las que se consiguen pasos, aunque muy pequeños, pero son hacia delante que es lo importante.
El problema en lo que se refiere a este tema viene cuando el que la sufre es un hombre, nadie sale a pelear por ellos porque ninguna persona se imagina que algo así puedan sufrirlo ellos, pero la realidad es otra y ellos también quieren ser escuchados, apoyados y defendidos.
Datos sobre la violación masculina
En la mayoría de las situaciones, cuando un chico u hombre adulto sufre algún tipo de abuso o violación, no lo denuncia. Ya sea por orgullo o por falta de recursos para ayudarle, estas víctimas se sienten desprotegidos porque nadie cree que un hombre quiera rechazar una relación sexual o que esto pueda pasarles a ellos, pero la verdad es que si sucede y más de lo que imaginamos. Para colmo, los expertos hablan sobre el hecho de que ellos suelen ser reticentes a denunciar por culpa del estigma que esto les supone y la vergüenza.
Según la web del grupo contra la violencia sexual "Woar", en el caso del sexo masculino éstos pueden sufrir abusos cuando son niños e ir desarrollándose en violación cuando llegan a la edad adulta, llegando a sufrir los mismos síntomas que una mujer después de ser víctima de este tipo de crimen. Es por ello igual de importante que reciban ayuda psicológica debido al trauma, igual que en el caso de una mujer. En este caso no significa que la que realiza este tipo de delito sea una mujer, que por supuesto también sucede; pero en la mayoría de las situaciones, el culpable sigue siendo un hombre y lo hace por dominación y poder ante la víctima.
Los psicólogos y terapeutas del grupo MaleSurvivor, creado por Andrew Schmutzer en Chicago, se ponen del lado de los múltiples estudios en los que se confirma que uno de cada seis hombres es Estados Unidos es agredido sexualmente durante su infancia y, otros vuelven a serlo una vez se hacen adultos, aunque también existen mayores de 18 años que han sufrido este tipo de acoso sin haber sido víctimas anteriormente. Al comparar los datos, son las mismas cifras que se conocen con respecto a las mujeres. Este tipo de crimen suele cometerse con frecuencia en las prisiones a lo cuál también añadimos los datos de un estudio realizado por el Pentágono en el que se reveló que 6.300 miembros del ejército confesaron haber sido víctimas de este tipo de abusos durante el 2016.
Los movimientos sociales en Internet
Estos hombres, víctimas de crimen de abuso sexual, admiran y transmiten su apoyo a todas esas mujeres que en la actualidad están siendo fuertes y capaces de revelar todas esas experiencias tan traumáticas por las que han pasado, y se preguntan si en algún momento podrán sentir el mismo tipo de compasión y solidaridad ellos también.
Es por eso que surgió en Redes Sociales el movimiento #ydemiquienseocupa ? En Estados Unidos, en respuesta a la inicial creada a favor de las víctimas femeninas de este tipo de crimen, denominado #yotambién. Fue fundado por el hecho de sentirse más solos aún de lo que ya se sentían en su condición de víctima. Aquí en España no se ha oído hablar de ningún tipo de movimiento de esta índole, frente a los muchos que han surgido en estas últimas semanas desde que se conoció la sentencia de la "manada", entre los que han destacado #Yositecreo o #Hermanayositecreo, en señal de apoyo a la chica que sufrió este delito tan atroz.
Este está siendo un año muy reivindicativo en lo que a la mujer se refiere, y en este aspecto es razonable que todas sufren este tipo de delito de una forma mucho más frecuente y, en ocasiones, puede ser más violenta; pero la realidad es que ellos también necesitan ser escuchados ya que este mismo "machismo" que a nosotras nos acongoja en numerosas ocasiones, también les hace víctimas a ellos y les condiciona a la hora de tomar la decisión de hablar sobre ello o no hacerlo. Es bueno mirar hacía un lado también y tenderles una mano, hacerles sentir a salvo dentro de una sociedad que solo busca que todo esto termine de una u otra forma y que todos puedan vivir tranquilos en un lugar libre, seguro y sin delitos que hagan a las personas pobres y vulnerables dentro del desarrollo de sus vidas.