La mayoría de las mujeres se plantean usar métodos anticonceptivos variados alguna vez en su vida. Actualmente el mercado ofrece una gran cantidad de métodos de anticoncepción femeninos. Sistemas y fármacos altamente específicos y novedosos que ayudan a evitar embarazos no deseados y que cada vez tienen menos efectos secundarios.
La mujer debe consensuar con su médico y previo estudio ginecológico la elección del método anticonceptivo que más le convenga. Tiene que analizar las ventajas y los inconvenientes de cada sistema para elegir el que mejor se adapte a su organismo, no afecte negativamente a su salud y no interfiera en su vida cotidiana. Uno de los anticonceptivos más populares entre las mujeres es el anillo vaginal. Un método fácil de usar y muy cómodo que cada vez recomiendan más especialistas y del que hablaremos detalladamente a continuación.
Qué es el anillo anticonceptivo
El anillo vaginal es un método anticonceptivo de carácter hormonal. Consiste en un anillo o aro de unos cinco centímetros y medio de diámetro que se introduce en la vagina para detener la ovulación. Está fabricado de acetato de vinil etileno, un plástico flexible e hipoalergénico que no provoca daños en el organismo de la mujer. Actualmente se comercializan dos formatos diferentes de este sistema: anillos mensuales y anillos trimestrales. Estos últimos son específicos para las mujeres que acaban de dar a luz y están amamantando a sus hijos.
Cómo funciona el anillo vaginal y cuál es su eficacia
El mecanismo de acción del anillo es muy básico y se asemeja al de las píldoras anticonceptivas. El aro está impregnado de estrógenos y progestina que se van liberando lentamente en la vagina, son absorbidas por la mucosa y detienen la ovulación. Al no existir liberación de óvulos no hay riesgo de embarazo. Además actúan como un método de barrera, ya que espesan el moco cervical evitando que los espermatozoides puedan llegar al útero y las trompas de Falopio para fecundar al óvulo. El anillo empieza a ser efectivo pasados siete días desde su implantación inicial. Durante ese tiempo se deben utilizar otros métodos de barrera para prevenir embarazos.
El uso y acción del anillo aporta a las mujeres una serie de ventajas que otros anticonceptivos no proporcionan. Las más destacadas son:
- Es más cómodo porque solo hay que pensar en él una vez cada mes.
- Regula la regla y disminuye el sangrado.
- Libera hormonas en un lugar específico a dosis muy bajas y no directamente en el torrente sanguíneo.
- No tiene tantos efectos secundarios y contraindicaciones como otros fármacos.
- Es muy sencillo de usar y se puede desechar directamente en la basura de casa.
- No interfiere con las actividades de la vida diaria y no molesta al mantener relaciones sexuales.
- Tras dejar de usarlo se recupera la fertilidad casi de inmediato y se pueden tener hijos sin problema.
- El uso de tampones mientras se usa el anillo no interfiere en la absorción hormonal.
- Es altamente eficaz en su cometido.
Este método usado de forma correcta y respetando las indicaciones del fabricante tiene una efectividad mayor del 99%. Toda mujer que lo use debe saber que solo es efectivo en la prevención del embarazo y que bajo ningún concepto protege contra ninguna enfermedad de transmisión sexual.
Contraindicaciones y posibles efectos secundarios
El anillo vaginal está contraindicado en mujeres que padezcan enfermedades coronarias, vasculares o hepáticas, durante el embarazo, en casos de migrañas graves, si se sufren problemas de coagulación o se tiene sangrado vaginal anómalo, en mujeres fumadoras, si se sufre de diabetes o hipertensión, si se tienen los músculos pélvicos debilitados o si se ha padecido de cáncer de mama o hígado. Todas estas contraindicaciones deben respetarse y ser tenidas en cuenta para evitar poner en riesgo la salud.
Como todo método que incluye una liberación hormonal extra al organismo puede tener una serie de efectos indeseados. Mientras el cuerpo de la mujer se aclimata a los cambios provocados por las hormonas que segrega el anillo puede padecer: inflamación de la zona vaginal, disminución o ausencia de la regla, aumento del flujo vaginal o leucorrea, sangrado intermitente y leve, dolor en los senos, sensación de nauseas, vómitos, dolor de cabeza, inapetencia sexual, infecciones vaginales, aumento de peso, aparición de acné e incluso depresión. Todos estos efectos secundarios son muy poco probables debido a que las hormonas que libera el anillo anticonceptivo actúan de forma localizada en el útero sin pasar por el torrente sanguíneo.
Cómo se pone el anillo vaginal
Este método anticonceptivo es muy sencillo de colocar debido a la gran flexibilidad y suavidad de los materiales que lo componen. Cualquier mujer puede ponerse este dispositivo siguiendo unas sencillas instrucciones.
La posición ideal para introducir el anillo en la vagina es de pie, con las piernas ligeramente abiertas y una de ellas levantada y apoyada sobre una silla. Además se pueden adoptar otras muchas posturas para ponérselo, por ejemplo: en cuclillas o tumbada boca arriba sobre cualquier superficie con las rodillas dobladas y separadas. Cada mujer es diferente y por consiguiente cada una tendrá que buscar la postura que le resulte más cómoda para ponerse el anillo.
El anillo se coge con los dedos pulgar e índice, se comprime ligeramente y se introduce en el interior de la vagina con suavidad. Debe quedar en una posición en la que la mujer se sienta cómoda y no le moleste. Independientemente del lugar en el que quede situado, el anillo seguirá desprendiendo hormonas en la cantidad adecuada para cumplir su cometido.
Este sistema debe colocarse dentro de los primeros 5 días del ciclo menstrual. Tiene que permanecer en la vagina durante 21 días (tres semanas) y después retirarse durante una semana para descansar y dejar paso a la regla. Transcurrido el tiempo de descanso debe colocarse un anillo nuevo para así volver a iniciar el ciclo anterior. Es muy importante respetar siempre el mismo horario de colocación e intercambio para que la anticoncepción sea efectiva.
Aspectos a tener en cuenta
- El anillo trimestral específico para las mujeres que se encuentran en periodo de lactancia no debe ser retirado en 90 días.
- Si el anillo se saliera de la vagina por algún motivo se puede lavar con agua tibia y volver a ser recolocado con un margen de tres horas sin que pierda ninguna capacidad de acción.
- Es fundamental seguir estas recomendaciones al pie de la letra para que el anillo cumpla de manera óptima con su función y no se produzca ningún fallo que desemboque en un embarazo no deseado.
Cómo quitar el anillo vaginal y recuperar la fertilidad
La retirada del anillo anticonceptivo es todavía más sencilla que su colocación. Se debe sacar de la vagina curvando el dedo índice sobre el filo del aro y tirando con delicadeza hacia el exterior.
El uso continuado del anillo anticonceptivo no altera a la fertilidad de la mujer. Tras dejar de usarlo los niveles de hormonas se estabilizan, el ciclo menstrual vuelve a producirse de forma normal y pasados dos o tres meses la mujer puede volver a quedarse embarazada.