La desigualdad entre hombres y mujeres es algo que se da desde el principio de los tiempos y que siempre ha dejado a las mujeres por debajo de los hombres. Actualmente sigue ocurriendo lo mismo aunque la sociedad ha logrado que estas diferencias se reduzcan poco a poco y se espera que, en poco tiempo, la igualdad entre ambos sea una realidad.
En las últimas décadas ha surgido un término, apoyado por el colectivo feminista, que se denomina empoderamiento y que hace referencia a todos estos avances que se están produciendo en materia de igualdad entre hombres y mujeres. La primera vez que se escuchó el concepto de empoderamiento fue en la IV Conferencia Mundial de Beijing.
El empoderamiento es la mayor participación de la mujerPor empoderamiento de las mujeres se entiende el aumento de participación de las mujeres en los procesos de toma de decisiones y acceso al poder, según explicaron los miembros participantes en la Conferencia Mundial de Beijing que se celebró en 1995. A partir de entonces, el término ha llegado a todos los rincones del planeta.
La primera definición de empoderamiento es la citada anteriormente pero el término ha ido avanzando y obteniendo diferentes connotaciones para completar su significado. A día de hoy, también hace referencia a la recuperación de la dignidad por parte de las mujeres y a la aceptación, por parte de la sociedad, del poder que han obtenido las mujeres.
Estos procesos persiguen la igualdadTodos estos procesos que van encaminados a conseguir la igualdad entre hombres y mujeres son fruto del trabajo incansable del feminismo, un movimiento social y político que tiene su origen en la recta final del siglo XVIII y que se extiende hasta nuestros días. El objetivo de los colectivos feministas es acabar con la desigualdad, la explotación y la opresión y mejorar la situación de las mujeres en la sociedad.
En un primer momento, a finales del siglo XVIII, este movimiento social y político no se conocía como feminismo. Este término es más actual y se produce ante la necesidad de buscar un nombre para designar al colectivo que busca la igualdad entre hombres y mujeres y acabar con las injusticias que vienen soportando las mujeres desde el principio de los tiempos.
En cuanto al empoderamiento, es un concepto aceptado por importantes organizaciones a nivel nacional e internacional. Una de ellas es la Entidad de la ONU para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de la Mujer, que lo considera una estrategia fundamental y acertada para conseguir una sociedad más igualitaria.
¿Qué implica el empoderamiento de las mujeres?
En primer lugar, el empoderamiento implica que la sociedad acepta que las mujeres han obtenido poder en todos los ámbitos de la vida y que ese poder debe respetarse. Este es uno de los aspectos que más trabajo ha llevado al feminismo ya que a la sociedad le ha costado mucho tiempo asimilar esto.
Además, supone un acercamiento entre hombres y mujeres en muchos aspectos de la vida. Por ejemplo, que las mujeres hayan pasado de no poder votar hace varias décadas a ser candidatas a presidentas del gobierno, poder ejercer su derecho a voto y que valga lo mismo que lo de los hombres. Un largo camino con mucho trabajo entre medias para llegar a esta situación.
Los roles entre hombres y mujeres también han cambiado gracias a este concepto y al trabajo llevado a cabo por el feminismo. Antes los hombres eran los encargados de trabajar mientras que las mujeres debían quedarse en casa pero ahora la igualdad ha llegado a los hogares y las mujeres pueden elegir libremente lo que hacer, de lo contrario están ante una situación machista.
El empoderamiento servirá para frenar la brecha salarialA largo plazo, el empoderamiento servirá para acabar con la brecha salarial que actualmente sigue presente en todos los rincones del mundo. Los hombres cobran más que las mujeres por realizar un mismo trabajo y este término está ayudando a mentalizar a la sociedad de que no es una práctica igualitaria y que hay que cambiarla aunque aún queda mucho camino por recorrer.
Erradicar la violencia contra las mujeres es otro de los objetivos marcados a corto plazo y que está incluido en la estrategia encabezada por el empoderamiento de las mujeres. Se ha considerado a la mujer, desde hace mucho tiempo, el sexo débil y, por ello, la violencia se incrementa en esta dirección y se ven casos a diario.
El feminismo también lucha a diario con la discriminación que sufren las mujeres en la sociedad actual. El empoderamiento también busca acabar con esto ya que, por ejemplo, a la hora de un proceso de selección los encargados de realizar entrevistas suelen decantarse por hombres antes que por mujeres en la mayor parte de los empleos. Una mujer tiene que tener un currículum muy superior al del hombre para que sea seleccionada salvo en algunos trabajos como limpiadora o cocinera, en los que solo se suelen pedir mujeres. Este último caso también es discriminación porque se contrata a la mujer debido a los roles existentes en décadas pasadas en los que ellas se dedicaban a las tareas del hogar.
