El SIDA es una enfermedad terrible, no solo porque no tenga cura, sino por el gran estigma social al que tienen que hacer frente los enfermos, que no solo se angustian ante por sufrir esta dolencia y por estar cerca de la muerte, sino porque tienen que soportar un rechazo que afortunadamente se está aminorando con el paso del tiempo.
Son muchos los mitos que existen en torno a la forma en la que se contagia el sida y esto hace que la gente se muestre escéptica a tener relaciones con personas que tengan sida o, simplemente, estar cerca de ellas. Nada más lejos de la realidad, son muchos más los mitos que existen que las razones reales por las que se puede contagiar esta enfermedad, por lo que hay que conocer muy bien la forma en la que se produce el contagio e ignorar las mentiras sobre esto.
Mito del contagio por contacto
Uno de los mitos más comunes hacia el virus del sida ha sido siempre el modo en el que se contrae. Muchos, ante el desconocimiento, creen que esta enfermedad se transmite con el simple contacto, ya sean besos o abrazos o por el hecho de compartir lugares comunes, como los baños de algún establecimiento. Nada más lejos de la realidad.
Esta gente ignora totalmente que para contraer el virus del sida tiene que llevarse a cabo un contacto mucho más directo como practicar sexo sin tomar las precauciones adecuadas o por el contacto sanguíneo. Este desconocimiento absoluto es la principal causa del rechazo de muchas personas a quienes están infectados, ya que creen erróneamente que si están en contacto con los enfermos, ellos también van a caer en las garras de esta enfermedad.
Mito sobre la utilización del preservativo
Otro de los mitos que también se observan a la hora de hablar de la enfermedad del sida es la creencia de que la utilización de preservativos hace que aumente el riesgo de transmisión del virus. Al contrario de lo que piensan muchas personas, los enfermos que cuentan con el virus en su organismo o que lo han contraído a la hora de practicar sexo o por el contacto sanguíneo, deben utilizar siempre preservativos a la hora de practicar sexo ya que supone una de las barreras más efectivas para no contraer la enfermedad.
Mitos sobre el tratamiento del virus
En cuanto al tratamiento para estos enfermos y su cura también surgen muchos otros mitos en nuestra sociedad. Hay que tener muy claro que el sida es una enfermedad para la que hay diversos tratamientos para sus enfermos, pero que lamentablemente no tiene una cura definitiva tras décadas de investigación. La utilización de algunos medicamentos en enfermos con este virus ha mejorado en gran medida la calidad de vida de las personas que contaban con esta enfermedad pero, como hemos dicho anteriormente, no se han curado definitivamente. Pese a ello, los avances han logrado que se llegue a aminorar sus efectos, por lo que muchos pacientes consiguen llevar una vida más o menos normal.
Con respecto a esto, también hay que señalar que a veces los medicamentos que se destinan al tratamiento de esta enfermedad no son lo suficientemente efectivos para que la persona que cuenta con el virus en su organismo. No todos los enfermos cuentan con las mismas características, lo que quiere decir que muchos de ellos, en ocasiones, experimentan cierta resistencia a los medicamentos que se le recetan.
Mito sobre la eficacia de las drogas
También relacionado con los tratamientos existentes para la enfermedad nos encontramos con otro mito también muy común en nuestra sociedad. Este mito se basa en la creencia de que el consumo de drogas cure el virus del sida en personas que cuenten con él en su organismo. El uso de medicamentos antirretrovirales no supone la cura de esta enfermedad. Como hemos comentado anteriormente, hay diversos tratamientos con este tipo de medicamentos pero, por el momento, sólo han llegado a controlar la enfermedad y no a curarla.
No hay ninguna duda de que no se deben hacer caso a los mitos que surgen en torno a las distintas enfermedades que plagan el mundo, por lo que es fundamental consultar con un experto en la materia que aclare todas las dudas, bien seas tú la persona que tiene la enfermedad o una persona cercana a ti. Consultar en cualquier lugar ciertos aspectos sobre enfermedades puede hacer que se generen mitos que, finalmente resulten eso, simples mitos. Con el sida lleva ocurriendo esto desde hace mucho tiempo y, aunque con el paso del tiempo se han ido desmitificando muchas cosas, siempre quedan coletazos que no deberían permanecer.