Dentro de las prácticas sexuales existen muchas que no son conocidas por todo el mundo. Algunas pueden llegar a ser muy placenteras, pero otras pueden ser un tanto peligrosas para la salud de ambos. Es muy importante que las conozcamos bien y que no aceptemos siempre a llevarlas a cabo con extraños, ya que quizás podría llegar a ser un juego demasiado arriesgado y terminar con una enfermedad de transmisión sexual para toda la vida.
El beso blanco es una de estas prácticas sexuales que puede ser conocida para unos, pero totalmente nueva para otros. Por eso, es esencial que conozcamos en qué consiste y decidamos si queremos llevarla a cabo o no, puesto que no solamente puede ser peligrosa para nuestra salud, sino que podemos no estar de acuerdo con este procedimiento y no querer llevarlo a cabo en absoluto.
Es esencial que conozcas en qué consiste el beso blanco y que decidas si quieres llevarla a cabo o noPor ello, te contamos qué es el beso blanco y por qué puede ser peligroso para la salud, para que tú mismo decidas si te apetece hacerlo y si quieres practicarlo a sabiendas de sus riesgos.
Qué es el beso blanco
El beso blanco es una práctica sexual que consiste en practicar el sexo oral a un hombre y en cuanto haya eyaculado, guardarse el semen en la boca, y pasárselo a la boca de la persona que acaba de eyacular. En películas pornográficas o las personas que practican sexo con más de una sola pareja a la vez, pueden pasarse el semen de la persona que ha eyaculado con otra, por lo que no puede recibirlo aquel que acaba de expulsarlo de su cuerpo solamente.
Por lo tanto, durante esta práctica sexual la persona que tiene el semen en la boca, como aquellos que se lo han pasado de boca en boca, están expuestos a todas las consecuencias que esto implica, ya sea el sabor y los peligros de transmisión sexual a través del beso blanco.
El beso blanco es peligroso porque puede transmitir enfermedades de transmisión sexualConocer el nombre de esta práctica te servirá para poder decidir si quieres llevarla a cabo en cuanto tu pareja te la proponga o ser tú mismo quien se la proponga a tu pareja. Sin embargo, deberás tener presentes algunos de los peligros realmente importantes de practicar esta forma de sexo y saber si tu compañero o compañera sexual los ha realizado o los realiza con otras personas, ya que puede poner en riesgo también tu salud.
Peligros del beso blanco
El beso blanco puede ser peligroso para tu salud porque, como comentábamos, durante la realización de esta práctica se tiene el semen de la persona que acaba de eyacular en la boca y se pasa de nuevo a la boca de la persona que ha eyaculado o a una tercera.
Puede que algunas personas crean que el semen puede dejar a la mujer embarazada a través del sexo oral, pero eso no es cierto. Este no es uno de los riesgos del beso blanco, pero el hecho de que no te deje embarazada no implica que el beso blanco no tenga muchos otros inconvenientes para la salud de la persona que lo practica. El contacto de el semen con las mucosas bucales de la persona que realiza el sexo oral ya es peligroso incluso antes de eyacular, por lo que debemos conocer muy bien por qué no debemos realizar esta práctica sexual si tenemos amantes ocasionales o si no estamos del todo seguro si nuestra pareja nos engaña con otros u otras o si no conocemos bien su pasado.
Es importante asegurarse de que tu pareja no tiene ninguna enfermedad de transmisión sexualPuede que tu amante o pareja actual pueda asegurarte férreamente que no tiene ninguna enfermedad de transmisión sexual. No obstante, existen enfermedades de transmisión sexual que no se hacen patentes a primera vista y que tardan hasta seis o diez años en manifestarse, como el virus del VIH y el Sida, por eso es esencial que tu pareja o amante estén totalmente seguros de que no tienen ninguna enfermedad de transmisión sexual. Puede que esto te parezca algo difícil o incómodo de preguntar, pero debes tener en cuenta que tu salud es lo más importante y que en el futuro puedes llegar a arrepentirte para toda la vida de no haberte asegurado al cien por cien de que esa persona era realmente alguien en quien confiar. Piensa que muchas personas con enfermedades de transmisión sexual no son conscientes de que las padecen y otras no parece importarles que los demás se contagien, sobre todo si están practicando orgías o prácticas sexuales menos comunes. Esta enfermedad puede afectarte a ti, pero también a tus hijos si eres mujer y decides quedarte embarazada en el futuro, por lo que es un motivo más para ir con mucho cuidado con quién escoges como pareja y qué prácticas sexuales quieres realizar.
A través del semen se transmiten muchas enfermedades de transmisión sexual, siendo el Sida y la sífilis algunas de ellas y muy peligrosas, por lo que no deberíamos practicar este tipo de sexo con personas que acabamos de conocer o que no sabemos demasiado de sus relaciones sexuales pasadas y actuales. Por lo tanto, el beso blanco es una de las prácticas sexuales con más riesgo de transmisión sexual, por lo que solamente deberíamos realizarlo con parejas duraderas que conozcamos muy bien y que sepamos de buena mano que no han estado contagiados de ninguna enfermedad de transmisión sexual en el pasado.
Solamente deberíamos realizarlo con parejas duraderas que conozcamos muy bienLa sinceridad entre parejas es esencial y si te engaña con otra persona tienes muchos riesgos a contagiarte de enfermedades muy peligrosas y para toda la vida. Piensa que alguna de ellas, como el VIH, no se muestran de forma inmediata, sino que tarda muchos años en hacerse presente y, de momento, no tiene cura. Además serás el portador de esta enfermedad y puedes transmitírsela a muchas personas sin saberlo.
Así pues, si quieres realizar sexo con desconocidos opta por otras prácticas sexuales que no sean el beso blanco. El sexo oral debe realizarse, como las prácticas habituales, de forma segura, con tal de evitar las posibles enfermedades sexuales y garantizarte una práctica sexual segura y satisfactoria, reservándote aquellas más peligrosas como el beso blanco para las parejas estables y de confianza.
