Existen enfermedades de transmisión sexual que son extremadamente peligrosas para nuestra salud. Aunque no seamos conscientes de ello en todo momento, cualquier práctica sexual sin protección, incluso en los casos donde no ha habido penetración, pueden ser un momento clave para el contagio y podemos arrepentirnos de esa experiencia durante el resto de todas nuestras vidas.
Por eso, es muy importante hacer siempre sexo seguro. Puede que creas que conoces muy bien a la persona con la que vas a tener relaciones sexuales, pero quizás no sea siempre así. Debes tener en cuenta que esa persona puede tener otras relaciones sexuales a la vez que la tuya o que ha tenido otros amantes previamente, por lo que por mucha confianza que te ofrezca quizás ha sido contagiado por una enfermedad de transmisión sexual y todavía no lo sabe.
El ser portador de un virus, como el del VIH, puede hacer que la persona afectada tenga relaciones sexuales sin protección con otras y, sin saberlo, esté pasando el VIH a muchas otras personas que, con el tiempo, puede llegar a desarrollarse en el Sida y a hacer que su salud empeore notablemente, sin cura para esta enfermedad en la actualidad.
En Bekia te contamos cuándo debes hacerte la prueba del Sida, dónde y por qué deberías hacerte una serología para salir de dudas si crees que te has podido contagiar o para demostrar a tu actual pareja que no tienes ninguna enfermedad de transmisión sexual y que vuestro sexo es seguro (siempre que no tengáis relaciones con terceras personas fuera de la relación).
Qué es el Sida
El Sida es la enfermedad causada por el virus del VIH. Conocida como el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida, esta enfermedad hace que el sistema inmunitario de la persona afectada se debilite y que esta enferme con mucha más facilidad, es decir, su cuerpo no será capaz de luchar contra enfermedades e infecciones leves y lo que antes era un simple resfriado ahora podría terminar con su vida.
Esta enfermedad se transmite a través de la sangre, el esperma y los fluidos vaginales, por lo que la forma más común de contagiarse es a través del sexo no seguro, la penetración y el sexo oral. En cuanto a la sangre, los adictos a las drogas que comparten las jeringuillas son otro del gran público a contagiarse de esta enfermedad tan peligrosa que, aunque la ciencia avanza mucho y mejora la condición de vida de las personas contagiadas, todavía no tiene cura.
Cuándo, dónde y por qué deberías hacerte una serología
Una serología es una prueba que se realiza por un médico tras el análisis de sangre que sirve para detectar la presencia de anticuerpos, de modo que a través de ella podemos saber si la persona que se ha presentado al análisis está afectada de la enfermedad del Sida o del VIH. Las serologías se realizan principalmente cuando la mujer está embarazada, para saber si existe la probabilidad de que el bebé nazca con la enfermedad y en las donaciones de sangre, ya que no se puede hacer una transfusión de sangre de una persona enferma a una persona sana.
A través de la prueba de la serología también se pueden detectar otras enfermedades de transmisión sexual como la sífilis y otras enfermedades víricas como la hepatitis viral, el sarampión o la rubéola.
Por lo tanto, debes realizarte esta prueba si estás embarazada o crees que podrías estarlo, si has tenido relaciones sexuales sin protección (ya bien sea con penetración regular o anal y con o sin sexo oral), si has compartido aguja con otras personas, siendo para un tatuaje o piercing como para el consumo de drogas, o si has visitado algún país con alta tasa de esta enfermedad y crees que podrías haber sido contagiado. Además no deberías dudar a acudir a hacerte una serología si has presentado síntomas de la enfermedad como picor en los genitales, cansancio, etcétera.
Así pues, siempre que te quede la sospecha de que la persona con la que has tenido relaciones sexuales no seguras podría haberte contagiado del Sida, así del lugar donde te hiciste el piercing o el tatuaje, como si has sufrido alguno de sus síntomas deberías acudir a tu médico de cabecera donde te harán la prueba de forma totalmente gratuita. Existen dos tipos de pruebas, el análisis de sangre convencional que tiene un proceso largo en cuanto al recibir el resultado de las pruebas, y el análisis exprés, con el cual puedes conocerlos mucho antes. Éste se realiza pinchando solamente un dedo o a través de la saliva, aunque necesitarás realizarte el otro examen más exhaustivo posteriormente.
En el caso de que hayas dado positivo en la serología deberás ponerte en contacto con un médico lo antes posible para que te informe de cuál es el tratamiento para el virus del Sida y cómo deberás actuar a partir de ahora si quieres mejorar tu condición y no quieres contagiar a los demás con la enfermedad que estás padeciendo.
Si te ha salido el resultado negativo en la serología deberás aprender de esta situación para actuar con más cautela, no tener sexo con personas a las que no conoces y de las que no sabes si puedes contraer alguna enfermedad, no compartir agujas ni otros objetos que contengan muestras de sangre de otras personas, ni tampoco hacerte piercings y tatuajes en tiendas que no terminen de darte confianza y las cuales no tengan buenas referencias. Recuerda que es tu salud la que está en juego y muchas de estas enfermedades de transmisión sexual no tienen cura, por la que te arriesgas a tener una enfermedad peligrosa para toda la vida, que además puede afectar a la salud de tu bebé si algún día decides tener hijos. Si tienes más consultas no dudes en ponerte en contacto con tu médico y preguntarle todo lo que sea necesario con tal de conocer mejor el virus del Sida, y otras enfermedades de transmisión sexual, cómo protegerte y dónde acudir en caso de duda o de posible contagio.