Según un estudio que realizó el Ministerio de Sanidad Española en los últimos años, la felicidad del hombre está proporcionalmente relacionada con el tamaño de su pene y de la belleza de su miembro al desnudo. El hombre cree que su masculinidad y su desnudo se ve en prejuicio si su miembro no tiene unas dimensiones grandes.
Las estadísticas de este estudio de mercado sacaron a la luz cifras como que los centímetros de pene en erección considerados dentro de la media normal española es de 15 cm de largo y 15,64 de ancho, por lo que si la media del tamaño está alrededor de 13 cm se consideraría pequeño, mediano comprendería centímetros entre 14-17 y la tan deseada talla grande sería a partir de los 18 centímetros. En España, el 28% de los hombres tienen un tamaño pequeño o muy pequeño y el 23% la ansiada XXL (extra grande).
En los últimos años, según los médicos especialistas en la materia (generalmente urólogos y cirujanos plásticos) determinan que las operaciones de hombres que quieren mejorar su desnudo y la belleza de su miembro se ha disparado, igualándose incluso con las más famosas operaciones de estética de las mujeres. Entre 1.000 y 1.500 operaciones al año son de alargamiento y ensanchamiento de pene. Esto, lejos de ser una alegría para la industria de la medicina, ha supuesto una preocupación pues se trata de operaciones peligrosas y en la mayoría de los casos innecesarias.
¿Qué hombres buscan someterse a un alargamiento de pene?
En la mayoría de los casos los hombres que acuden a su médico para realizarse esta intervención son hombres jóvenes, preocupados de su físico en exceso, pero en un porcentaje muy bajo, son personas con problemas médicos que sí requieren de dicha operación. En estos casos, el médico informa previamente de los riesgos que se corre: que la piel del miembro no cicatrice bien y no se quede estéticamente correcta, que pueda haber problemas de dolor, erección u otro tipo de consecuencias cutáneas...
Y, previamente, aconsejan al paciente que visite a un psicólogo que diagnostique cual es el problema real del paciente a la hora de querer modificar el tamaño de su miembro. En la mayoría de los casos, cuando visitan al psicólogo se detectan problemas de infancia, de complejos o de malas experiencias sexuales. En estos casos, con unas cuantas sesiones psicológicas quedan solucionadas y se prescinde de la operación.
En los casos en los que el paciente sigue queriendo someterse a esta operación se realiza una analítica que determine que la coagulación de su sangre es correcta, que sus constantes están estables y que no habría problema previo con la anestesia ni con ningún medicamento que se utilice. En ese caso el paciente puede elegir entre alargarse el pene o ensanchárselo. En la mayoría de los casos, el hombre aprovecha la operación para llevar a cabo las dos a la vez.
Remedios caseros para que el pene parezca más grande
Existen diferentes remedios caseros que utiliza el hombre para dar la sensación de que al desnudo su pene parece más largo y ancho y que se utilizan antes de llevar a cabo una operación.
- Depilarse el pubis. Esto es únicamente un efecto óptico, pues el pene sigue siendo del mismo tamaño pero se percibe como si fuera de mayor tamaño.
- Oprimirse el miembro con una goma en su extremo para que la sangre se coagule y el pene se oprima y se ponga más ancho. Esto es muy peligroso y nada aconsejable. Además de ser un efecto momentáneo, puede producir consecuencias como que la sangre deje de circular bien por el resto del tiempo, lesiones y/o hematomas.
¿En qué consiste la operación de alargamiento de pene?
Una de las curiosidades que la mayoría de los hombres desconocen cuando van a realizarse las operaciones es que el alargamiento de pene sólo se aprecia cuando el miembro se encuentra en reposo, no en erección que ésta tendría visualmente el mismo tamaño. Aun así, la sensación óptica es que el pene, tanto en reposo como erecto, es mayor tanto en su dimensión como en su longitud. La operación de alargamiento se realiza rajando el ligamento suspensorio que une la base del pene con el hueso del pubis. Este ligamento, no es necesario ni repercute en la salud del hombre, por ello no existe problema a la hora de rajarlo para llevar a cabo la operación. Una vez que se realiza, el pene sobresale entre dos y tres centímetros más.
Según el tamaño del ligamento, que varía según el hombre, saldrá más o menos centímetros. Hay hombres que lo tienen demasiado pequeño y no van a apreciar demasiado cambio tras la operación y al contrario, otros lo tienen más largo de lo normal y lo notan mucho más. Estas son consecuencias a las que el hombre se expone tras la intervención. Tras la operación, se le pone en el pene un aparato llamado distractor durante diez o doce meses aproximadamente. Esto ayuda a que el pene se estire un poco más hacia abajo y así, que al cicatrizar no se retraiga el miembro y se acorte. Si esto pasara, no hubiera servido de nada la intervención.
¿En qué consiste la operación de ensanchamiento de pene?
La otra operación es la de engordamiento del miembro. Esta operación es muy sencilla y no requiere de postoperatorio ni de hospitalización del paciente. Se trata de inyectar grasa en el miembro extraída del propio cuerpo del hombre. Se inyecta entre la piel del pene y el tejido, lo que proporciona que el pene engorde progresivamente. Por regla general, el resultado es inmediato pero se apreciará mucho mejor al cabo de los meses, cuando la grasa se haya uniformado con el resto de grasa de esta zona y se compacte con ella.
El resultado es muy bueno y en la mayoría de los casos no se llega a apreciar que el pene ha sido inyectado con grasa. Una única pega en este caso, es que al cabo de un año aproximadamente, es aconsejable volverse a inyectar grasa, pues la grasa se puede reducir al cabo del tiempo volviendo al miembro a su estado inicial. Esto no conlleva ningún problema, ni es un impedimento añadido por haber sido inyectado previamente.