En estos últimos años, el feminismo ha comenzado a ser un movimiento mucho más conocido por toda la sociedad. Los derechos de la mujer están saliendo a la palestra, la violencia de género ya no es un tabú del que no se pueda hablar, y la igualdad es algo cada vez más y más buscado, por suerte. Aún así, la sociedad continúa siendo machista, pese a todos los esfuerzos que el feminismo está haciendo para conseguir que esto cambie.
Pero hay un problema clave en todo lo relacionado con el feminismo, y es que hay mucha gente que ni siquiera sabe lo que es. Hay quien al escuchar la palabra feminismo cree que, automáticamente, se está hablando de lo contrario de machismo, ¡y nada más lejos de la verdad! El machismo es, según la Real Academia Española, una " actitud o manera de pensar de quien sostiene que el hombre es por naturaleza superior a la mujer ", y se ampara en un sistema patriarcal donde la sociedad valora más el ser hombre que el ser mujer.
Mas el feminismo es " una doctrina y movimiento social que pide para la mujer el reconocimiento de unas capacidades y unos derechos que tradicionalmente han estado reservados para los hombres ". Es decir, que ser feminista nada tiene que ver con ser machista. Cuando una persona es feminista, lo que está señalando es que aboga por la lucha de género, por una lucha de las mujeres para llegar a tener los mismos derechos que los hombres. Esto no implica hacer que un hombre pierda sus derechos, ni mucho menos, pero sí que las mujeres pasen a tener los mismos que los hombres. Habría que distinguir, pues, entre derechos y privilegios.
El feminismo es necesario es nuestra sociedad, porque sin él, continuaríamos viviendo eternamente en una sociedad machista donde el hombre y la mujer sufrieran la desigualdad de género. Y eso no solo es perjudicial para la mujer (aunque esta es la principal afectada), sino que el hombre también sufriría perjuicios derivados del concepto de masculinidad (un término muy machista). Pero, ¿por qué todos deberíamos ser feministas?
1. Las mujeres merecen unos derechos básicos
Como hemos señalado, el feminismo lucha por que las mujeres tengan los mismos derechos que los hombres; es decir, se encarga de conceder a las mujeres unos derechos que hasta entonces eran privilegios de los que tan solo disponían los hombres. De este empoderamiento femenino, llegaríamos a la tan ansiada igualdad.
Sin igualdad, nuestra sociedad jamás podrá evolucionar. Nos quedaremos estancados en una sociedad desigual, que perjudica a la mitad de la población solo por pertenecer a un género leído como mujer. Derechos tan básicos como la decisión sobre su propio cuerpo, como poder acceder a cualquier trabajo sin discriminación, como poder llevar la ropa que les plazca en la calle sin acoso, como poder combinar la maternidad y el trabajo... Les son negados actualmente a las mujeres, pese a que muchos se esfuercen en negarlo.
2. Necesitamos una sociedad igualitaria
Todos tenemos que ser feministas porque, solo a través del feminismo interseccional, conseguiremos llegar a una sociedad igualitaria donde se respete a todos los géneros, todas las etnias, todas las nacionalidades y todas las religiones. El feminismo es mucho más que respetar a las mujeres blancas burguesas; el feminismo incluye a las mujeres pobres, a las negras, a las que no han tenido más remedio que dedicarse a la prostitución e incluso a aquellas que han decidido ejercerla por derecho propio. Ser feminista es abogar por la igualdad, en toda su complejidad.
3. El fin de la violencia de género
Cuando una persona es machista, es mucho más probable que acabe justificando actos de violencia de género. La violencia de género no siempre implica, necesariamente, violencia física o violencia sexual; la violencia de género puede darse en cualquier entorno (incluso en el familiar, con padres o hermanos), y pueden ser simples palabras. Acusar a una adolescente de ser una "fresca" por haber besado a tres chicos, por ejemplo, es violencia de género; porque si ella fuera un hombre, se le felicitaría en lugar de castigarla.
Solo mediante el feminismo, mediante la lucha por el empoderamiento femenino y por esa tan ansiada igualdad, podríamos conseguir que esta violencia de género finalizara.
4. Necesitamos un mundo totalmente diferente
Si todos fuéramos feministas, conseguiríamos cambiar por completo el mundo. Haríamos que este fuera un lugar mucho más habitable para todo el conjunto de la sociedad, tanto hombres como mujeres. El género dejaría de ser una traba social, y la igualdad por fin reinaría.
No es un proceso fácil, sino que necesita de mucha deconstrucción por parte de todos, pero no es imposible. Con esfuerzo, la tan ansiada igualdad podrá ser una realidad muy pronto, y eso es algo que tanto hombres como mujeres necesitamos para vivir en condiciones. Obviamente, hay hombres que, gracias a sus privilegios masculinos, se ven beneficiados... Pero con empatía, podrán llegar a comprender que el feminismo también es necesario para ellos.