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EN FAMILIA

No aguanto a mi madre: ¿qué puedo hacer?

No aguanto a mi madre: ¿qué puedo hacer?
Sara Poyo Lorenzo
Última actualización: 19 Mayo 2019
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La convivencia es muy complicada y muchas veces con nuestros propios padres acabamos teniendo discusiones.

Cuando somos pequeños tenemos que cumplir a rajatabla las normas de la familia si queremos seguir teniendo un techo. Por eso, aunque no compartamos los mismos puntos de vista que nuestros progenitores tenemos que callar y evitar las discusiones . Sin embargo, según vamos creciendo esas diferencias entre hijos y progenitores pueden agravarse y convertirse en problemas, hasta el punto de que no soportemos estar en contacto con uno de ellos. Es el caso de las madres tóxicas. Son aquellas mujeres que normalmente tuvieron una infancia llena de tensión, dura y exigente , en la que tal vez sufrió malos tratos físicos o psicológicos.

De esta manera su comportamiento fue modelado desde pequeñas y de forma inconsciente han adoptado esa forma de responder, seguramente fueron niñas que en su momento pensaron "nunca trataré a si a mis hijos", pero por ironías del destino han aprendido automáticamente a actuar así porque cuando somos pequeños interiorizamos lo que nos enseñan, tanto lo bueno como lo malo. Por eso, es común encontrarnos con ciertos perfiles problemas de madres que pueden ser dañinos para nuestra salud emocional. Las más comunes son:

  • Madre controladora y sobreprotectora: Es un tipo de madre que crispa a los hijos porque intenta controlar todos los aspectos de la familia. Creen que los hijos son una extensión de ella y creen que saben que es lo mejor para ellos. Una madre así da lugar a hijos inseguros y con baja autoestima.
  • El comportamiento se modela desde pequeñosEl comportamiento se modela desde pequeños
  • Madres frías: Por otro lado hay un tipo de madres que se criaron en una familia con padres distantes, donde el afecto brillaba por su ausencia y ellas en cierto modo también han adquirido esa forma de comportarse. Son madres que no tienen bien desarrollados los sentimientos de empatía hacia sus hijos. En niños pequeños esto puede resultar confuso porque en los intercambios afectivos juegan un papel importante en la regulación del cortisol.
  • Madres narcicistas: Muy centradas siempre en si mismas y preocupadas por lo que puedan pensar los demás de ellas, como sus hijos son "una imagen" de ellas les ponen expectativas muy altas y luego les echan en cara el no poder cumplirlas. Cuando los hijos tienen problemas acuden y a ellas para pedir consuelo siempre acaban contándoles sus problemas, de forma que no solo no solucionan si no que empeoran o estas interacciones acaban en discusiones. Este tipo de madres también suele desvalorizar los logros de los hijos y les resta importancia, aunque sean brillantes. El problema es que los chicos crecen sintiéndose culpables por cosas que realmente no dependen de ellos.
  • Las madres son un pilar en la vida de todo hijoLas madres son un pilar en la vida de todo hijo
  • Madres victimistas: Juegan con la baza de la pena, están continuamente dando lástima a los dos demás y te hacen sentir culpable por mil y un motivos. Muchas usan una enfermedad como excusa para mantener a los hijos cerca, acusándolos del empeoramiento de su enfermedad si no hacen lo que ellas quieres ("me vas a matar a disgustos", "necesito que te quedes conmigo hoy", etc). Tienen miedo al abandono y es la única forma que conocen de mantener a sus hijos al lado.

¿Cómo evitar las discusiones con tu madre?

Puede que tu madre no haya llegado a tal extremo pero si estás leyendo este post es porque no aguantas su compañía y te interesa saber que hacer al respecto.

¡Despierta!

Reconoce que no has tenido la mejor madre del mundo y que ya no la vas a tener, a estas alturas de tu vida es difícil que eso vaya a cambiar. Por eso, toma el control de tu vida y asume que la familia no puede elegirse pero si que puedes decidir a las personas con las que quieres pasar el resto de tu vida. Debes tomar la decisión de poner distancia física y emocional con tu madre para seguir avanzando y sobre todo darte cuenta de sus errores para no cometerlos tú si alguna vez tienes hijos. Una vez que despertamos y asumimos la manipulación podemos romper el círculo vicioso y no repetir el esquema en el futuro.

Las madres son pesadas por su preocupación continuaLas madres son pesadas por su preocupación continua

Establece límites con ella

Tener cierta edad te da más independencia y te hace ver las cosas desde la distancia. Con este tipo de madres es necesario que sepas marcar unos límites emocionales y comunicativos para no dejarte influenciar por sus comentarios catastróficos, obsesiones y miedos. Si cada vez que hablas con ella acabáis en tensión y sintiéndote peor entonces deberás plantearte el hacerlo, buscar apoyo en otras personas y limitándole el acceso a tu vida privada.

Si tienes la suerte de no vivir bajo su mismo techo limita las visitas a su casa. Suena drástico pero tienes que poner tu estado emocional por encima y si la relación no mejora ninguno de los dos saldrá beneficiada de una visita que seguramente ni te agradecerá. En el caso de depender económicamente de ella se vuelve más complicado, sin embargo ten en cuenta que asumir una dependencia económica no obliga a tener que asumir otras.

Equípate con una armadura emocional

Está unido a lo anterior porque se trata de adelantarte a los comentarios negativos y críticas que sabes que va a hacer y preparar una respuesta asertiva para hacer frente a las discusiones. Por ejemplo, si sabes que va criticar una decisión que has tomado respóndele tranquilamente que ya te has decidido y que nada de lo que diga te hará cambiar de idea por lo que es inútil hablar de ello, ya eres lo suficientemente mayor como para tomar tus decisiones y si sale mal tendrás que pagar las consecuencias, pero eso es responsabilidad tuya y no suya.

Las relaciones son complicadas siempre por la convivenciaLas relaciones son complicadas siempre por la convivencia

Usa la asertividad

No te calles las cosas pero tampoco montes pollos. Simplemente expresa cómo te hizo sentir su comportamiento, por qué y qué te gustaría que pasase en el futuro para que vuestra relación sea mejor y que no haya tanta tensión. Por ejemplo: "Cuando criticas a mi pareja me enfado porque no te esfuerzas en darle una oportunidad. Deja de hacerlo o seguramente se me quitarán las ganas de venir a visitarte en el futuro".

Acude a un psicólogo

Si la relación con tu madre es realmente mala y ella reconoce parte del problema tal vez podríais acudir juntas a un psicólogo que ayude a mejorar vuestra relación. Solo funcionará si ella reconoce su comportamiento, en estos casos hay todavía esperanza. Aun así, si no lo hace deberías ir tú porque las heridas emocionales que no se tratan aparecen de nuevo en el futuro y si algún día tienes hijos es probable que repitas algunos de los mismos errores que cometió tu madre contigo.

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