La ninfomanía es un término utilizado para hablar de un trastorno mental, coloquialmente llamado ''el sexo que se convierte en una enfermedad '', pero hay mucho más detrás de eso. La ninfomanía es una dependencia o una adicción a las relaciones sexuales y no por el hecho de encontrar en ellas el placer físico, sino por aliviar con él los problemas y carencias emocionales que se sienten.
Las personas ninfómanas, como en cualquier tipo de adicción, tienen la necesidad de mantener relaciones sexuales muy a menudo y para ello inician una búsqueda obsesiva y compulsiva de estas. Esta obsesión pasa a ocupar la mayoría del tiempo de la vida de la persona, interfiriendo en sus relaciones sociales, laborales, familiares, etc.
¿Quién puede padecer ninfomanía?
La ninfomanía en sí no tiene un momento de aparición específico, puede darse en todos los rangos de edad, aunque normalmente aparece en al inicio de la etapa adulta. Según las estadísticas existe un porcentaje alto de mujeres y de hombres homosexuales que sufren este trastorno, en comparación al de hombres heterosexuales, pero eso no quiere decir que no puedan padecerla.
¿Cuál es la causa de la ninfomanía?
La causa como tal de esta enfermedad no se conoce, pero si es verdad que al igual que en todas las adicciones, existe un componente que es el detonante, la dopamina, encargada de la sensación de placer.
Por ello se dice que la causa biológica de este trastorno es la búsqueda de la producción de dicha sustancia, la cual se convierte en algo de lo que el cuerpo depende y cada vez necesita más cantidad de esta. Aun así, investigadores y profesionales del tema dicen que posiblemente haya otro motivos a mayores, por el cual una persona pueda llegar a padecer dicha enfermedad. Algunos de ellos son:
- Como consecuencia de un abuso de alcohol o de drogas, ya que estas facilitan su aparición.
- Por estar de forma prolongada ante una situación muy estresante, ya que es el estrés el que desencadena el trastorno.
- Como consecuencia del consumo de fármacos utilizados para equilibrar los niveles de dopamina, como por ejemplo los medicamentos recetados para el Parkinson.
- Por consumo de fármacos destinados a corregir problemas cerebrales que afectan a los impulsos sexuales.
- Como consecuencia de una actividad epiléptica en el lóbulo temporal, ya que tiene un papel muy importante en la regulación de la libido, es decir, del deseo y de la excitación.
- Por haber sido víctima de un abuso sexual en la infancia o en el pasado.
- Como síntoma secundario de otro trastorno o enfermedad mental; generalmente en:
1- Trastorno de personalidad limite: suelen buscar el cariño y el amor que no sienten, en el sexo. Además a esto se le suman las actitudes impulsivas que tienen, por lo que puede generar un grave problema para la persona afectada.
2.- Trastorno de personalidad bipolar: En este caso, la impulsividad y los cambios de personalidad que padecen puede influir en los impulsos que incitan a mantener las relaciones sexuales, haciendo de ellas algo peligroso para la persona, ya que por norma general las llevan a cabo sin protección, son impulsivos en el sexo, cambiantes a la hora de actuar, etc.
3.- Trastornos de carácter maniaco, en los cuales hay presencia de daños cerebrales.
Pero no son los únicos, también hay casos en lo que la ninfomanía es un síntoma secundario de la demencia, del autismo o del síndrome de Down, entre otros muchos.
¿Cuál es el tratamiento que se sigue en la ninfomanía?
El tratamiento que se lleva a cabo en los casos de ninfomanía, es muy similar a los que se realizan en otros tipos de adiciones. En la mayoría se sigue un tratamiento psicológico y un seguimiento psiquiátrico, tanto al paciente como a la familia, y si es necesario se receta medicación, como por ejemplo: ansiolíticos o antidepresivos e incluso en los casos más graves, inhibidores selectivos de serotonina. También se recomienda que el tratamiento incluya la participación en un grupo de apoyo, en terapias de pareja, etc.
¿Cuáles son los síntomas o signos de la ninfomanía?
Los síntomas o signos que produce la ninfomanía son muy variables, depende de la persona, de su personalidad, de cómo lleve la situación y su forma de vivir el trastorno, del origen que tenga este, de la edad y del tiempo que se lleve padeciendo, etc. Aun así, en la mayoría de los casos se repiten algunos de ellos, los cuales son:
- Problemas a la hora de mantener una relación intrapersonal, ya sea de amistad, laboral, etc.
- Dificultad de mantener una relación de pareja, por el hecho de sentir la necesidad continua de realizar el sexo.
- Comportamientos de riesgo relacionados con el sexo, tales como infeciones, enfermedades de transmisión sexual por no usar protección, embarazos no deseados, etc.
- Una actitud de promiscuidad o desfasamiento sexual.
- Síntomas depresivos, como por ejemplo:sentir tristeza de forma continuada, cansancio generalizado, sin un motivo aparente, aislamiento social, actitudes autolesivas, pensamientos suicidas, etc.
- Dificultad a la hora de realizar actividades de la vida cotidiana, las cuales antes no suponían ningún esfuerzo.
- Dificultad a la hora de concentrarse y de retener información.
- Sentimiento de necesidad de mantener relaciones sexuales a menudo, superando la normalidad de la persona.
- Descuido de los hábitos, obligaciones o responsabilidades que interfieran en la obsesión por buscar el placer sexual.
- Actitudes de infidelidad a la pareja o extrema dificultad de entablar lazos íntimos y afectivos con una persona.
- Sentimiento de ansiedad.
¿Qué debo actuar si trato de forma regular con una persona ninfómana?
A la hora de tratar regularmente o convivir con una persona ninfómana existen varios aspectos que hay que tener en cuenta, con el fin de proporcionar ayuda y de no empeorar la situación Para ello, algunos consejos que se recomiendan seguir son:
- Detecta cuales son los síntomas que presenta para encontrarles una solución.
- Expresa tu preocupación por la situación a la persona afectada, de forma suave, delicada y sin que pueda sentirse mal, rechazada o atacada.
- Ayuda o aconseja la búsqueda de ayuda médica y profesional.
- Apoya las decisiones positivas que decida tomar para su recuperación, y explicarle las negativas y el peligro que le acarrea, tanto en las relaciones sexuales, como físicos y psicológicos.
- Busca ayuda en el caso de que sea necesario y el no quiera tratarse.
- Déjale bien claro los límites que jamás debe sobrepasar.
- Ayuda a la persona a encontrar una actividad con la que pueda desconectar y desahogarse.