Desde siempre se ha atribuido la idea de hombría a un tamaño grande del pene. De ahí, que para los hombres el "tamaño" tenga tanta importancia a nivel estético, funcional y placentero. Es más, su valía suele demostrarse con el tamaño de sus músculos, sobre todo, el tamaño del músculo de su miembro. En muchos momentos, los hombres pueden hacer comparaciones de sus miembros, sobre todo cuando comienzan a explorar su sexualidad, cerca de la etapa de la adolescencia, y es entonces cuando las preocupaciones comienzan a surgir.
La microfalosomia , también conocida como micropene, es un término que hace referencia a una longitud del pene demasiado corta. Si bien el promedio en el tamaño del pene es de 13,5 centímetros en erección, los hombres que sufren microfalosomia no alcanzan los 7 centímetros.
¿Cuáles son las causas?
La causa del micropene puede ser por hipogonadismo primario o por disfunción hipotalámica o hipofisaria, cuyo resultado es alteraciones en el desarrollo de las características sexuales humanas y no funcionalidad de los testículos. Además, la insuficiencia del estímulo androgénico produce un retraso en el crecimiento de los genitales externos.
Cuando el proceso de reproducción celular, conocido como meiosis, se ve alterado, se produce a su vez una alteración en las células de Leydig, localizadas en los testículos y encargadas de producir testosterona. Como resultado a estos problemas celulares tenemos la microfalosomia. La aparición de micropene también puede asociarse a malformaciones genéticas no relacionadas con los cromosomas sexuales.
¿Cuándo acudir a un profesional?
La frustración que se produce en los varones debido al pequeño tamaño de su pene puede derivar en problemas psicológicos. Esto suele aparecer sobre todo cuando se comienzan a tener relaciones sexuales.
Es importante saber que no existe cura para la microfalosomia. Si se ha detectado en adultos, en algunos casos pueden administrarse hormonas aunque no se asegura que el tratamiento sea efectivo.
En todos los casos, se recomienda acudir a un psicólogo para llevar a cabo una terapia, con o sin fármacos.
Debido a la creencia de asociar el tamaño del pene con la potencia sexual, muchos hombres pueden presentar una baja autoestima, evitación sexual, depresión e incluso ansiedad cuando se encuentra en situaciones en las que surgen relaciones eróticas.
Cuando esto se detecta en niños, se puede recomendar alguna terapia hormonal con el fin de estimular el crecimiento genital, pero cada persona debe ser valorada por un especialista pediatra, quien debe valorar cual es el mejor tratamiento para administrar en cada caso.
¿Qué hacer para superar miedos y problemas?
La importancia que los hombres dan al tamaño del pene puede llegar hasta la obsesión. La frustración puede aparecer en muchos momentos, sobre todo durante las relaciones sexuales, en las que el hombre se siente incómodo y no da rienda suelta al placer que pueden llegar a sentir, tanto el como la pareja, independientemente del tamaño.
Pues es conveniente saber, que el placer sexual no se asocia a la longitud, ya que muchos expertos defienden la idea de que el orgasmo femenino puede ser alcanzado con una buena estimulación del clítoris. Por lo que, podemos afirmar que la obsesión que se produce en los hombres por el tamaño de sus miembros, se reduce a fundamentos puramente estéticos.
Los complejos se construyen a través de las comparaciones entre unos y otros. Sobre todo, a partir de ideas estereotipadas que la publicidad y los medios de comunicación nos intentan vender, como la idea de que una mujer es más atractiva si tiene más pecho, más culo y menos caderas, y como la idea de que un hombres es mucho más hombre y viril si posee un miembro bastante grande y proporcionado. Pues hemos de señalar que eso son solo ideas, y no realidades, ya que no existe nada más atractivo que la seguridad que podemos demostrar a nuestro alrededor a pesar de no ser tan perfectos como la sociedad en la que vivimos exige que seamos, ya que nadie lo es.
Las soluciones por las que muchos optan, cirugía estética, instrumentos que dicen aumentar el tamaño del miembro o utilización de cremas, no siempre son satisfactorias e incluso, pueden provocar daños en el pene y alrededores.
Existen otras soluciones, sobre todo a nivel psicológico y personal, que pueden aportarnos herramientas eficaces para superar nuestra frustración y miedo ante situaciones en las que el pequeño tamaño del pene pueda ser observado por los demás. Además, durante el sexo podemos adoptar estrategias suficientemente placenteras para satisfacer a la persona con la que mantengamos relaciones sin necesidad de preocuparnos por si el pene es grande o pequeño.
Con respecto a la sociedad, es importante llevar a cabo una adecuada educación sexual, con la que se eviten prejuicios o ideas estereotipadas acerca de los miembros genitales, sobre todo, en referencia a las relaciones interpersonales en las que el sexo tenga mucha importancia. Los penes de menor tamaño pueden ser también satisfactorios, pero independientemente del tamaño, para conseguir un disfrute pleno del sexo hay que aprender a llevar a cabo técnicas que sean realmente placenteras para la otra persona y para uno/a mismo/a.
En definitiva, la preocupación y frustración sobre el micropene, a veces es infundada porque la proporción de hombres que poseen un pequeño tamaño de pene es bastante baja. Un pene se considera normal si mide 4 cm en reposo y 7 cm en erección, por lo que es importante conocer las medidas para considerar que nuestro pene es demasiado corto y obsesionarnos por ello.
Normalmente, los hombres con un tamaño de pene dentro de la normalidad, tienden a subestimarse y a acomplejarse. Entre las opciones que se pueden adoptar, la más satisfactoria es el apoyo psicológico especializado en sexo, que como hemos señalado anteriormente, puede ayudarnos a superar nuestros "traumas", a valorar otras alternativas para disfrutar de las relaciones sexuales en su plenitud, a valorarnos a nosotros mismos por nuestra valía como personas y no como físico, a hacer frente a nuestros miedos y a aprender a respetar a otras personas que puedan infravalorarse por su físico.