El sexo anal es muy placentero, pero la falta de conocimiento sobre el mismo nos hace tener muchos reparos a la hora de practicarlo. Las razones son varias, la principal es el miedo a que suponga dolor, y es que en verdad se necesita algo de paciencia y práctica para realizar este tipo de penetración. Otra razón suele ser relativa a la higiene, en el sentido de que tenemos miedo de que el ano no sea 'tan limpio' para practicar sexo, y nos dé vergüenza que haya algún tipo de contaminación o nos manchemos con las heces.
No debemos temer tanto al sexo anal, sin embargo, sí que es importante mantener unas reglas de higiene básicas. Claramente, para cualquier otro tipo de contacto sexual también se necesita mantener una rutina de limpieza, aunque en esta ocasión nos centraremos en el sexo anal. Aunque el sexo anal no es "sucio", como la gente piensa, entramos en contacto con fluidos y podemos tener riesgo de transmitir o ser contagiados de una Enfermedad de Transmisión Sexual o ETS, y normalmente se recomienda el uso de lubricantes. Así que hay algunas reglas de limpieza que son recomendables para evitar coger infecciones, minimizar los riesgos, y de sentirnos con mayor comodidad.
Una ducha previa nunca viene mal
Este consejo es para todas las personas implicadas : no es que tengas que ducharte antes de practicar sexo, pero sí que mantengas unos hábitos de higiene. Además de ayudar a mantener limpia la zona anal, también la persona que va a realizar la penetración debería asegurar la higiene de su pene.
Usar un jabón especial para la zona íntima anal
Si te preocupa dejar manchas de heces al practicar sexo anal puedes poner especial énfasis en la zona a la hora de tu limpieza diaria. Si has evacuado previamente, asegúrate de haber dejado la parte externa del ano bien limpia y, si quieres rematarlo, puedes utilizar un jabón íntimo especial para no irritar el área. Con una esponja que uses sólo para ello, o con tus propias manos, y abundante agua, puedes lavar el ano, aunque ten cuidado de no introducir jabón dentro, y aclárate bien para que no queden restos.
¿Son necesarios los lavados con enema?
Hay personas que en sus hábitos de higiene y limpieza optan por utilizar enemas periódicamente para lavar el ano. Los hay en farmacias y se pueden hacer caseros, aunque lo más recomendable si quieres utilizar esta técnica de limpieza, es utilizar un producto profesional, es decir, de farmacia. Sin embargo, no siempre es necesario. Los enemas deben utilizarse con cuidado, pues podemos dañar la zona anal y en verdad el ano no es un depósito de heces, como creemos. Pero, ante la duda o alguna emergencia, puedes utilizar esta vía.
Una dieta rica en fibra
Si queremos mantener la zona anal limpia y libre de heces lo mejor es tener un buen tránsito intestinal, que es una forma más fina de decir que vayamos bien al baño y no tengamos problemas de estreñimiento. Para ello es recomendable beber agua y asegurarte de que en tu dieta consumes fibra suficiente. Cada persona notará con qué cantidad y hábitos alimenticios se satisface su tránsito, aunque hay muchos factores que nos pueden entorpecer esta tarea: hay personas con mayor tendencia al estreñimiento, además, muchos factores nos lo pueden favorecer, como el estrés.
Depilación, ¿sí o no?
La zona anal también tiene vello y en tu mano está decidir si quieres depilarla o no. Y es que el vello no implica mayor suciedad, pese a lo que se tiende a pensar, y manteniéndonos limpios y aseados no hay problema. Pero hay personas a las que no les gusta o les resulta molesto a la hora de practicar anilingus o el beso negro (aunque tu pareja tampoco te puede decir si debes depilarte o no, es tu decisión). También hay quien nota que sin vello siente más placer en el sexo anal porque se incrementa el contacto con la piel de su compañero sexual, así que todo depende de lo que más desees. Para depilarse, hay productos específicos para la zona anal, vigila que utilizas uno adecuado.
Preservativos
¿Acaso pensábamos que en el sexo anal los preservativos no eran necesarios? Si no tienes la seguridad al 100% de que tu pareja sexual no puede transmitirte ninguna Enfermedad de Transmisión Sexual o ETS (ocasión que se suele dar cuando practicamos sexo con una pareja estable monógama), debes utilizar el preservativo. Los hay especiales para sexo anal.
El anilingus o beso negro
El anilingus, también conocido como beso negro, consiste en la estimulación anal mediante la lengua. Hay personas que encuentran a esta práctica desagradable, otras no, eso depende del gusto de cada uno y cada una. Aun así, en caso del anilingus, la necesidad de una buena higiene se multiplica, para evitar infecciones y también malos sabores. Podemos utilizar, además, un preservativo cortado o un plástico de látex para colocar en la lengua y que se pueda dar placer sin tener contacto directo con el ano. De esta manera también se evita la transmisión de Enfermedades de Transmisión Sexual o ETS.
No practicar sexo vaginal después, o hacerlo con otro condón
En este punto sí que debemos tener precaución: si has practicado sexo anal sin preservativo, no puedes luego realizar una penetración vaginal. Aunque el sexo anal no implica ningún tipo de riesgo para el pene, sí que se pueden transmitir agentes infecciosos a la vagina por esta vía. Por eso, es mejor utilizar un condón y cambiarlo si vamos a practicar los dos tipos de penetraciones. Si no, por el medio será necesario hacer una limpieza con agua y jabón en el pene.
Higiene después del sexo anal
El sexo anal no es, de por sí, algo sucio que nos obligue a tener que lavarnos constantemente. Tampoco tendremos contacto con las heces, como habitualmente se piensa. Pero normalmente hay que utilizar lubricante, estamos en contacto con el semen, a veces saliva, sudor, etc., y no es necesario lavarse inmediatamente después (puedes echarte a dormir tranquilamente o seguir con tu día), pero siempre quedaremos más limpios si nos lavamos la zona tras practicar sexo. Hay personas a las que les agrada más una ducha posterior y otras no. Eso es a elección personal.