En relación al sexo se conocen muchas de las enfermedades de transmisión sexual que pueden poner en peligro nuestra vida, ya que es muy importante que sepamos protegernos de ellas y reaccionar adecuadamente ante una posibilidad de sexo inseguro. Sin embargo, existen otras enfermedades relacionadas con los órganos sexuales, que no conllevan contagio, que no son tan conocidas y también podemos encontrarnos frente a ellas en algunas ocasiones.
Enfermedades relacionadas con los órganos masculinos existen muchas, pero las Hipospadias quizás no son tan conocidas como deberían serlo. Estas se dan en cuatro de mil hombres y pueden ser más comunes según ciertos factores, además se dan de forma genética, por lo que los niños ya nacen con ellas y pueden ser hereditarias para sus hijos.
Te contamos qué son las Hipospadias para que conozcas bien esta enfermedad, cuáles son sus posibles causantes y qué tratamiento y diagnóstico clínico tienen para los hombres que las padecen.
Qué son las Hipospadias
Las Hipospadias suponen una malformación en el pene del bebé ya antes de nacer por la cual evita su formación de modo usual y el canal de la orina no se encuentra en la punta de dicho órgano sexual, sino en su parte inferior u en otra parte del pene.
Lo más probable es que el hombre afectado por las Hipospadias no pueda orinar con normalidad, ya que el conducto de la orina no terminará en el lugar donde tendría que hacerlo por naturaleza. Esta enfermedad es congénita, por lo que es probable que los hijos de la persona afectada también la sufran y que alguno de sus familiares también la haya sufrido.
Por lo tanto, su detección puede hacerse a una edad muy temprana, puesto que el niño no orinará con normalidad y esto puede crearle muchos problemas psicológicos al sentirse diferente al resto de hombres. Así pues, se debe buscar la cura a esta enfermedad lo antes posible.
En la historia se han buscado soluciones muy diversas a esta enfermedad, algunas demasiado trágicas, pero en la actualidad los médicos pueden detectarla de forma rápida y ponerle una solución para que el hombre afectado pueda llevar una vida normal sin tener que preocuparse por las Hipospadias.
Tratamiento para las Hipospadias
Una vez diagnosticadas las Hipostadias por un médico este deberá determinar si se puede operar. Se debe tener en cuenta que estas aberturas que deberían encontrarse en la punta del pene pueden llegar a situarse justo debajo, en el tronco o hasta el final del mismo. Que se encuentren en estos lugares puede hacer que el pene tenga una curvatura al inclinarse durante la erección, que no llegue a la erección completa o bien que sea totalmente disfuncional.
Dependiendo de cada caso en concreto el médico especialista determinará cuál es el mejor tratamiento. En el caso de que se encuentren en una zona operable lo que hará será crear una nueva abertura en la zona donde debería encontrarse, en el glande, y cerrará la otra para que cuando orine lo haga de la forma normal. Con los años la herida cicatrizará sin problemas y el hombre, dependiendo del caso, podrá tener una buena vida sexual.
Sin embargo, debemos tener en cuenta que cada caso es distinto y que en algunos hombres no se formará el glande de forma completa si la abertura no se encontraba en el lugar indicado con el paso de los años. Por eso y por los posibles efectos psicológicos en el niño es mejor operar las Hipospadias en temprana edad, aunque puede que el proceso no sea fácil para el pequeño. El médico será el indicado para aconsejarte el mejor momento y hacer que todo el proceso sea más sencillo para él.
Se recomienda, en la mayoría de los casos, someter a los niños a esta operación entre los seis y los doce meses de vida, para reconstruir el conducto de la uretra haciendo que puedan tener la obertura de la orina en el lugar adecuado durante este período de tiempo. La operación no es larga, pero esta reconstrucción del conducto de la uretra debe hacerse mientras antes mejor, por lo que será una noche de hospital para el pequeño pero una gran tranquilidad para el resto de su vida.
Esta es una operación bastante común y no implica grandes problemas. No obstante, es recomendable no hacer la circuncisión en los niños que padezcan esta enfermedad, ya que dificulta el procedimiento y su pronta recuperación. Depende de donde se encuentren las Hiposapadias quizás la operación no sea tan sencilla y se necesite más de un procedimiento para recolocar la uretra y hacer que funcione con normalidad. Además en algunos casos el pene no queda completamente normalizado, por lo que el hombre que ha padecido Hipospadias al nacer puede tener erecciones incompletas, el tronco del pene ligeramente curvado o problemas en las relaciones sexuales.
En la mayoría de los casos suele ser una operación satisfactoria y duradera. En los casos en que el procedimiento ha salido bien, aunque sea con más de una operación, los hombres afectados han podido llevar una vida normal sin problemas y sin recordar que han padecido de Hipospadias de pequeños. La uretra tampoco se verá afectada en el futuro, por lo que en la actualidad esta malformación al nacer no tiene porqué afectar a la vida de nuestro más pequeño, simplemente debemos detectarla a tiempo y someterlo al procedimiento adecuado para que los médicos puedan dar el diagnóstico, buscar el tratamiento y someter al niño a los procedimientos necesarios para que pueda llevar una vida normal en el futuro y no deba porqué preocuparse.
No obstante, deberá tener en cuenta que esta enfermedad afectará también a sus hijos, si algún día decide tenerlos, por lo que sería conveniente que le contase a su pareja que pasó por este procedimiento cuando era un bebé y que seguramente que su hijo varón deba pasar por él también. En la actualidad no es un gran problema, ya que la mayoría de los casos tienen un buen tratamiento y el niño puede llevar una vida normal.