Todos los músculos con el paso del tiempo pierden fuerza y, lógicamente, los vaginales también, por lo que es necesario fortalecerlos para evitar problemas tan comunes como la incontinencia urinaria. Pero, a diferencia de lo que ocurre cuando quieres desarrollar los músculos de cualquier otra parte del cuerpo, puedes realizar ejercicios vaginales en cualquier lugar y momento del día.
El beneficio de los ejercicios de Kegel
Una de las formas más comunes para fortalecer los músculos de la vagina es practicar ejercicios de Kegel. Este tipo de ejercicios reciben el nombre de Kegel porque una persona llamada así fue el encargado de desarrollar estos ejercicios para sus pacientes que sufrían incontinencia urinaria en la década de los 40. Estos ejercicios para mejorar los músculos del suelo pélvico se pueden realizar sin que nadie a tu alrededor lo note.
Son muchos los beneficios que pueden tener los ejercicios de Kegel, pero no solo en lo que respecta a las relaciones sexuales, sino también en cuestiones relacionadas con la salud :
- Pueden evitar la incontinencia urinaria. Esto es algo fundamental sobre todo con el paso de los años.
- Te ayudarán a que el parto sea más indoloro. El hecho de tener control sobre los músculos de la vagina hará que el dolor sea menos intenso.
- Podrás mejorar tus relaciones sexuales y aumentar el placer, puesto que tener músculos vaginales bien desarrollados te permite llegar al orgasmo con mayor facilidad. Esta ventaja no se puede dejar pasar porque se pueden evitar muchos problemas en lo que al sexo se refiere.
Hay diversas maneras de realizar esta disciplina que consiste, básicamente, en contraer y relajar el músculo pubococcígeo, más conocido como músculo del suelo pélvico (encargado de estimular el útero), con la finalidad de aumentar su fuerza y resistencia. De hecho, existen diferentes modalidades de los ejercicios en función de tu experiencia al respecto.
Ejercicios vaginales para principiantes
Si eres principiante con los ejercicios de Kegel, comienza realizándolos durante tres veces al día sin olvidar que antes de comenzar debes vaciar tu vagina. A partir de ahí tienes varias posibilidades en torno a los ejercicios a los que les terminarás cogiendo el truquillo:
- Contrae los músculos de la vagina durante tres segundos y vuelve a relajarlos, repitiendo la operación 10 veces.
- Contrae y relaja los músculos de la vagina lo más rápido que puedas, haciendo series de 25.
- Imagina que estás sujetando algo con la vagina o que los estás acariciando, permaneciendo en esa posición durante 3 segundos.
- Relaja los músculos y repite el mismo ejercicio 10 veces.
Ejercicios de Kegel para expertas
Por el contrario, si llevas algún tiempo realizando los ejercicios de Kegel es hora de que pases a un nivel superior que te llevará 10 minutos al día. Es también un proceso muy sencillo que no te quitará demasiado tiempo y que te conllevará grandes beneficios a largo plazo. Con esta práctica siempre hay que pensar que el beneficio se notará con el paso de los años.
- Tumbada en el suelo con las rodillas dobladas y las plantas de los pies pegadas, relaja los músculos del estómago y de la vagina.
- Una vez que lo hayas conseguido, imagina mentalmente las paredes interiores de la vagina e intenta acercarlas contrayendo los músculos pero sin hacer esfuerzos con el estómago o los glúteos. Un proceso que deberás repetir en series de dos veces. Es fundamental que te percates de que lo estás haciendo bien porque sino el esfuerzo será el balde.
- Cuando lo hayas conseguido, puedes avanzar un poco más contrayendo los músculos mientras cuentas diez segundos y permaneciendo después con ellos contraídos y, por tanto, la vagina cerrada, durante veinte segundos.
- Vuelve a relajarlos durante diez segundos y repite el ejercicio.
¿Cuándo se nota una mejoría en los músculos de la vagina?
Si realizas estos ejercicios a diario, tras cuatro semanas comenzarás a notar la mejoría. Ahora bien, si pasa ese tiempo y no notas nada, ten paciencia. Cada mujer es un mundo e incluso algunas mujeres no sienten la evolución hasta pasados unos meses.
Además debes asegurarte de que realizas correctamente los ejercicios. Así, no debes sentir molestias en el abdomen o en la espalda ni apretar el tórax, simplemente tienes que concentrarte en el suelo pélvico y trabajar únicamente con él. Esta es una práctica que con el paso del tiempo se está extendiendo y que permite que las mujeres conozcan mejor sus partes íntimas.
El control sobre los ejercicios es fundamental para hacerlo de la forma correcta y, tanto si lo estás haciendo para notar mejorías inmediatas, como por ejemplo en las relaciones sexuales, o lo estás haciendo con visitas a un futuro parto, es importantísimo que te esfuerces porque el movimiento sea el correcto. Hay veces que es difícil si no se ha hecho nunca, pero con práctica se llega a conseguir sin ningún tipo de problema.