Cada vez escuchamos a más mujeres que recomiendan el uso de la copa menstrual y que nos cuentan sus experiencias personales con estas, y es un producto que está revolucionando el mercado de la higiene íntima, incluso para gente adolecente, debido a sus numerosas ventajas al compararse con el uso de tampones o de compresas.
Pero antes de nada y para todas aquellas que nunca hayan oído hablar de ella, la copa menstrual es justamente lo que su nombre indica, una pequeña copa de silicona o de látex que se introduce dentro de la vagina y sirve para recoger la menstruación. A diferencia del resto de productos para la menstruación, es la única que no la absorbe sino que la recoge. Las hay de distintos tamaños dependiendo de la edad, adaptándose tanto a la adolescencia como a las mujeres que hayan dado a luz; son flexibles y fáciles de poner (aunque las primeras veces cuesta pillarle el punto) y también se pueden encontrar algo más rígidas para el caso de las deportistas.
Ventajas de utilizar la copa menstrual
La copa menstrual puede tener muchas ventajas que las personas no terminan de conocer por la poca visibilidad que tiene. Aquí tienes alguna de esas ventajas.
- Una de las ventajas más importantes es su baja contaminación y que es ecológica. Debido al uso que se le da y a la desinfección, puede llegar a durar hasta diez años, por lo que es una opción mucho más rentable que el consumo mensual de una o dos cajas de tampones.
- El hecho de que sea reutilizable y dure tanto tiempo constituye otra ventaja: sale más barata a la larga.
- Dura hasta doce horas sin necesidad de cambiarla, ya que su capacidad es de 30 ml.
- Reduce las infecciones vaginales y no produce el Síndrome de Shock Tóxico, ¡es totalmente innocuo para el organismo!
- No araña ni reseca las paredes y tiene varias tallas para adaptarse a cada mujer.
Pero como dentro de todo, encontramos a firmes defensoras de la copa y a gente que remarca sus desventajas al posicionarse en contra, y preferimos mostrar las dos caras de la moneda. Es cierto que, de primeras, su precio es considerablemente más alto que el de los tampones, e incluso si a la larga sale rentable es una pequeña inversión que cada una debe decidir si hacer o no.
Las primeras veces que la uses puede que sea un poco incómoda de sacar, pero es algo que se va aprendiendo con la experiencia; ¿a quién no le costó horrores ponerse su primer tampón?, ¡y aún más sacarlo! Puedes mancharte las manos al sacarla y ponerla, y es especialmente incómodo vaciarla en un baño público. Normalmente para esto recomiendan llevar una bolsa de toallitas húmedas a mano para limpiarla y lavarte las manos.
¿Se recomienda el uso de la copa menstrual en la adolescencia?
¡Por supuesto! Está recomendada para mujeres de todas las edades y se puede usar desde el primer ciclo. Es más, es preferible su uso. La edad en la que una mujer es más propensa a sufrir el Síndrome de Shock Tóxico es cuando es adolescente, normalmente entre los 14 y los 19 años, ya que el uso de tampones puede tener consecuencias nocivas para el cuerpo femenino.
Por regla general lo que más asusta respecto a la adolescencia y la copa menstrual es el tema de la virginidad y el himen, pero no todas las mujeres que no hayan tenido relaciones sexuales tienen himen. Es una membrana que cubre parte de la vulva (no la entrada de la vagina, ya que el flujo menstrual debe poder salir) y que puede romperse de muchas formas, ya sea montando en bicicleta, en caballo o incluso bailando, y muchas mujeres llegan a la adolescencia sin himen sin ni siquiera ser conscientes.
En cambio, si el temor es respecto a la estrechez de la vagina de una adolescente, tampoco hay de qué preocuparse. Desde la primera menstruación la vagina está preparada para alumbrar un bebé, por lo que la copa menstrual se adaptará sin problemas al tamaño de esta si se elige bien la talla.
Si bien hay más opciones aparte de la copa menstrual, esta es la más recomendada actualmente, y aunque su uso no esté tan generalizado como debería siempre viene bien enseñar sobre educación sexual y que incluso una adolescente se conozca a si misma y a su cuerpo, así como lo que mejor se adapta a su menstruación.
Hay mujeres que prefieren evitarla ya que la consideran como algo sucio al tener que introducirse y extraerse con las manos. Al contrario de lo que parece, es bastante higiénico, ya que la sangre que recoge no tiene olor al no haber sido absorbida, y la silicona quirúrgica tampoco tiene ningún olor. Justo al revés que con los tampones, la copa menstrual no deja fibras en el interior de la vagina ni tiene blanqueantes de ningún tipo que puedan afectar a la flora vaginal.
Es por estos motivos por los que hay personas que se sitúan preferiblemente a favor del uso de tampones mientras que otras ya utilizan esta copa menstrual habiendo dejado en desuso los anteriores.