Si algo nos ha enseñado Hollywood es que cada familia es completamente diferente y tiene su propia historia, pero a diferencia de las películas, en la realidad esa historia es propiedad de los miembros que la componen y por ello, todos tienen derecho a conocerla, incluidos los hijos y las hijas por difícil que resulte en ocasiones la comunicación con ellos.
El motivo de haber llegado al punto en que seas gay o lesbiana y que tu hijo no lo sepa puede ser muy variado, y algunas situaciones resultarán más sencillas que otras. Por ejemplo, existen familias formadas por una pareja heterosexual en la que resulta que alguna de sus partes es homosexual. Podría suceder porque en su momento se vivía una situación complicada en la que no podían mostrarse como eran realmente y se juntaron consentidamente para compartir una vida juntos más cercana a la amistad que al amor de pareja. Esta sería compleja, aunque realmente sencilla de contar a un hijo o hija, ya que no existe una mentira hacia ninguna de las partes, tanto su padre como su madre eran conocedores de la situación y decidieron seguir adelante.
La situación se complica cuando es similar a la anterior pero una de las partes no era conocedora de los verdaderos gustos de su pareja, y por tanto, no la conocía realmente. En este caso, lo principal es solucionar los problemas entre la pareja y llegar a la separación si procede, y una vez la relación sea buena o estable entre ambos, habrá llegado el momento de contárselo a los hijos e hijas.
Otra posibilidad para llegar a esta situación es que el padre o la madre sea bisexual, hayan tenido una relación juntos de la que ha nacido un hijo y, más tarde, llega el momento de divorciarse y vivir la vida sexual que se prefiera en ese momento. Si esta es la situación, nos encontramos ante una de las más sencillas de comprender para cualquier hijo o hija. Por lo general, en estas situaciones tanto por la actitud como por la propia educación, los más pequeños ya podrán sospechar algo y de este modo todo es más fácil, pero si no es así tampoco sucede nada, los hijos deben conocer a sus padres para alcanzar la máxima confianza entre ambos.
La naturalidad, tu mejor aliado
Cuando conoces bien a tus hijos puedes intuir cómo van a reaccionar en cada situación, pero siempre es aconsejable preparar el terreno antes de dar una noticia personal o abrirse interiormente ante otra persona. Encuentra el momento adecuado, no quieras hacerlo rápido para quitarte ese peso de encima. No es el momento más importante de tu vida, pero sí es una situación que tu hijo o hija recordará haber vivido contigo, por lo que es mucho mejor si sucede en el momento adecuado.
Si eres gay o lesbiana es un aspecto de tu vida, y tú decides cuándo y cómo decirlo. Actualmente no es tan extraño como en otras épocas de represión vividas en nuestro país, el hecho de ver una familia homoparental en la que dos hombres o dos mujeres acompañan a sus hijos al colegio y al parque. No creas que tu familia va a ser diferente o extraña por ser quien tú eres, porque extrañas son las personas que no son capaces de entenderlo, ya que no supieron avanzar mientras todo lo demás lo hacía o no pudieron tener la educación necesaria y ahora se encuentran fuera de lugar.
Cuando se tenga una nueva pareja será fantástico pasar momentos juntos con tus hijos creando esa nueva familia. En caso de ser la única figura paterna o materna debido al fallecimiento de una de las partes, esta idea de nueva familia se verá reforzada. La unión de tu nueva pareja con tus hijos podría llegar a ser muy fuerte, aunque no es algo que deba suceder obligatoriamente, ni merece la pena forzar la situación.
Debes tener algo muy claro, y es que al decirle a tu hijo o hija que eres gay o lesbiana estás dando un paso muy importante en su educación, no por cómo eres, sino por lo que haces: ser una persona sincera. Con este momento, estarás ayudando a tus hijos mucho más de lo que otros padres lo harán, que tal vez se encuentren en la misma situación y decidan ocultarlo. Pueden hacerlo para intentar parecer una familia que ellos consideren normal para proteger a sus hijos de la realidad, aunque realmente les estén criando en una gran mentira y poniendo en peligro su equilibrio emocional.
La felicidad ante todo
La educación que hayas dado a tus hijos tendrá mucho que ver en la reacción que puedan tener ante la noticia, y también su propia personalidad. Hay casos de hijos e hijas que por motivos diferentes son más conflictivos o no saben controlar sus emociones, ni las novedades, respondiendo ante ellas de una forma negativa para después arrepentirse de lo hecho.
Y ante todo, recuerda que tú eres quien decide sobre su propia vida y quien debe disfrutarla, independientemente de lo que opinen los demás. La opinión de un hijo o hija es algo que siempre nos importará, pero recuerda que nadie puede opinar sobre que seas gay o lesbiana, porque no es un tema a debatir, es simplemente una realidad irrefutable que jamás cambiará, por lo que la única solución que tiene es que cambien quienes no son capaces de entenderlo. Como hemos comentado, la educación que se les haya inculcado a los hijos e hijas es fundamental para que comprendan lo que se les está contando y lo acepten como algo normal. Evidentemente, en primer momento igual se quedan un poco impactados, pero eso no significa que vaya a dejar de respetarte.