La clamidia es una Enfermedad de Transmisión Sexual (ETS) que afecta sobre todo a las mujeres y se transmite durante las relaciones sexuales anales, vaginales y orales.
Se la conoce como la ' enfermedad silenciosa ' por la carencia de síntomas. Por ello, puedes haber cogido la infección y no saberlo hasta que ya es demasiado tarde y las consecuencias son irreversibles. Si eres chica, puedes llegar a quedarte estéril y, si eres chico, puedes sufrir secreción en el pene.
¿Cómo se que la tengo?
En el caso de sí desarrollar síntomas, estos surgen al cabo de una o tres semanas de haber sido contagiados. Las mujeres pueden notar ardor al orinar, tienen un flujo anormal, dolor en la parte inferior del vientre, en la espalda, náusea, fiebre... Los hombres, por su parte, pueden sufrir secreciones, irritación, dolor y ardor en la abertura del pene.
Además, si has adquirido el virus de la clamidia durante relaciones sexuales anales, los síntomas aparecerán en esa zona. Lo mismo ocurre si te has contagiado a través del sexo oral. En este sentido, puedes sufrir dolor, irritación y sangrado en esas áreas.
¿Cómo prevenirla?
Como todas las ETS, cuantas menos parejas sexuales tengas a lo largo de tu vida, menor será el riesgo de contagio. El empleo de preservativo reduce considerablemente el número de transmisiones.
En el caso de tener la enfermedad, debes dejar de tener relaciones sexuales de inmediato
¿Cómo se cura?
Por suerte, el tratamiento es muy sencillo y efectivo. En los casos más frecuentes, una única toma de antibiótico es suficiente. En otras ocasiones, hay que poner un tratamiento de una semana con dos tomas de antibiótico diarias.
En cuanto a las prácticas sexuales, debes esperar una semana desde que acabaste tu tratamiento para evitar el contagio a otras personas. Después, toca hacer un seguimiento de la evolución de la enfermedad para asegurarse de que todo ha salido bien y ya no tienes clamidia.
Así que, como ves, lo peligroso de la clamidia no es su dificultad en curarse sino las graves consecuencias que tiene para nuestra salud porque, cuando por fin sabemos que la tenemos, es demasiado tarde. Por ello, mucha precaución en las relaciones sexuales y, sobre todo, no dejes de hacerte pruebas anuales para asegurarte de que no has contraído ninguna Enfermedad de Transmisión Sexual.