Una pareja ha de estar completamente segura antes de pedir el divorcioIniciar los trámites legales del divorcio supone afrontar que tu matrimonio se ha acabado y que el fracaso sentimental es un hecho que ya no tiene vuelta atrás. Una separación tiene solución, sin embargo un divorcio implica una ruptura total, por lo que debemos tener la seguridad de que estamos haciendo lo correcto.
Todo divorciado tiene que pasar por tres fases hasta sentirse liberado: la primera es la tristeza por la ruptura de la pareja, la segunda la aceptación que que la relación se ha terminado, y por último la superación, periodo en el que volvemos a ser totalmente libres para iniciar una nueva relación o para vivir con armonía y serenidad nuestro nuestro estado civil.
Por todo ello, antes de plantearse pasar a mayores y legalizar la situación hay que tener en cuenta el momento en el que queremos dejar de tener vínculo legal con la persona con la que hemos compartido nuestra vida, recordando también que no se pueden obviar las circunstancias particulares en las que estamos inmersos.
Un divorcio con niños
En el caso de tener niños hay que saber que la propia separación en sí ya es dura, aunque el hecho de que uno de los dos progenitores no comparta el domicilio conyugal no quiere decir que la ruptura sea definitiva, por lo que al iniciar los procedimientos correspondientes para la disolución matrimonial hay que tener en cuenta a los vástagos.
Antes de una fiesta de familia convendría evitar iniciar los trámites
La importancia de evitar un divorcio contencioso
Si no hay niños nacidos del matrimonio que se va a disolver la situación es más sencilla, aunque no por ello se debe actuar impulsivamente. Lo ideal es actuar con la cabeza fría y sin dejarse llevar por unos sentimientos a flor de piel que no van a ayudarnos a llevar un divorcio civilizado. De este modo, un divorcio contencioso se puede evitar dejando pasar un tiempo primordial antes de decir adiós para siempre a la persona que la que un día nos juramos amor eterno.
Pese a que en España se aprobó en 2005 la Ley del Divorcio Exprés, que permite que no sea necesaria una separación previa y donde no se necesita que ambas partes estén de acuerdo para poner fin al matrimonio, no debemos dejarnos llevar por la ira, la frustración o el desconsuelo, sino que lo ideal es tomar una decisión fruto de la reflexión en la que hayamos valorado los pros y los contras del divorcio.
