San Valentín es un día para celebrar el amor, para estar con la pareja amada y para darse algún que otro homenaje en buena compañía. Sin embargo cuando esa persona especial no está en nuestras vidas puede convertirse en una dura jornada -a la que acompañan los días previos- en que la tristeza lo embarga todo. Incluso la melancolía puede hacer acto de presencia.
Cuando no se tiene pareja desde hace un tiempo uno puede estar más o menos acostumbrado a superar días como el 14 de febrero con más o menos fortuna. Las cosas cambian cuando hasta hace poco había alguien con el que compartir la celebración del amor.
A lo largo de estos días en Bekia hemos escrito diversos artículos sobre cómo afrontar San Valentín en función del estado civil de las personas. Hoy nos vamos a centrar en aquellos que se han separado recientemente. Los que hasta ahora podían haber festejado el día de los enamorados con su pareja pero que en esta ocasión no la tendrán a su lado. Cómo puede ser tu primer 14 de febrero separado.
Diferentes circunstancias y opciones
Cuando uno pasa por una separación son diferentes las circunstancias que han llevado a esa ruptura y también las maneras en que afronta su vida tras el matrimonio. Por eso, trataremos de ajustarnos a las diferentes posibilidades para comentar cómo sobrellevar el día de San Valentín tras el divorcio. Es importante no obligarte a hacer nada que no quieras en este día, ni a dejarte llevar por lo que otros consideren que deberías hacer.
Tras una ruptura sentimental hay dos comportamientos básicamente típicos: mirar con optimismo al futuro y querer comerse la vida o refugiarse en la melancolía recordando los tiempos felices previos a la separación. Llevados a los extremos ninguno de los dos supuestos son buenos, aunque también es cierto que a veces es necesario el optimismo y otras pasar por una especie de duelo por el amor perdido.
Sin ganas de celebraciones
Vamos a empezar por este último caso. No has superado la separación de tu pareja. No quieres saber nada del amor, ni de Cupido, ni de bombones con forma de corazón y cuando te cruzas por la calle con una pareja acaramelada te invade la tristeza y las ganas de llorar. Tenemos una noticia para ti: no hace falta que participes de la celebración de San Valentín. No es obligatorio.
Por mucho que tus amigos y seres cercanos te digan que tienes que ser positivo, salir a comerte el mundo y tratar de recuperar el amor lo antes posible lo cierto es que sabes que no estás de humor. Y cuando estás negado para algo así cualquier emparejamiento que pudiera llegar a surgir no acabará de buenas maneras. Probablemente la cita sea un desastre y además te hará sentir mal, por lo que estarás peor que cuando empezaste.
Evasión contra la melancolía
En tu caso lo que necesitas es olvidarte de San Valentín, pero tampoco estaría mal dejar atrás la tristeza y no dejarse caer en la melancolía. Opta por pasar el 14 de febrero como si fuera un día normal y huir de todos aquellos lugares que sepas van a estar infestados de parejas de enamorados. Evita centros comerciales, restaurantes románticos y floristerías. Refugiarte en casa es una alternativa buena, para evitar incidentes indeseados, pero no has de verlo como un modo de aislarte del mundo que te rodea.
Una buena opción es quedar con amigos para que te distraigan o practicar algún hobbie que mantenga tu mente absorta en otras cosas que no tengan que ver con el amor durante este día. Incluso puedes aprovechar para 'hacer limpieza' y eliminar de tu casa o de tu vida aquellas cosas que te recuerdan a tu ex y al tiempo anterior a la ruptura.
Es tan importante no ceder ante la melancolía por los tiempos pasados como no hacerlo ante la tristeza o la envidia por no tener lo que otros tienen. Puedes celebrar igualmente el día del amor reafirmándote en lo mucho que te quieres a ti mismo y haciendo algo que te gusta o dándote algún tipo de capricho.
Volver al mercado
Igual que te decimos que si acabas de pasar por una separación puede que tengas pocas ganas de cualquier tipo de acercamiento amoroso a otras personas puede suceder todo lo contrario. Crees que ha pasado un tiempo prudencial desde la ruptura y que es el mejor momento de volver al mercado del amor. ¿Qué mejor día para hacerlo que en San Valentín?
Concierta una cita con alguien que te guste para ese día. Puede que ya tengas alguien concreto en mente. En ese caso no lo dudes y da el paso. Si no lo tienes y quieres una cita para San Valentín hay multitud de opciones. Desde decirle a tus amigos o familiares que vale, que aceptas quedar con ese chico o esa chica que llevan tiempo diciéndote que es perfecto para ti, salir a ligar a la antigua usanza o hacerlo a la nueva. Existen multitud de webs de contactos y aplicaciones para ligar en las que te resultará fácil encontrar con quien celebrar el 14 de febrero.
Si llegado el día no tienes una cita o no decides hasta última hora darle una oportunidad al amor llama a tus amigos solteros (si han pasado por un divorcio o están viudos también cuentan) y salid todos juntos. Cuando se va en grupo se disfruta más de cualquier celebración y además nos volvemos menos vergonzosos y perdemos el miedo a hablar con otra gente. Puede que acabes consiguiendo así tu cita para San Valentín. Si no lo haces tampoco pasa nada, porque lo habrás celebrado con tus amigos.
Ya tienes una nueva pareja
Como comentamos cada ruptura es diferente y hay quien después de pasar por un divorcio tiene una nueva pareja en poco tiempo. Si es así no has de sentirte culpable por ello y sí festejar San Valentín con una celebración como se merece. Planifica con mimo y detalle vuestra primera cita del día de los enamorados y salid a disfrutarla.
Como consejo procura evitar cualquier actividad que hubieras realizado con tu ex en anteriores 14 de febrero. Puede ser molesto para tu nueva pareja y también puede recordarte lo que tenías antes del divorcio, aunque sepas que no siempre cualquier tiempo pasado fue mejor. De cualquier manera es algo que puede provocar sentimientos contradictorios y que puede acabar por chafar vuestra cita.
Si hace poco que te has separado has de tener en cuenta que a la hora de celebrar o no celebrar determinadas fechas del calendario -puede ser San Valentín, un cumpleaños o un aniversario- lo importante es que actúes como te apetezca a ti. Eso, siempre y cuando no suponga hacer daño a otras personas. No es necesario obligarte a hacer nada para lo que sientas que no estás preparado, aunque todo el mundo piense que es lo que debes hacer.
En ocasiones lo que se necesita para superar una ruptura amorosa es tiempo. Dicen que el tiempo todo lo cura y aunque no estemos del todo seguros en que así sea lo que está claro es que ayuda a paliar el dolor que podemos sufrir por una separación. Y también da perspectiva sobre lo que ha ocurrido y lo que está por venir.