Cuando se comienza una relación de pareja hay que tener claro que una persona es diferente a la otra. Las dos personas que integran una pareja pueden estar atentos para aprender sobre los intereses y peculiaridades de cada uno. Tu individualidad es lo que realmente crea atracción en la otra persona, por eso es tan importante guardar la independencia siempre.
Sin embargo, cuando la emoción crece y las parejas empiezan a pasar tiempo haciendo actividades similares o a estar con los amigos de cada uno, parece que las vidas comienzan a entrelazarse y que la independencia empieza a difuminarse. Esto es un período crítico en la que deberás tomar una decisión consciente para integrar tu vida mientras aún mantienes tu individualidad y tu independencia. A pesar de que tengas la sensación de convertiros en uno, aunque suene muy romántico, al principio os sentiréis muy bien, pero después aparecen los sentimientos de confusión, resentimiento y aislamiento, por eso no debes permitir que ocurra. No te olvides de que tu pareja se enamoró de ti porque eras una persona independiente y viceversa. Porque es demasiado importante como para dejarlo a un lado.
Cuando la relación está en crisis
Cuando una relación está en crisis puede ser por muchos motivos, pero será absolutamente necesario que valoréis juntos qué es lo que ocurre y por qué ocurre. Poned las cartas sobre la mesa y recordad por qué os enamorasteis y por qué seguís juntos. Una relación de pareja no irá nunca en línea recta, las personas somos diferentes por naturaleza y esto hará que haya roces o discusiones, y es algo totalmente normal. Pero para que sean constructivas las discusiones deberán estar cargadas de empatía, en caso contrario pueden ser realmente destructivas.
Pero cuando una relación está en crisis y ambas partes quieren salvarla es cuando, una vez están las cartas sobre la mesa, se convierte en una negociación para que ambos puedan salir ganando. Ambas partes deberán sentirse plenas y satisfechas ante las decisiones que se tomen porque en caso contrario, la balanza quedaría desequilibrada y antes o después, la pareja empezarían a tener problemas mucho más serios de confianza y resentimientos, difíciles de manejar sin la ayuda de un profesional.
Establece límites claros con la pareja
Solo se puede perder algo que no has acordado mantener a salvo. El autorespeto y autovalor son necesarios si no quieres acabar siendo absorbido/a por el otro. Cuando esto se sabe y el respeto por uno mismo está separado de la relación íntima tendrás más probabilidades de establecer límites claros en tu pareja sin tener que perder tu independencia y tu pareja querrá ser digno de ti.
Cuando no se tiene claro éste valor dentro del amor puede haber bastantes problemas en las relaciones de pareja, porque entonces no se sabrá poner límites por miedo al rechazo y se permitirá que sea la pareja quien defina sus límites y que quiera imponer su voluntad sin tener en cuenta tus sentimientos. Cuando esto ocurre, tu pareja comenzará a responder por ti y si existe una crisis solo importará lo que tu pareja decida, ¿realmente quieres esto?
Distancia emocional: la clave
En muchas ocasiones las personas ni siquiera son conscientes de que necesitan distancia emocional en sus relaciones para que cuando ocurren situaciones de crisis no pierdan su independencia y puedan establecer límites claros acorde a la situación que exista en ese momento determinado. Poner distancia emocional en una relación de pareja no significa que dejes de quererle, solo significa tener independencia y autonomía para tomar las decisiones, evitando que la otra persona decida por ti o te anule.
Los límites en las relaciones y en las crisis
Muchas parejas evitan poner límites porque parecen barreras que impiden tener una intimidad plena, pero la realidad es otra diferente. Los límites son necesarios para no perderse en una relación y perder la individualidad por completo. A medida que disminuyen los momentos de seducción es posible que empieces a tomar conciencia de que la relación no va por donde quieres que vaya o te sientes incapaz de retractarse de lo que has ofrecido a la pareja sin poner en peligro la relación.
La previsión de necesidades
Para poder salvar tu relación sin perder tu independencia será necesario que tengas en cuenta tus necesidades personales y también las de tu pareja. Tener en cuenta las necesidades propias y de la pareja es una de las expresiones más comunes del amor. Es necesario dejar las inseguridades o los traumas a un lado para poder ser conscientes de las necesidades reales de cada uno y empezar a satisfacer cada uno las suyas propias sin necesidad de que sea el otro el que deba hacerlo.
Encuentra el equilibrio en el tiempo
Es necesario que encuentres el equilibrio entre el tiempo que pasáis juntos y el tiempo que pasáis separados. Debes recordar que toda relación se compone de dos individuos que ya están completos en sí mismos, no necesitan medias naranjas, ¡ya son naranjas completas! Pero esas naranjas deciden estar juntos. Esto significa que para no perder tu independencia en una relación es necesario recordar lo que eres, lo que te gusta hacer, deberás estar con tus amigos, con la familia, disfrutar de tu carrera Todo esto es parte de ti también y no puedes entregarlo a otra persona.
Si quieres salvar tu relación con amor es necesario que cedas también en esto: sigue con tus aficiones, tiempos pasados y que tu pareja haga lo mismo. Encontrar el equilibrio que pasáis juntos y que pasáis separados. Recuerda que en una relación de pareja, si estáis en crisis nunca deberás ceder en nada que te haga perder tu dignidad o que signifique que se pierde el respeto también. Nunca hagas nada que no sientas que debes hacer ni actúes de forma incoherente a tu pensamiento. Si esto ocurre será porque la relación no es para ti, se está convirtiendo en tóxica y destructiva y entonces si quieres mantener tu independencia debes empezar a hacer lo más importante: pensar en ti.