Relaciones entre primos segundos: cuando el amor traspasa todas las barreras

El amor siempre llega cuando menos te los esperas. Es un sentimiento que no puedes controlar porque aparece en el momento más inoportuno, y en muchas ocasiones, para enamorarte de la persona que menos podías imaginar. Tan imprevisible como doloroso, el amor atraviesa tu corazón como si de un puñal se tratase, y cuando esto sucede, ya es demasiado tarde para poder escapar de esta fuerte sensación. A pesar que puede parecer un estado incontrolable, no es así, porque eres tú mismo el que acabará decidiendo quién será la persona que ocupe tu corazón.

Hay ocasiones en las que el amor te conduce a fijarte en la persona equivocada, como puede ser tu profesor o profesora, o incluso hasta alguien de tu propia familia, pasando de un primo segundo hasta un primo carnal . Es algo atípico, ya que no está bien visto que dos personas que pertenecen a una misma familia mantengan una relación. No obstante, si lo vuestro es fuerte nada ni nadie podrá romper vuestra unión de pareja.

¿Atracción o amor entre primos?

Aunque sea difícil de creer, hay muchos primos segundos que son pareja, algo atípico, pero tan real como la vida misma. Esta relación comienza siendo una amistad, al igual que la mayoría de relaciones que se producen en todo el mundo, sin embargo, lo suyo acaba yendo más allá.

Existe una atracción muy fuerte entre tu primo y tú

En un principio todo comienza con el típico flirteo, un simple juego de niños, una mirada, una caricia, claros síntomas de atracción, pero cuando esta sensación empieza a sentirse cada vez con más fuerza, ya nada se puede hacer. La atracción siempre acaba rompiéndose entre los primos segundos porque ellos deciden dar el siguiente paso, y sí, no es otro nada más que el beso.

El beso es la prueba inequívoca. Un simple roce de tus labios junto a los suyos bastará para saber si lo vuestro es mera lujuria y atracción, o, por el contrario, es el amor lo que ha llamado a vuestros corazones. Si tu cuerpo empieza a temblar y el corazón comienza a latir a una velocidad vertiginosa, significa, que sí, estás enamorado/a de tu primo segundo.

Hablar las cosas con claridad es lo más importante en estas relaciones

Es muy importante que ambos sintáis lo mismo, ya que si dais el paso de iniciar una relación tendréis que luchar mucho como pareja para enfrentaros a las críticas de la gente, pero las más duras e importantes, no serán otras que las de vuestra propia familia. Eso sí, lucha por tu relación, siempre y cuando creas que vuestra unión de primos segundos será duradera en el tiempo, y sobre todo verdadera.

Enfrentarse a la familia

Anunciar vuestra relación a la familia se puede tornar bastante complicado, todo dependerá de la unión familiar que exista entre vuestros padres. Al ser familia, está claro que la sangre les une, ya que ellos son primos hermanos porque alguno de sus padres, vuestros abuelos, son hermanos.

Que vuestros padres sean primos hermanos no implica que ellos mantengan una relación cercana, sino todo lo contrario, que sea algo más normal. Al ser familia habrán coincidido y compartido muchos eventos de otros familiares, sin embargo, su unión no tiene por qué ser cercana, ya que ellos no pueden llevarse bien, y que simplemente se saluden por el mero hecho de la formalidad.

No dejar que la opinión de vuestra familia os oprima

Esta situación puede tener sus pros y sus contras, pero generalmente todo apunta a que ellos no se tomen nada bien que vosotros, primos segundos, seáis pareja. No aceptarán que mantengáis una relación sentimental, no solo porque os una un porcentaje de sangre, sino porque ni ellos mismos se llevan bien con sus primos hermanos.

Habla claro con tu familia

Lo mejor y lo más oportuno es que reveléis a todos vuestros familiares la relación para que ellos comprendan que vuestros sentimientos son fuertes y que formáis una pareja excepcional, y que ambos habéis conseguido consolidar vuestra relación siendo sincero el uno con el otro, y por supuesto, sin importar que sois familia.

Si sois felices no dejéis que influya la opinión de vuestros padres, vosotros sabéis de sobra con quién queréis compartir vuestras vidas. Como padres que son, deberán comprenderos e intentar de apoyaros en todas las decisiones que toméis, ya que lo que ellos querrán es ver a su hijo feliz, aunque su pareja sea con alguno de sus primos segundos.

Familia feliz entre primos

Vuestra relación no siempre tiene por qué salir bien, bien sea por incompatibilidad de caracteres, o porque simplemente no os entendáis. Pero no siempre hay que pensar en negativo, sino todo lo contrario, ya que en muchas ocasiones el amor triunfa y vuestra historia de amor puede convertirse en un verdadero cuento de hadas.

En muchas ocasiones los primos segundos acaban contrayendo nupcias y formando una familia feliz, ya que compartir un porcentaje de los genes no implica que sea un problema; más allá de algunos prejuicios sociales. No está mal visto, no está prohibido, al menos en nuestro país, puesto que en otros sí lo está.

En muchas ocasiones la relación llega a ser seria

¿Problemas congénitos?

Sin embargo, en este tipo de uniones hay una gran preocupación, y esta surge a la hora de formar una familia. Las preguntas se suceden sobre si el niño podrá nacer con defectos congénitos por la relación que existe entre los padres, o será más adecuado renunciar a la paternidad.

Lo más adecuado, obviamente, es que se realicen las pruebas pertinentes para evitar que el bebé, vuestro futuro hijo, nazca con alguna enfermedad. No obstante, estos análisis deben realizarse tanto si compartís genes como si no, puesto que se comparten el 3% de los genes.

Tras analizar las ventajas y los inconvenientes que te hemos mostrado en este artículo, lo mejor es que si estás enamorado de tu primo segundo inicies una relación con él, aunque sea una situación compleja de entender. Disfruta de esta maravillosa oportunidad que te da la vida, ya que el tren solo pasa una vez, y si no lo coges en el momento oportuno nunca más volverá a presentarse otra igual. ¡Disfruta del momento y de la vida