El éxito de una primera cita depende de muchos factores. Hay algunos que no se pueden controlar, pero otros que sí y evitar que sea un fracaso. A la hora de enfrentarte a tu primer encuentro con una chica son muchos los errores que puedes cometer -ella también, pero eso lo dejaremos para otro momento-. La mayor parte de ellos sean, probablemente, fruto de los nervios, así que vamos a ver alguno de ellos a fin de evitarlos.
No pretendas ser una persona que no eres. Ese es uno de los grandes fallos que se pueden cometer en una primera cita. Si aparentas ser alguien que no eres en las siguientes ocasiones que quedéis se dará cuenta y no habrá merecido la pena porque probablemente no vaya a cuajar una relación que ha empezado con mentiras.
A la hora de evitar errores en una primera cita hay varios factores a tener en cuenta y en los que se pueden evitar situaciones incómodas y que vaticinan un resultado nada satisfactorio. La conversación, el comportamiento, el look o el plan previsto son algunas de las más importantes. Vamos a ver qué no hacer para no estropear la primer cita.
Planificar la cita
Lo primero en una cita es pensar donde ir. Seas tú o ella quien elija, sé tolerante. Si ya conoces a la chica puede ser más fácil porque sabes qué plan le puede apetecer, pero si no la conoces no arriesgues. Salvo que sepas que le va a gustar no sugieras ir a ver un combate de boxeo o la retransmisión de un partido de fútbol. Pregúntale a ella directamente o a algún conocido si es que quieres sorprenderla.
Busca un plan que sea una buena alternativa para los dos. Ir a ver una película al cine, ir a cenar o a tomar una copa no suelen ser citas conflictivas y siempre una buena idea. No trates de imponer tus gustos y pregúntale qué película le apetece ver o a qué tipo de restaurante quiere ir. Huye de espacios muy ruidosos o en los que no podáis hablar tranquilamente sin ser interrumpidos.
En una primera cita es recomendable que no optes por uno de tus lugares habituales, como puede ser el bar al que vas con tus amigos. Tú estarás cómodo en tu ambiente, pero ella puede sentirse desplazada y fuera de lugar por no conocer a tanta gente ni el sitio. Si hay un espacio con el que los dos estéis familiarizados puede ser un buen plan, porque estaréis los dos relajados.
De la misma manera sé claro a la hora de decidir dónde habéis quedado y a qué hora, que no haya posibilidad de equivocaciones en cuanto a si la recoges u os veis allí. Has de intentar ser puntual y en caso de que veas que vas a retrasarte avisarla -apenas lleva tiempo mandarle un mensaje- y disculparte. A nadie le gusta que le hagan esperar y mucho menos sentir que te han plantado en una primera cita. Ni a ella ni a ti tampoco en caso contrario.
Prepararte antes de la cita
En el caso de que no la conozcas la primera cita será el momento en que ella se cree una impresión de ti. Sea buena o mala suele ser la que perdurará en el tiempo una buena temporada. Es importante ir preparado para que salga lo mejor posible y por eso es conveniente saber sobre sus gustos, aficiones, trabajo... Todo ello ayudará a que no haya silencios incómodos ni equívocos.
El look que lleves a la primera cita es importante. Al igual que no has de fingir ser otra persona que no eres tampoco debes disfrazarte para conocerla. Basta con ir vestido de acorde al plan que tengáis. No es recomendable ir de pantalón corto y deportivas si habéis quedado en un restaurante elegante y tampoco lo es llevar un look de gala si vais a tomar una copa. Por lo general las mujeres dan más importancia a la ropa que los hombres, pero también es cierto que si apareces con look capaz de sorprenderla habrás ganado bastantes puntos.
Cómo comportarse en la cita
La primera cita es un momento para conoceros, bien porque no os hubierais visto antes o porque apenas hayáis tenido un contacto superficial y queráis profundizar en la relación. De cualquiera de las maneras lo importante es hablar y saber qué le gusta a uno, qué le gusta a otro, qué tenéis en común.
Lo peor que puede pasar en una primera cita es que os quedéis en silencio y sin temas de conversación. De ahí que sea importante saber algo de ella antes de verla y así poder preparar algo de lo que hablar. Tampoco se trata de estudiar como para un examen, porque entonces darás la impresión de estar demasiado interesado, quizás rayando la obsesión. Has de buscar que la cita resulte un encuentro fluido en el que os lleguéis a conocer mejor.
Para ello tienes que prestarle atención, y ella a ti, como no podía ser de otra manera. En el momento en que los dos lleguéis a la cita guarda el móvil. Antes no porque ella podría retrasarse y te quisiera avisar o al revés. Pero una vez que estáis juntos, si estás pendiente de actualizar tu estado en las redes sociales o de los mensajes que te están mandando tus amigos ella se sentirá desplazada y la cosa no va a funcionar. Si recibes una llamada de trabajo o urgente no pasa nada porque la cojas, porque lo entenderá.
El móvil es un elemento que te puede distraer de la conversación, pero también la televisión u otra gente que pueda estar en el mismo lugar que vosotros. Ni qué decir tiene que mirar a otras mujeres en una primera cita no te va a traer nada bueno. Evítalo. Tampoco es recomendable beber en exceso o meterse en discusiones con otras personas ajenas a vuestra cita.
Es importante que le hagas sentir que ella es importante, no sólo que le des conversación. Y si tenéis que elegir qué comer o qué beber pregúntale, no decidas en solitario sin darle a ella opción. No suele ser algo que las mujeres de hoy en día vean atractivo.
Del mismo modo que en una primera cita tienes que escucharla para saber qué piensa de determinadas cosas tienes que no resultar demasiado insistente en tus argumentos. Podéis tener diferentes puntos de vista sobre un tema y hacerlo evidente, pero no es necesario discutir de ello. En este sentido hay varios temas de conversación que es recomendable evitar. La política, el fútbol y las antiguas parejas de cada uno son asuntos que mejor no tratar.
A la hora de pagar la cuenta puedes sugerir hacerlo, pero probablemente ella no acepte. No insistas en invitar si ella se presta a compartir la factura, porque puede verlo como un comportamiento machista. Una alternativa satisfactoria para las dos partes es que uno pague en la primera cita y otro en la segunda. Así, además, garantizáis que volveréis a veros y no habrá que esperar a la despedida para saber si os daréis una segunda oportunidad.