San Valentín es un día para celebrar el amor con tu pareja y daros un momento especial en que hacer algo juntos. Todos los 14 de febrero son especiales, o al menos deberían serlo, pero está claro que los hay que tienen algo que los hace más especiales que otros. Es el caso del primer día de los enamorados que se pasa juntos, el último como novios o antes de ser padres y, como no, el primero de casados.
Cada uno tiene sus particularidades, porque v an asociados a distintas etapas de la relación de pareja y de la propia persona que eres y con la que lo celebres. Pero sin lugar a dudas uno de los más especiales es el primer San Valentín como casados, cuando aún están recientes los ecos de la boda, cuando puede que ya estéis esperando un hijo -incluso haber tenido ya un bebé- y cuando estáis en los primeros momentos de esa nueva etapa en la relación, la de vuestro matrimonio.
El primer año después de darse el 'sí quiero' es uno de los más especiales para cualquier pareja. Supone experimentar y descubrir cosas nuevas, hacerlo por primera vez con esa persona a la que quieres. Todo ello está envuelto en amor y la ilusión por comenzar esa nueva etapa en común. Así que cualquier cosa que se celebre o se haga hasta el primer aniversario del matrimonio es especial.
Primer 14 de febrero casados
Ocurre así con los cumpleaños, aniversarios de otras etapas de vuestra relación, las fiestas de Navidad,... y como no podía ser de otra manera pasa lo mismo con el día de San Valentín. Al fin y al cabo el 14 de febrero es una jornada para celebrar el amor, que es lo que os ha unido, por lo que es aún más especial si cabe.
Por eso en ese primer San Valentín tras la boda tenéis que celebrar vuestro amor como se merece, porque además lo recordaréis en años posteriores. ¡No olvidéis la cámara para inmortalizarlo! Y esto no significa que tengáis que tirar la casa por la ventana y montar un espectacular fiestón. Basta con hacerlo de acuerdo a vuestras posibilidades, tanto económicas como de agenda. Que por mucho que sea el 14 de febrero un día de celebraciones no es fiesta y cada uno tiene una serie de obligaciones que cumplir.
Si no tenéis ataduras ese día -al fin y al cabo este año cae en sábado y hay mucha gente que no trabaja- podéis organizar un viaje romántico o una pequeña excursión. La idea es poder disfrutar de ese día especial con la compañía del otro sin otro tipo de preocupaciones ni distracciones.
Organizar una salida que sea sólo para vosotros dos. Nada de ir con un grupo de amigos a la sierra o a visitar a los familiares que están en otra ciudad. Es un día para vosotros y en el que hagáis algo que os gusta. Si sois amantes de los deportes podéis organizar algo organizado con ellos o si lo vuestro es el plan cultural una visita a algún lugar con historia.
Un recorrido por vuestra historia de amor
Hablando de historia, ¿qué os parece un recorrido por vuestra propia historia de amor? Es una de las opciones para las que no necesitéis, probablemente, desplazaros muy lejos ni tampoco hacer un gran desembolso económico. Y no hay mejor manera de celebrar el día de los enamorados que con un recorrido por aquellos lugares en los que nació y se forjó ese amor.
Preparar una recorrido -si sois mañosos incluso podéis hacer un mapa- con esos lugares que significaron algo importante en vuestra relación. El sitio en el que os conocísteis, donde os disteis el primer beso, el restaurante donde hicisteis planes de matrimonio, incluso donde os casasteis. Es una bella forma de recordar tiempos pasados y encima es un plan que está personalizado para vosotros. Nadie más puede amoldarse a él ni tampoco disfrutaría lo que lo haréis vosotros.
Planes con escaso presupuesto
El primer año de casados es uno de los más fascinantes e interesantes de toda pareja. La convivencia, las cosas en común, el posible intento de crear una familia,... Son todo cosas que unen, pero también lo hacen los apuros económicos. Quizás os hayáis comprado una casa y tengáis que cuadrar los números de la hipoteca, estéis pagando aún algunas facturas pendientes de la boda o planificando económicamente tener hijos.
El dinero puede ser una fuente de preocupaciones en estos primeros meses del matrimonio, pero no tiene que ser un motivo que os impida celebrar San Valentín como se merece. Existen numerosas posibilidades a la hora de festejar vuestro amor y hay posibilidad de hacerlo con un presupuesto muy reducido. Aquí entraría el recorrido de vuestra historia, del que ya os hablamos, pero también otras sorpresas.
Despertar a tu pareja con el desayuno en la cama es un gesto romántico que no nos cuesta ningún dinero extra, solo levantarnos un poco antes y prepararlo de un modo bonito para sorprenderla. Escribirle una carta de amor es aún más barato y si lo hacéis bien puede que sea uno de los detalles que más cale en vuestra pareja. Y si eres mañoso nada como darte un paseo virtual por internet para descubrir la cantidad de tutoriales que hay de Do It Yourself (DIY) con los que sorprender a tu marido o a tu mujer.
¿No podéis salir a celebrarlo fuera? Pues no pasa nada. Organizar una comida/cena romántica en casa. Cocinar los dos juntos, algo que siempre resulta muy estimulante y decorar la mesa con flores y velas. Antes organiza u na sesión con vuestras películas favoritas o rememorar el día de vuestra boda revisando las fotos o el vídeo que os hicieron ese día.
Regalos personalizados
A la hora de recibir regalos a todos nos gustan que sean lo más personalizados posible. Cuando vas a regalar a la persona con la que llevas casado menos de un año no deberías tener problema en personalizar al máximo ese detalle que le darás el día de San Valentín. Al fin y al cabo eres quien mejor le conoce, así que deberías ser quiene más fácil lo tenga.
Vuestro primer 14 de febrero como casados es perfecto para recordarle con u n álbum o marco de fotos vuestros mejores momentos juntos, recopilar en una lista de mp3 sus canciones favoritas o las que más han influido en vuestra relación o regalarle algún objeto que signifique algo muy importante para él (o para los dos). Son esa clase de regalos que sólo vosotros entenderéis y que, además, no podríais hacer a nadie más.
Pero no dudéis que el mejor regalo que le podéis hacer a vuestra pareja -y a vosotros mismos- en vuestro primer San Valentín casados es pasar tiempo juntos. Disfrutar del día en común, charlando, paseando, jugando y riendo sin permitir que otras personas o inquietudes os interrumpan. Apagad el móvil y el ordenador y disfrutar del amor mutuo.