Postales de San Valentín

Con la era digital parece que se nos olvida la magia que tienen las palabras escritas en un papel. Nos centramos en postales digitales o simplemente felicitar a las personas a través de whatsapp. Pero las postales siempre son una forma de los más bonita para poder demostrar a alguien lo que se siente por ella. Las letras escritas con tu puño y letra siempre tendrán más valor para quien la recibe que si utilizas un formato estándar que cualquier otra persona puede recibir.

Por eso, cuando llega San Valentín puedes optar por hacer o tener una postal bonita donde escribir tus sentimientos hacia tu pareja. De esta manera, tu pareja se sentirá única y sabrá que lo que plasmas con tu pluma es la realidad de lo que hay en tu corazón. Es una idea muy romántica que nunca falla, y si además acompañas la postal con una cenita romántica o un regalo bonito, aún será más especial.

Escribir una postal por San Valentín es la forma más original para decirle a tu pareja cuánto le quieres

Si realizas una postal para tu pareja, entonces te darás cuenta de la magia del papel y cómo se estremecerá en cuanto la pongas en sus manos. Es especial dedicar tiempo a las personas, pensar en qué tipo de tarjeta le gustaría recibir y sobre todo, escribir con antelación unas palabras. A veces, saltarse la inmediatez a la que estamos acostumbrados, tiene un toque especial que no se debería perder.

Si no tienes mucha idea de cómo hacer una postal de San Valentín para que tu pareja se sorprenda, entonces no te pierdas las ideas que te damos a continuación. ¡Podrás inspirarte ye encontrar la tarjeta perfecta!

Piensa las cosas con antelación

• Para que las cosas salgan bien no quieras hacerlo todo a última hora. Necesitas pensar las cosas bien, saber qué es exactamente lo que quieres regalarle en forma de postal. Prepara bien tus pensamientos y dedica un rato a pensar cómo te gustaría hacer la postal para esa persona tan especial para ti.
• Olvida eso de 'cortar y pegar' porque pierde toda su magia. Puedes buscar inspiración en ideas que puedas encontrar en revistas de papel, revistas digitales o ideas que te puedan dar tus familiares y amigos, pero recuerda que para que sea realmente especial debe salirte del corazón.
• Haz un borrador de lo que quieres escribir, de las palabras que quieres transmitir a tu persona amada. Después deja que pasen un par de días sin leer ese escrito y vuélvelo a leer a los días. Así, podrás pensar si quieres cambiar alguna frase, añadir algo nuevo, quitar alguna parte que no te convenza demasiado... De esta manera podrás elaborar el texto perfecto para la postal.

Piensa qué le puede gustar

Además de pensar en cómo quieres hacer la postal y qué es lo que quieres escribirle para que vea lo especial que es para ti, también debes pensar qué es lo que le puede gustar. Aunque sea la persona que más amas en el planeta, tiene sus propios gustos e intereses, por lo que es importante que tengas en cuenta eso para saber exactamente cómo quieres que sea la postal.

Vuelve a leer el mensaje unos días después de escribirlo para ponerle la guinda al pastel

¿Le gustan las cosas caseras o prefiere cosas compradas de calidad? ¿Prefiere los regalos que estén llenos de sentimientos o prefiere cosas materiales que le hagan sentir bien? Piensa qué es toque le puede gustar más a tu pareja y después valora cómo podrías conseguir que la postal se adecuase a sus exigencias personales.

Haz la postal tú mismo

Si no tienes mucho dinero y además piensas que las cosas echas con el corazón son más bonitas y más sentidas, entonces lo ideal es que la postal la hagas tú mismo. Realiza una postal DIY. Hay muchas formas de hacerla, pero lo mejor es que dejes volar tu imaginación para que pienses en los materiales que necesitarías para poder realizar la postal especial.

Si no tienes mucho dinero prueba a hacer tú mismo la postal, ¡será la más original!

Por ejemplo, puedes hacer tarjetas con cartones, con cartulinas, pintarlas con pinceles, rotuladores o lápices de colores. Puedes optar por diferentes materiales para crear una postal de diferentes texturas. Quizá prefieras que la postal sea personalizada y poner fotografías vuestras para darle un toque más romántico.

Hay muchas formas de realizar una postal con tus propias manos, solo piensa cuál es la forma que le podría gustar a tu pareja y después hazlo. Es una forma romántica porque estarás empleando tu tiempo, tu energía y tu creatividad para realizar algo con tus manos pensando en esa persona tan especial.

Si prefieres, compra la postal

Quizá te gustaría hacer la postal tú mismo pero no tienes mucho tiempo para realizarla y no te importa gastarte un poco más de dinero en comprarla ya acabada. Es una opción igual de viable y en el mercado tanto de tiendas físicas como en tiendas online, podrás encontrar postales de todo tipo para San Valentín. Hay de todo tipo de formas, tamaños, colores, texturas y con frases de todo tipo que te servirán para regalar.

Tienes muchas opciones para hacer una bonita postal de San Valentín

Pero recuerda que si la postal para San Valentín la compras acabada en la tienda, entonces hay una parte que deberás darle aún más cuidado y cariño: la parte escrita. Deberás pensar un texto realmente bonito que encoja el corazón de la persona que lo reciba. Si no te curras la postal, por lo menos cúrrate el texto de amor para él o ella. ¡Se quedará sin palabras! Y además, es una oportunidad para poder expresarle todo lo que sientes por él o ella escritas de tu puño y letra.

¿Y si envías la postal por correo ordinario?

Si quieres sorprender a tu pareja puedes enviarle la postal por correo ordinario. ¡Seguro que no se lo esperará para nada! En la sociedad a la que estamos acostumbrados de inmediatez y de tenerlo todo al instante en nuestros dispositivos móviles, lo último que se esperará tu pareja es recibir una postal de amor por San Valentín por correo ordinario.

A tu pareja le hará mucha ilusión recibir la postal por correo ordinario

No importa si vivís juntos o separados, lo puedes hacer igualmente. Solo tendrás que escribir la postal (métela en un sobre para que nadie lea lo que le pones y se quede en intimidad), escribe remitente y destinatario, ponle un sello, ¡y échalo al buzón! O también puedes ir a la oficina de correos directamente para enviarla y asegurarte qué día llegará más o menos... Y después, deja que la magia haga su trabajo.