En una relación de pareja puede ir todo perfecto, que sea la relación idílica que siempre habías soñado. Tenéis tiempo para vosotros, dinero para disfrutar, un buen trabajo y estatus social... parece que todo es perfecto, pero siempre se pueden encontrar baches en una relación de pareja, independientemente del dinero o del estatus social que se tenga.
No importa si eres heterosexual o si eres homosexual, cuando se presenta el problema de que tú quieres tener hijos pero tu pareja no, los problemas emocionales son iguales para todos. Aunque las soluciones pueden ser diferentes en cada caso (por ejemplo, la pareja heterosexual sería concebirlo de forma natural, la pareja homosexual hombre-hombre podrían alquilar un vientre materno en los países que es legal o adoptar, y la pareja homosexual mujer-mujer pueden concebir con un hombre o probar la inseminación artificial), no siempre la pareja está dispuesta a pasar por ningún proceso para tener hijos, porque simplemente no quieren.
No es fácil de entender
No todo el mundo puede entender que otra persona no quiera tener hijos, pueden pensar incluso que son egoístas o que fracasan en la vida por no tener hijos. Pero es una decisión que se debe respetar, simplemente que si te encuentras que tu pareja no quiere tener hijos, deberás plantearte si esa situación es adecuada para el futuro que estás buscando. Pero en ningún caso debes pensar que una persona es egoísta o que no es 'buena persona' por no tener hijos, cada uno tiene sus razones.
Si estás en una relación seria e incluso estás pensando en el matrimonio y descubres que tu pareja no quiere tener hijos es posible que lo recibas como un jarrón de agua fría en el caso que tú si quieras. Es por eso que es necesario que en todas las relaciones siempre se hable del querer o no querer tener hijos al principio, porque si no, puede haber sentimientos encontrados y muy dolorosos más adelante. Es necesario que en una pareja ambas personas vayan por el mismo camino, no solo en aspiraciones, sino también en el hecho de querer o no querer formar una familia.
Pero, si te encuentras en una situación de este tipo, ¿qué puedes hacer? ¿La relación está abocada al fracaso o puede haber soluciones para que ambos podáis seguir siendo felices en vuestra relación romántica?
Mirar hacia atrás o hacia adelante
Tendrás que pensar si realmente quieres tener o no tener hijo en tu vida. Cuando una pareja no quiere tener hijos y tú sí, es probable que te sientas cargado/a de ansiedad y confusión. Quizá tu pareja te encante pero si realmente no quiere tener hijos, no trates de convencerle, esa no es una buena elección. Si no quiere no puedes tratar de convencerle porque a la larga, sólo os traería problemas y además, pagaría 'el pato' vuestro hijo, quien menos culpa tiene de las decisiones que tomáis en la vida.
Mira hacia atrás y piensa si es la vida que quieres tener en tu futuro. Mira hacia adelante y valora si quieres que tu pareja que no quiere tener hijos esté a tu lado o si prefieres anteponer tu deseo de ser madre/padre a todo.
Piensa en las razones
Piensa en por qué tu pareja no quiere tener hijos, las razones pueden ser muy diferentes a las que quizá pienses que son realmente. Quizá cuando te explique sus motivos le entiendes y le crucificas menos pero tampoco puedes sacrificar tu felicidad para mantener feliz a tu pareja... es una receta para un futuro lleno de discordia marital.
La elección de no tener hijos debe ser algo mutuo en que ambos estéis de acuerdo, deberás sentir el mismo deseo de no tenerlos para que vuestro futuro sea bueno, en caso contrario, deberéis plantearos muy bien qué hacer con vuestra relación o qué es lo que buscáis ambos para el futuro... porque si vais por caminos diferentes, quizá es momento de poner punto y final. Sé claro/a acerca de tus razones para tomar esta decisión y sé capaz de enumerarlos.
No hay marcha atrás
Si todavía estás pensando en tener una familia y tu pareja no quiere pero sois jóvenes, debes pensar si realmente cambiará de opinión en el futuro o no... no puedes estar esperando a que su voluntad cambie, no puedes cambiar a las personas a menos que quieran hacerlo. Por este motivo, piensa que el ser padre o madre tiene fecha de caducidad, sobre todo para las mujeres.
Las personas que no quieren tener hijos: no quieren tener hijos. Es muy difícil que cuando pasen diez años se despierten un día pensando que sí quieren ser padres y que todos sus pensamientos anteriores eran errores... si te vas a casar pensando que en el futuro cambiarás la mente de tu pareja, no esperes que eso ocurra, no esperes una realidad que no existe y vive el presente. Toma tus decisiones con lo que ocurre ahora, no con lo que crees que puede ocurrir en el futuro -y que no se sabe si pasará algún día o no-. Pero recuerda que si dejas que el tiempo pase, se volverá en tu contra y no habrá marcha atrás.
Piensa en tus propias razones
También resulta muy importante que seas honesto/a contigo mismo/a y si realmente quieres tener hijos o no tenerlos. Debes preguntarte por qué realmente quieres tenerlos haciéndote algunas preguntas como por ejemplo: ¿ Es tu familia quien te presiona para tener hijos porque creen que ha llegado el momento pero tú nunca has querido tampoco? ¿Crees que por no tener hijos los demás pueden pensar mal de ti?
Es necesario que saques tus propias conclusiones de si tener o no tener hijos es realmente lo que quieres y por qué. No te dejes llevar por el 'qué dirán' o por las pautas que crees que marca la sociedad. Piensa en lo que realmente quieres porque si en el fondo de tu corazón no quieres tampoco tener hijos podrás seguir hacia adelante con tu pareja... pero si por el contrario sí quieres hijos, entonces, tendrás que valorar bien qué es lo que quieres conseguir en la vida.