Todos hemos notado que la relación de pareja convencional se ha visto modificada, a mejor o a peor, con la existencia de los teléfonos móviles. Ahora puedes estar comunicado con tu pareja las veinticuatro horas del día, enviarle mensajes, saber lo que está haciendo en cada momento y, en muchas ocasiones, se crean disputas innecesarias.
El uso de estos teléfonos sería perfecto si todos lo utilizásemos de un modo responsable, no agobiando a nuestra pareja y dejándole la libertad que todo ser humano se merece. El problema es que puede convertirse en nuestro peor enemigo cuando convivimos con una persona que sufre de celos. El hecho de pensar que podemos estar durante todo el día manteniendo una conversación con nuestra pareja, nos puede llevar a la idea de que él puede estar manteniendo conversaciones con otras personas a nuestras espaldas. Este problema, cuando no se fundamenta en nada, es un ataque de celos debido a la falta de confianza en su fidelidad.
¿Es necesario darle privacidad a tu pareja?
Si ambos tenéis la suficiente confianza como para estar seguros de que no se está produciendo una infidelidad, todo irá bien. La confianza se trabaja con la comunicación, el respeto y el compartir nuestras inquietudes. Si tu pareja desconfía de ti, deberías intentar averiguar el porqué. Es posible que con el paso del tiempo hayas dejado de prestar la atención que se merece a la comunicación. Al llegar a casa no cuentas nada sobre tu día y esto lleva a tu pareja a sospechar que estás ocultando algo, aunque posiblemente lo que sucede en realidad es que no te gusta hablar del trabajo o que estás demasiado cansado como para hablar de tus problemas.
Estas situaciones deben evitarse sea como sea, no es justo que tu pareja tenga que sufrir por tu falta de comunicación. Por otra parte, si esto ya ha sucedido en tu relación, lo mejor sería hablar sobre fidelidad y celos con tu pareja, cualquier cosa antes de espiar su teléfono móvil.
A pesar de que una pareja es cosa de dos, debes entender que continuáis siendo individuos con vuestros propios derechos, hay cosas que se comparten por el simple hecho de vivir en pareja, y por lo tanto se utilizan en común, pero no es el caso del teléfono móvil.
El teléfono móvil es una herramienta personal de cada uno, en el cual guardamos fotos de nuestros amigos, mensajes en los que nuestros conocidos nos cuentan sus problemas e información de bancos u otras gestiones. Si hay un lugar en que se encuentre toda nuestra vida almacenada, ese es nuestro teléfono móvil, y por lo tanto no tenemos por qué compartir esta información con nadie del exterior.
Obviamente, si tenemos la suficiente complicidad en nuestra relación como para compartir estos datos, no debería existir ningún problema a la hora de compartirla en la intimidad. Pero siempre respetando la propiedad del otro y mirándolo con su propio consentimiento. En ningún caso espiar el teléfono a sus espaldas.
¿Por qué no comparte sus mensajes conmigo? ¿Esconderá algo?
Normalmente los usuarios de telefonía móvil tienen largas conversaciones de mensajes con amigos, conocidos o familiares. Hay personas que además son muy cautas con su privacidad e intentan leer estos mensajes cuando nadie más puede verlos.
Si es el caso de tu pareja, lo mejor sería hablarlo con él y averiguar por qué se esconde para leer sus mensajes de texto. En este caso no se trata de un simple ataque de celos, sino que la otra parte te está incitando a que sientas una curiosidad natural. No tiene por qué ser algo relacionado con la fidelidad, pero es lógico que nos interesemos por nuestra pareja. Tal vez esté discutiendo con alguien y no quiera preocuparnos, o esté haciendo nuevos amigos y no quiera que leamos lo que hablan entre ellos.
Son tantos los casos que podemos encontrar en una conversación telefónica que hacer conjeturas inventadas sería flagelarnos a nosotros mismos una y otra vez. Intenta hablar con tu pareja antes de entrar en una crisis causada por los celos y la sospecha. Si tu pareja no quiere darte ninguna explicación, y en absoluto quiere decirte las personas con las que habla por el móvil, tienes todo el derecho a sospechar y la necesidad de hablar con él.
¿Debo compartir los míos con él?
Compartir los mensajes de texto en una relación no es algo realmente necesario, aunque es cierto que si esto se hace, ayudará a crear más confianza entre vosotros y, de este modo, evitaremos sospechas por infidelidad.
Si crees que tu pareja se dedica a espiar tu teléfono móvil, deberías hablarlo con él y decirle que ese no es el camino correcto. No importa si guardas algo o no en tu móvil, pero esto es una falta de respeto que no se debe consentir. Es una muestra de que tu pareja no confía en ti. Tampoco es necesario llevar esto a extremos y blindar nuestro teléfono móvil con claves y contraseñas que nuestra pareja desconozca, pues sería lógico que nuestra pareja empezase a sospechar que algo está sucediendo tras tanta seguridad.
Por otra parte, si tenéis un amigo en común y ambos os dedicáis a hablar con él, sería interesante que compartieseis esa información para no crear sospechas. Para esto es una buena idea la creación de grupos de conversación, de este modo, todos leeremos los mensajes que se escriben y podremos intervenir en las conversaciones cuando proceda.
Si eres consciente de que tu pareja empieza a sospechar que hablas con otros hombres por móvil y no es así, no alargues ese sufrimiento innecesario. Finalmente terminará por explotar y se creará una discusión basada en la nada. Habla con él, utiliza siempre la conversación para llegar a una solución a vuestro problema y entrad en razón, los celos no deben basarse en hechos inexistentes, la fidelidad se basa en la confianza, y el hecho de espiar el teléfono de nuestra pareja es un claro síntoma de desconfianza. Por lo tanto, si nuestra pareja espía nuestro móvil, debemos empezar a solucionar nuestros problemas de inmediato.