Las chicas tendemos a ser muy inconformistas con nuestro físico. Somos expertas en vernos celulitis en partes del cuerpo en las que realmente no tenemos nada, encontramos arrugas que aún no nos han aparecido en la cara y nos creemos que estamos gordas cuando en realidad tenemos el peso ideal. Así que, que nuestro chico nos diga que ya quisiera Sara Carbonero ser tan guapa como nosotras, que el vestido nos sienta a la perfección, y que tenemos un culito que parece un trabajo de dioses pues, sinceramente, nos alegra el día.
Sin embargo, hay algunos chicos que no son tan perspicaces y no nos echan piropos, nos gastan bromas metiéndose con nuestro cuerpo o no paran de hablar de lo buena que están otras tías. Y, claro, se crea un problema porque pensamos que no somos lo suficientemente guapas para él y que la celulitis, las arrugas y los kilos extras que nosotras mismas creíamos tener son aún peor de lo que ya imaginábamos...
Aprende a quererte a ti misma
Cuando nos encontramos con este tipo de problemas en nuestra relación, tenemos que tener en cuenta tres cosas. La primera, a ti te molestan sus comentarios y debes hacérselo saber. Puede que él ni siquiera se haya dado cuenta de que bromear con tu físico realmente te duele. Pregúntale qué piensa realmente de tu cuerpo. Si te quiere, te dirá que le pareces preciosa y que siente haberte hecho sentir mal. Y si no lo hace y prefiere desentenderse del tema, plantéate las cosas porque, a menos que estemos hablando de Ryan Gosling, él tampoco es perfecto y no es quién para críticar tu físico.
Tu chico te querrá por ser quien eres y por cómo le haces sentir cuando está contigo
Él te quiere por cómo le haces sentir cuando estáis juntos
En tercer lugar, tienes que tener muy claro que una relación, cuando es seria y sincera, va mucho más allá de la atracción física. Es verdad que todo empieza porque hay una atracción sexual en la que vuestros cuerpos se atraen pero, después, la belleza pasa a un segundo plano porque de lo que se enamora su corazón es de tu personalidad. Si además de ser un encanto, simpática, cariñosa y buena, eres guapísima, pues estupendo. Tu físico es el bombón de la relación, un bonus, un añadido extra y no la base sobre la que se sustenta. Por tanto, tu chico te querrá por ser quien eres y por cómo le haces sentir cuando está contigo y no por tu físico.
Así que no te confundas, la que se tiene que gustar realmente eres tú. No hay que ser modelo, ni rubia, ni alta, ni tener ojos azules para ser guapa. Todas las chicas tenemos defectos y virtudes, y es con lo último con lo que tenemos que quedarnos y potenciarlos. Y al que no le guste... ¡que se busque a otra!